31 octubre 2009

Lucas 5

Vamos a Lucas Capítulo 5, el famoso pasaje de la pesca milagrosa: “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago, y los pescadores habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco, y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar dijo a Simón: “boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar”.

Respondiendo Simón le dijo: “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado. Más en tu palabra, en tu palabra echaré la red”. Y habiéndolo hecho encerraron gran cantidad de peces y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús diciendo: “Apártate de mi, Señor porque soy hombre pecador”, porque por la pesca que habían hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él. Y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo que eran compañeros de Simón, pero Jesús dijo a Simón: NO temas, desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas dejándolo todo le siguieron”. Bendiga el Señor su santa palabra.

Padre, encomendamos esta maravillosa palabra a ti y nuestras vidas, nuestra voz, nuestras enseñanzas. Háblanos a través de tu palabra y edifícanos. Nútrenos en nuestro fe Señor y danos la visión para ver tu forma generosa de obrar para con nosotros. En el nombre de Jesús. Amen.

Hemos estado hablando acerca de la vida generosa, una vida de dar. Hemos hablado acerca, usando por ejemplo la vida del profeta Elías, de la necesidad de dar en la zona de la incomodidad, más allá de lo familiar, más allá de lo cómodo. La viuda de Sarepta tuvo que darle al profeta Elías algo que era muy precioso para ella. Ella tuvo que dar en esa dimensión para poder extraer la bendición que Dios quería darle a su vida.

Hemos hablado también acerca de que Dios es el dueño de todo el oro, la plata, todo lo que tenemos, todo lo que somos es de El. El Señor es el dueño de todo. El Santas es el dueño de los átomos querer componen la materia, la realidad, nuestros pensamientos, los procesos electroquímicos que gobiernan nuestro cerebro, todo es en última instancia fruto y producto de El. Cuando le damos a El, le damos de lo que es suyo, no de lo que es nuestro, nosotros no tenemos nada por nosotros mismos.

Hemos dicho también que cuando vivimos en esa forma, en una forma generosa, dadivosa, hermanos la bendición fluye en nuestras vidas. Esa es la matemática de Dios. La matemática del hombre y de la razón dice: mientras yo más retengo, más tengo. La matemática de Dios dice: mientras yo doy, más recibo. ¿Ustedes ven? En la matemática de Dios menos es más cuando se hace en fe, conforme a la bendición del Señor. En la matemática de Dios, morir es un preludio para vivir. En la matemática de Dios el rebajarse es el preludio para subir.

Miremos Filipenses 2 del 5 al 11: “... el Señor se despojó de si mismo, se despojó de su gloria por lo cual Dios lo levantó y le dio un nombre que es sobre todo nombre.” En la matemática de Dios la contradicción, la paradoja es predominante. En la razón siempre todo tiene que ser lógico.

Y esto lo vemos aquí en la vida del Apóstol Pedro. Hasta aquí hemos predicado sobre todo basándonos en el Antiguo Testamento y yo quería mostrar que estos principios también son los mismos en el Nuevo Testamento.

Vemos aquí que el pasaje comienza con una situación de necesidad. La necesidad es de parte de Jesús. El Señor está aquí sintiendo la necesidad, ¿cuál es la necesidad? La multitud lo ha seguido, como lo seguían siempre porque solo El tenía palabra de vida eterna. La multitud se agolpa sobre El y El no puede hablar con libertad, están todos arropándolo y en su naturaleza humana, El no puede hablarles en la manera que quiere hablarles. Entonces no tiene una plataforma, no tiene micrófono. El hubiera podido si hubiera querido hablar con una voz sobrenatural, pero el Señor se ciñó a su forma humana en este caso. El está experimentando una necesidad: ¿cómo le hablo a la multitud? ¿Cómo resuelvo este dilema? ¿Cómo puedo yo comunicarme y darle vida a esta gente por medio de mi palabra?

Miremos un momentito ese dilema antes de continuar. El Señor pudiera, como decimos, hablar sobrenaturalmente pero prefiere limitarse a su voz humana. Y así pasa, hermanos con el Reino de Dios aquí en esta administración actual, en que Dios ha escogido limitarse en su capacidad para hablarle a la humanidad y le habla a través de ¿quién? A través de la iglesia, el Señor no ha escogido ángeles para viajar por los diferentes países del mundo predicando el Evangelio. ¿A quién ha escogido? Nos ha escogido a nosotros, El hubiera podida si hubiera querido hacerlo, pero Dios ha inventado un sistema que se llama la iglesia, los fieles, los hijos de Dios para predicar su palabra a una multitud, a un mundo necesitado.

Entonces dice que el Señor mira alrededor y dice que vio dos barcas sobre las cuales estaban unos pescadores lavando sus redes después de una noche de pesca, que después descubrimos que fue una noche totalmente infructuosa, no pescaron ni un solo pez. Y ahí están allí, como buenos pescadores, lavando sus barcas de la sal o sus redes de la sal, para que no se les corrompan. Pero el Señor ve que ellos tienen algo que El puede usar: una barca. Y su mente le dice que si El puede subirse sobre esa barca, distanciarse un poco de la orilla, y estar a distancia de la gente, El puede mejor proyectar su voz y dar su mensaje de vida.

Y aquí también vemos un paralelo, porque yo siempre he pensado que nuestras vidas son como esa barca que el Señor le pide a Pedro que le permita usar. Nuestras vidas son así, nosotros somos esa barca, nosotros somos la barca de Pedro. El Señor está diciéndonos: yo necesito tu vida. Yo necesito tu propiedad. Yo necesito tus recursos para Yo subirme sobre ellos y proyectar mi mensaje de vida a la multitud que lo necesita. Digan amen aunque sea para agradarme un poquito, para saber que no se han ido o no se han dormido. El Señor necesita nuestras vidas. ¿Por qué? Porque El lo ha decidido así.

El Señor que es el creador, el dueño de todo, dice: Yo necesito lo que tu tienes. Porque sabe algo, hermanos esa barca no pertenecía a Pedro, pertenecía al Señor porque el Señor hizo el árbol del cual fue hecha esa barca. El Señor dice: me permites usarte? ¿Me permites usarte? ¿Me permites montarme dentro de ti y tomar control de tu vida, de tus recursos, de tu dinero, de tu tiempo, de tus talentos? Escúchame. El Señor siempre está preguntando eso. El Señor siempre está buscando gente que le diga: Señor, úsame.

Una vez el Señor miró y vio una multitud y su corazón se rompió porque dice que los vio como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: los campos están blancos, blancos para la siega y no hay obreros para trabajar esa cosecha. Y el dijo: rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies, hay necesidad.

Hermanos esta época es una época de gran oportunidad para el mundo. La iglesia de Jesucristo tiene más trabajo que nunca y necesita más recursos que nunca para poder proyectar el mensaje de salvación. El Señor dice: ¿dónde están los obreros? ¿Dónde está la gente que se de y que de para llevar a cabo la obra del Señor? Yo pienso en el futuro de nuestra iglesia y yo veo grandes posibilidades que el Señor puede usar esta congregación más y más cada día. Pero, hermanos, yo entiendo también que una iglesia necesitará invertir, invertir para que esas cosas se hagan posibles. Nosotros queremos una iglesia de excelencia. Y hermanos, eso cuesta. Requiere, hermanos una congregación generosa, escúcheme. Una congregación generosa. Hombres y mujeres generosos. ¿Entiende? Que no tengamos que estar mendigando ni manipulando, sino que usted de porque ese es el gozo y el privilegio de usted. Amen.

Y eso es lo que hemos entendido de la vida de Elías también, que cuando nosotros damos debemos dar desde una postura de suficiencia en el Señor, no teniendo miedo ¿de dónde vendrá este pancito que estoy dando ahora y me va a faltar? ¿Usted entiende? Esa es la mentalidad de escasez, de pobreza del mundo. La mentalidad del hijo de Dios es una mentalidad de suficiencia, de bendición, de provisión. Jehová es mi pastor, nada me faltará, dice la palabra del Señor.

Hermanos yo creo que el creyente tiene que practicar la generosidad como una disciplina. Tenemos que practicar la generosidad despreocupada. Y tenemos que a veces, hermanos ser un poquito desordenados, voy a decir eso. Al dar así, deliberadamente y ser un poco atrevidos, y ser a veces un poquito desordenados, miren, el Señor bendice y ahí descubrimos la bendición del Señor. Aquí en nuestra iglesia yo trato de que practiquemos eso.

Y yo le pido al Señor: Padre, no nos hagas tan prudentes y tan administrativos en nuestra mentalidad que nos pongamos mezquinos en lo que demos al Señor. Vamos a ser libres para dar a diestra y a siniestra. Vamos a ser una congregación generosa con nuestra planta física, nuestros recursos financieros y vamos a darles a otros ministerios, vamos a darle a otras iglesias, vamos a darle a otros ministros, vamos a desarrollar más para el Reino de Dios porque a nosotros dar, Dios nos va a bendecir más y más cada día.

La palabra del Señor dice en Eclesiastés: “...echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti. Dice, reparte a 7 y a 8 porque no sabes el mal que vendrá.” Por eso yo les animo en este tiempo de esta visión de levantar nuestro templo, que usted no pierda esa oportunidad de comenzar a practicar una vida de generosidad para con Dios. Atrévete en el nombre del Señor. Esa es la palabra, atrévete en el nombre del Señor. Salte de tu comodidad y atrévete a hacer algo noble, heroico, generoso. El Señor dice: Yo tengo una necesidad, ayúdame. Ayúdame dice el Señor.

Mire como eso es escandaloso. Algunos teólogos me sacarían del púlpito si me oyen decir eso. Pero el Señor dice: ayúdame. A ti energúmeno, insignificante, el Señor dice: ayúdame. Dice: yo quiero hacer un templo para que mi comunidad latina escuche el mensaje. Ayúdame. Y si tu te atreves, Dios te va a bendecir.

Yo termino con esto. Miren lo que pasó aquí, y esto es un mensaje precioso. Pedro tuvo la sensibilidad de darle al Señor su barca. Entonces el Señor se torna hacia Pedro, después que predica el mensaje, después que ha satisfecho a la multitud, después que Pedro le ha dado su propiedad al Señor para que la use, y ahora le dice a Pedro: Pedro, ahora vamos tu y yo vamos mar adentro. Tengo algo que enseñarte. Y allí, cuando han ido mar adentro el Señor le dice a Pedro: Pedro, ahora echa tu red para pescar. Yo te aseguro que el Señor se lo dijo con un poquito de malicia porque El sabía lo que le había pasado a Pedro la noche anterior. El sabía que Pedro había estado tratando de pescar toda la noche y no había cogido un solo pez con su fuerza natural y su propia astucia y sus propios recursos. Pedro no sabía que El sabía pero el Señor sabía que El sabía. Y le dice ahora a Pedro: ven, vamos a hacer un experimento tu y yo.

El Señor ha estado elaborando toda una enseñanza objetiva a través de todo este proceso. Y el Señor le dice: boga mar adentro Pedro, porque yo te quiero enseñar una cosa que te va a servir para toda vida y todo tu ministerio y es que cuando tu me das a mi, yo voy a estar muy conciente de tu necesidad y te voy a bendecir y te voy a proveer más de lo que tu con tu propia fuerza lo vas a recibir.

Entonces el Señor le dice a Pedro: echa tu red para pescar. Y la razón le dice a Pedro, pero si yo estuve en la noche pescando en condiciones óptimas, en la noche cuando se pesca porque no hay ruido, no hay luz que asuste a los peces, no pude pescar nada, y ahora este hombre que no sabe nada de pesca me dice que eche la red ahora. El Señor dice: pero, no uses tu razón, usa mi poder. Mi poder puede más que la razón.

Pero Pedro tuvo la sensatez de ser obediente. Pedro tuvo el sentido de poner a un lado su razón y entró en una modalidad de fe y de obediencia. Digan todos: obediencia. Esa es la clave. Hay muchas cosas que no van a ser sentido para ti. El diezmo quizás no va a ser sentido para ti, pero hazlo en obediencia, como yo lo tuve que hacer hace 25 años en obediencia, y no me ha faltado y Dios me ha bendecido. Yo no lo creía necesariamente pero dije: bueno, hay tanta gente espiritual a través de los siglos que ha practicado esto, y la palabra del Señor es bastante clara, pue yo voy a ser obediente. Voy a poner a un lado mis dudas, mis temores y lo voy a hacer. Y ¿saben qué? Ese mismo año Dios me bendijo mucho más de lo que yo me hubiera imaginado.

A veces tenemos que hacer las cosas por simple obediencia. Aprieta los dientes y hazlo porque el Señor lo dice y olvídate de tus preguntas, tus temores, tus reservas, tus dudas y las circunstancias o lo que has visto de otros. Hazlo porque el Señor lo dice.

Pedro dijo: Señor, toda la noche he tratado de pescar, no he cogido nada, pero en tu palabra, por tu promesa, por tu fidelidad, por tu personalidad, porque tu eres fiel, yo lo voy a hacer. ¿Y qué pasó? Dice la Biblia que recogió multitud de peces. Esos peces vinieron de todas partes de ese lago, vinieron del norte, del sur, del este y del oeste. Escucharon una voz allá en lo profundo de las aguas que dijeron: vayan a donde está cayendo esa red porque yo he dado la palabra que esa red no quede vacía. ¿Ve? Pero todo comienza con un acto allá atrás. Pedro, ¿me prestas tu barca, me cedes tu propiedad, te atreves a buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y a confiar en que todas las demás cosas te serán añadidas?

Aquí hay una oportunidad. El Señor está diciendo: ¿te atreves a bendecir mi iglesia? Y no te preocupes Yo te voy a bendecir. Mira, lo último cuando tu das al Señor, Dios te bendice materialmente, ya lo hemos visto en el caso de Pedro, porque cosechó mucho más, recogió mucho más de lo que jamás él hubiera pensado. Lo segundo sin embargo es que cuando tu le das al Señor Dios te eleva a un nuevo nivel espiritual. Cuando nosotros damos al Señor podemos ver la gloria de Dios. Conocemos en una forma más íntima. Crecemos en fe. Tenemos más intimidad con el Señor. Dejamos la zona de la retórica y entramos en la zona de realidad. Y hablamos, y hablamos, y hablamos pero cuando llega el momento de la verdad, muchos de nosotros nos rajamos, como dicen los mejicanos, salimos corriendo. Pero cuando tu comienzas a darle al Señor sacrificialmente tu estás entrando en el nivel de la realidad, de la verdad, de la consistencia, de la integridad y ahí no hay escapatoria.

Podemos entonces comenzar, cuando tu le das al Señor, el Señor se muestra fiel y entonces tu comienzas a crecer en fe, tu comienzas a ver a Dios de una manera que la mayoría de los cristianos que viven solamente en la teoría y en la retórica de boca para afuera, nunca experimentan. Porque cuando tu le das al Señor, El comienza entonces a mostrarse fiel a tu vida.

Pedro salió de allí bendecido, porque el Señor le dijo: ¿sabes qué, pedro? De hoy en adelante ya no vas a oler a peces más, ya no vas a ser un mero pescador de animales acuáticos, vas a ser un pescador de hombres. ¡Aleluya! Te has atrevido a arriesgarte. Te has atrevido a hacer algo loco en mi nombre. Te has atrevido a darme y por eso yo te voy a levantar y te voy a dar otro nombre, ya no vas a ser un simple hombre más sino que vas a ser una piedra sobre la cual yo voy a fundar mi iglesia. Cuando tu le das al Señor tu eres bendecido materialmente pero también eres elevado espiritualmente. No pierdas esta oportunidad de ser más que un simple mortal y ver la gloria de Dios.

Bajemos nuestras cabezas. Señor, te adoramos, te bendecimos. Gracias Señor porque estos principios han estado operando a través de todas las edades y todavía operan en mi vida y en la vida de mis hermanos. Señor queremos ser como Pedro. Queremos darte nuestra barca. Queremos vivir vidas de sacrificio y servicio, Señor. Queremos darte lo máximo. Creemos, ayuda nuestra incredulidad, Señor. Ayuda nuestra incredulidad. Rompe las amarras de la incredulidad, la razón, la mezquindad y de la pequeñez y de la timidez y del pasado.

Déjanos ver tu gloria. Déjanos mirar hacia delante, hacia esa zona de suficiencia y de privilegio a la cual tu nos llamas. Padre, danos victoria en esta etapa de la vida de nuestra iglesia. Danos esa fe, Señor para saber que cuando gente pequeña, humilde, anónima se atreve a darte tu los bendices y los prosperas. Que esta comunidad de León de Judá sea una voz, un ejemplo para toda la ciudad de Boston, de cómo tu bendices a aquellos que se atreven a bendecirte a ti primero, Señor y a entrar en zonas de fe. Aumenta nuestra fe, aumenta nuestra fe.

Mira así como tu estás con tu cabeza baja, si tu en esta mañana has escuchado bien la palabra del Señor y sabes que Dios te está llamando a una nueva zona de fe y de creencia, levanta tu mano. Levanta tu mano, simplemente. Si tu crees que Dios te está llamando a una nueva zona de fe y de creencia, por lo menos hay tres o cuatro que entienden lo que estoy diciendo. No juegues con el Señor. No seas más tímido de la cuenta,. Si tu crees que el Señor te está llamando a una zona nueva de fe, levanta tu mano en esta mañana. Oh Señor confío, confío, confío en tu provisión Dios. Ayúdame a entrar, Señor en esa zona de fe y de creencia en ti, oh Dios. Gracias Señor. Gracias Jesús.

25 octubre 2009

II Corintios 9:6

Vamos a la palabra del Señor. Quiero compartir con ustedes en unos 30 minutos que nos quedan, la Segunda Carta del Apóstol Pablo a los Corintios. Allí en el versículo 6, dice el Apóstol Pablo: “.... pero esto digo el que siembra escasamente también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno, digan todos, cada uno, ve como propuso en su corazón no con tristeza ni por necesidad porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”

Y déjenme ahora leer en español solamente para adelantar el proceso. Esta es la esencia, lo que acabo de leer de lo que voy a predicar. Dice “.... como está escrito, repartió, dio a los pobres su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra y pan al que come proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia para que estéis enriquecidos en todo, para toda liberalidad la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.” Bendiga el Señor su palabra.

En estas últimos semanas hemos sacado el tiempo de las predicaciones para, como ustedes han visto, establecer un fundamento bíblico para esta campaña financiera que estamos llevando a cabo. Al levantar dinero para cualquier causa hemos querido seguir un patrón bíblico al hacerlo. Hemos querido honrar al Señor y su espíritu y no hemos querido usar de técnicas de manipulación mental o emocional. También hemos querido levantar su nivel de fe y su visión. No hemos querido tanto levantar dinero para un edificio de ladrillos y acero, sino más bien para la misión que ese edificio ha de hacer factible.

Samuel decía en una predicación hace poco, que Dios no estaba levantando tanto un edificio como un pueblo. Y también otro de los principios que hemos querido seguir es que al darle al Señor para esta causa en particular,en realidad lo que estamos haciendo es entrando en un patrón de vida. El darle al Señor no es tanto un acto como un estilo de vida. Es algo que hacemos continuamente al ver cómo Dios nos bendice al ser generosos para con El y su reino. Hay gente que quizás dice: pero, pastor, ustedes están hablando demasiado acerca del dinero. Nosotros lo que hacemos es establecer un proyecto y entonces hemos tratado de concentrar nuestras energías por un tiempo para sacar adelante ese proyecto. El Señor Jesucristo habló en muchas ocasiones acerca del dinero. El no tenía temor en usar las posesiones y el dinero como una forma de interpretar el grado de compromiso de la gente con el Reino de Dios. En toda la Escrituras tenemos numerosas referencias acerca de cómo el dinero y los bienes materiales se relacionan con la espiritualidad de las personas.

Recientemente al considerar este tiempo de campaña financiera, hice un recorrido mental de textos que yo pensaba eran apropiados, serían apropiados para diferentes sermones, y quiero decirles que en mi casa tengo una lista de unos treinta textos que me parece cada uno de ellos ideal para un sermón sobre diferentes aspectos de la mayordomía. Pero para su descanso quiero dejarles saber que no pienso predicar 30 sermones acerca de este tema. Pero lo que sí se me hizo claro es que, a través de toda la Escritura esta temática surge una y otra vez, que conforme nosotros nos relacionemos con el dinero y las posesiones materiales, así será nuestra relación con el Señor y con su reino. Yo he derivado consuelo de saber que el Apóstol Pablo me ganó probablemente en campañas financieras. El Apóstol Pablo no tenía miedo de ser muy directo en lo que se refería a levantar fondos para su obra misionera. Y de hecho en todo lo posible siempre que hemos levantado fondos a través de los años, el Apóstol Pablo, yo he querido que sea mi mentor en términos de la metodología que uso para levantar fondos, y en tiempo de escándalos financieros en el Reino de Dios es más importante que nunca que los que levantamos fondos para ese Reino lo hagamos con integridad.

Hace poco me enteré de un gran escándalo que ha habido ahora mismo en EEUU, acerca de uno de los ministerios evangelísticos más grandes del mundo. Un reporte muy poco halagador acerca de cómo este ministerio maneja los fondos que recibe. No me atrevería a negar cómo Dios ha usado este ministerio para esparcir el Evangelio, pero por lo que podemos ver podrían haber sido un poco más cuidadosos en el uso del dinero y la imagen de integridad con el dinero que han proyectado al mundo. Y por eso es importante no que nosotros dejemos de pedir para la causa del Señor, pero más bien que lo hagamos en una forma que sea conforme a los principios de la palabra de Dios.

Si nosotros vamos rápidamente a Segunda de Corintios, Capítulo 9 y aún en el Capítulo 8, podemos repasar algunos de esos conceptos. No se si voy a poder llegar a todo lo que quiero en esta mañana, pero yo estoy seguro que lo que vamos a tocar va a ser de bendición para su vida. Y van a ver que muchos de los principios que hemos señalado en estas últimas semanas, el Apóstol Pablo los emplea en su propia campaña financiera. Los Capítulo 8 y 9 de Segunda de Corintios nos entran en una de esas campañas financieras del Apóstol. El está levantando fondos para los santos en un área muy necesitada y por ejemplo en el versículo 3 hablando de los macedonios, en el Capítulo 8. Dice aquí: “... doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas”.

Aquí tenemos un par de principios de cómo darle al Señor. El Apóstol Pablo dice “han dado con agrado, primeramente. En otras palabras, hermanos cuando nosotros le damos al Señor tenemos que hacerlo con gozo. Se debe dar al Señor porque es un privilegio darle al Señor. Y también dice que han dado conforme a sus fuerzas. En otras palabras muchos de nosotros el Señor nos está llamando a dar según la capacidad que tenemos financieramente para dar. Y en esta campaña financiera no queremos que nadie se sienta, como que se le está obligando a actos heroicos. Y cuando usted firme o ponga, llene su tarjeta de promesa, hágalo en una forma que usted se sienta bien en su conciencia.

Pero también el Apóstol Pablo dice que dieron más allá de sus fuerzas. Yo me atrevo a decir que esta es la manera que más agrada al Señor cuando le damos. Nosotros hemos hablado de darle al Señor en la zona de la incomodidad. Hemos visto como el Señor muchas veces nos llama a estirarnos más allá de lo que en nuestra razón pensamos que es factible darle al Señor. Y los que conocen de los principios de la fe saben que muchas veces la fe comienza donde la razón comienza a estremecerse. Y muchas veces los razonamientos de la fe van a ir muy por encima de los razonamientos de la razón y del intelecto. Y por eso Dios pide muchas veces que nos atrevamos a ir a esa zona de la incomodidad como hicieron los macedonios. Estos macedonios también rogaron con muchos ruegos que se les concediera el privilegio de participar en este servicio. Quiera Dios que con el paso de los años nuestra iglesia venga a componerse de gente que esté siempre pidiéndole: Señor, dame oportunidades de dar para avanzar tu reino.

En el versículo 7 de ese mismo Capítulo el Apóstol Pablo dice: “por tanto como en todo abundáis, en fe, palabra, ciencia y en vuestro amor, abundad también en esta gracia”. Y aquí vemos algo que al Señor no solamente se le da con sentimientos y con palabras, sino se le da con acciones específicas. Es muy fácil decir sí al llamado del Señor de amar a Dios con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas. Pero el Señor ha dicho que el que ama el dinero no puede amar a Dios en la misma manera, porque no se puede amar a dos señores. Entonces el amor indica que también tenemos que traducirlo en actos de amor específicamente hacia el Señor.

Y hay muchos otros principios aquí, por ejemplo en el versículo 12 dice: “porque si primero hay la voluntad dispuesta será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene”. Esto de tener la voluntad dispuesta es muy importante. Porque aquí vemos algo y es que el Apóstol Pablo ha estado preparando a los cristianos de esta región para que cuando llegue el momento de pedir la ofrenda ellos estén dispuestos intelectual y volitivamente. Y es lo que hemos querido hacer a través de estas semanas, es prepararlos a ustedes para que cuando llegue el momento de entregar sus ofrendas, ustedes sepan por qué y cómo lo están haciendo. Porque muchas veces darle al Señor no es solamente cuestión de los afectos, sino también una decisión de la voluntad y en disciplina, que se hace.

Ahora en el versículo 6 del Capítulo 9 entramos en el texto que yo acabo de leer hace un ratito. El Apóstol Pablo establece un principio que ya hemos oído en muchas maneras, dice: “el que siembra escasamente también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cuando yo leo textos como estos inmediatamente me viene a la mente el concepto de gracia versus obras. Nosotros sabemos que la salvación es por gracia, pero sabe usted que una vez que usted ha entrado en el dominio del reino por gracia, el grado de crecimiento, de productividad y de bendición que usted alcance, va a depender de en la medida en que usted se esfuerce e invierta en el Reino del Señor. Es decir una vez que estamos ya salvados hay una parte de esfuerzo y de inversión que Dios espera que nosotros hagamos. Las bendiciones que nosotros alcancemos en el Reino de Dios, el entendimiento espiritual del Reino de Dios va a depender mucho de nuestros propios esfuerzos.

Por eso el Señor Jesucristo dice “pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Tocad y se os abrirá”. Es decir en el Reino de Dios la respuesta depende mucho de la acción inicial de nuestra parte. Y según nosotros invirtamos de nuestros dineros y nuestro tiempo y energía en el Reino de Dios, así será nuestro provecho espiritual y personal. Este concepto de sembrar yo lo llamaría más bien, en lenguaje moderno, invertir. El inversionista invierte una cantidad porque sabe que por un proceso complejo esa cantidad invertida se multiplicará y le retornará en crecimiento. Y así nosotros, los hijos del reino, usamos lo que Dios nos ha dado, lo invertimos y bendice tanto el Reino de Dios como también nos bendice a nosotros. Y no es que nosotros tratemos de manipular a Dios o establecer una relación mecánica de los retornos de nuestras inversiones, pero simplemente se trata de insertarnos dentro de una dinámica que el mismo Dios ha establecido en su palabra. Dios dice: si siembras poco, vas a cosechar poco. Si siembras mucho vas a cosechar mucho en mi reino. Yo no puedo ser más elegante o más generoso que Dios. Hay personas que se resienten cuando los predicadores predicamos en estos términos porque creen que tienen una mejor capacidad teológica que el Dios mismo que escribió la Biblia. Ellos creen que tienen una mejor capacidad teológica que el mismo Dios, y nosotros tenemos que ver cómo es que Dios nos llama a vivir la vida cristiana y a darle a El.

Ahora en el versículo 7 también hay una serie de principios, dice: “cada uno” quiere decir, hermanos y ustedes saben que uno de los principios de esta campaña ha sido que nosotros con la ayuda del Señor tengamos un ciento por ciento de participación. Yo creo que todos los que son miembros de esta iglesia, y no me refiero a visitantes o personas que no tienen una relación personal con el Señor, entiéndase eso. Pero dice aquí que cada uno, refiriéndose a que, yo creo que en este tiempo yo quiero aplicar eso en el sentido de que yo llamo a cada uno de mis hermanos a considerar el llamado de Dios para su vida en este tiempo. Usted quizás no podrá ser uno de esos 200 que de esos 5000 dólares en dos años, como hemos pedido, o quizás usted no sea uno de aquellos que va a dar más de 5000 dólares en esos dos años y va a dar mucho más quizás, como algunos ya han prometido, pero yo se que cada uno de nosotros puede dar sin sentido de vergüenza ni pena, conforme a lo que siente que el Señor ha puesto en su corazón. Yo le suplico, hermano o hermana, que usted de en esa manera, en una conciencia con el Señor. No se preocupe que nadie va a estar juzgando: ah, él dio más, o él dio menos. En el nombre del Señor rechazamos ese espíritu ahora mismo. Pero si, no perdamos de vista este principio de “cada uno” porque el Señor quiere que cada uno de nosotros cargue su parte del Reino de Dios. Y ojalá tuviéramos más tiempo para señalar, pero no puedo fallar en esto de que los estudios que se hacen en todas las congregaciones sugieren que solamente un 20% de la congregación carga con el 80% de la responsabilidades de esa congregación. Y yo creo que la meta del Señor es que cada uno de nosotros proporcionalmente cargue su parte de responsabilidad por el mantenimiento de la obra de Dios. Por que aunque sea para agradarme no dicen Amen a esto, hermanos. Gloria de Dios. Amen.

Entonces dice aquí que cada uno de, es decir hay que dar, en algún momento hay que tomar acción. Hay que tomar acción, es decir que hay que en algún momento hay que pasar de lo teórico a lo práctico, en otras palabras. Y vemos entonces aquí que dice “como propuso en su corazón”. En otras palabras yo le invito a reflexionar con anterioridad qué es lo que el Señor me está llamando a mi a dar.

Esta idea de proponer en el corazón sugiere un grado de seriedad, de intencionalidad, darle al Señor es algo serio, requiere reflexión previa. Debemos estar claros en lo que estamos haciendo. No tomar las cosas a la ligera, porque las cosas del Señor son serias. Entonces como propuso en su corazón, yo quiero que cuando usted traiga su ofrenda, usted lo haga con un sentido de reverencia y de seriedad de lo que usted está haciendo ante el Señor. Y el Apóstol Pablo dice “no con tristeza”, en otras palabras, hermanos, no de cómo mirando ese dinero que se le va a ir y usted va a estar penando: caramba, ¡qué hubiera podido hacer con ese dinero! No vea dólares con alitas volando de su cuenta de banco, en otras palabras. Al Señor no se le puede dar con tristeza. Al Señor hay que darle con alegría y con gozo. Amen porque Dios ama al dador alegre.

Y dice también “ni por necesidad”, yo diría que la traducción correcta sería “ni por compromiso”, porque yo me imagino que algunos piensan que: caramba, si no ven mi tarjeta en ese grupo de tarjetas, ¿qué va a pensar el pastor? Y yo puedo ver a un diácono, algún líder de la iglesia: bueno, qué mas me queda, si quiero seguir en el liderazgo voy a tener que darle a esta gente. Bueno, yo se que nuestros diáconos no, esa gente son de primera, olvídense, van a dar. Amen, diáconos, los que hay por aquí.

Hermanos, no demos por compromiso. No demos por obligación en el sentido de que si no doy, qué va a pensar la gente. Porque déjame decirte que el Señor lee los corazones y si tu estás dando en esa manera, tu ofrenda no va a agradar al Señor y estás desperdiciando tu dinero entonces. Es necesario que tu le des al Señor para su iglesia y que por lo tanto lo hagas con alegría, y con un sentido de compromiso personal, eso es muy importante. Dios ama al dador alegre. Es cuando nosotros recibimos un regalo, qué bueno es cuando nos dan ese regalo con una gran sonrisa en la boca. Qué malo es cuando la gente nos da un regalo y nos dice: tómalo, qué más. No, es importante que haya es sentido de entrega del corazón y del alma también.

Y hay una promesa aquí maravillosa en este pasaje que no debemos perder de vista. Dice: “poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia”. Yo he descubierto que en las Escrituras casi cada vez que el Señor nos llama a darle generosamente, también añade una palabra de promesa. Porque el Señor es bueno y misericordioso, y El dice: mi hijo, mi hija no te preocupes que yo soy poderoso para reponerte eso que tu me has dado. Y siempre hemos hablado, recuerden, en estas últimas predicaciones que cuando nosotros le demos al Señor para cualquier causa, demos desde una perspectiva de suficiencia y no de una perspectiva de incertidumbre o temor, porque vemos que Dios siempre dice: no te preocupes, que nada te faltará porque yo soy tu pastor.

Y aquí el Apóstol Pablo después de su sobria advertencia acerca de cómo debemos darle al Señor nos pasa un poquito de aceite por la espalda, donde nos acaba de azotar amorosamente. Y dice: recuerda, que Dios tiene suficiente poder para darte gracia, es decir provisión. Y dice aquí “toda gracia”, en otras palabras el poder de Dios para reponerte lo que tu le das es ilimitado, en todas las dimensiones.

Y mire aquí el lenguaje sobreabundante del Apóstol. Dice: “a fin de que teniendo siempre, en todas las cosas, todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. En otras palabras hay aquí como una redundancia de la provisión del Señor. El nos da toda gracia, para toda situación, siempre, en todas las cosas, todo lo suficiente para que abundemos en toda buena obra. Dios promete: yo te voy a dar siempre en tu vida. ¿y sabe para qué? Para que tu puedas hacer bien siempre en tu vida. ¡Aleluya! Porque el Señor nos suple y nos da para que nosotros seamos canales de su gracia, para que lo podamos bendecir a otros con los conocimientos que El nos da, con los talentos que El nos da, con la energía que nos da, con nuestras profesiones, con nuestra cuenta de banco y nuestro dinero. El Señor dice: yo me voy a asegurar que tu siempre tengas todo lo que necesitas para que puedas darle a otros.

En otras palabras, hermanos el Señor nos dice: da. El Señor te dice a ti y me dice a mi: dame, y no tengas miedo. No des pensando en lo que te va a faltar, y no des pensando en el qué dirán si no das. No des con tristeza pensando en lo que has perdido, sino da mirándome a mi. Te prometo que soy poderoso para darte más de lo que tu me das. Que ese sea nuestro sentir en esta mañana y siempre que demos para la causa del Señor. Amen. Bendito sea el Señor.

Pongámonos de pie, hermanos. Terminamos con nuestra reunión. Vamos a tomar un momento para internalizar lo que acabamos de recibir, esa parte que tu entiendes que es del Señor. Pídele al espíritu santo que la grabe dentro de ti, que el Señor integre todo eso en cada parte de tu ser. Que nosotros podamos ser dadores alegres. Que adoptemos esa mentalidad, es un estilo de vida maravilloso. Que cada vez que haya una oportunidad para contribuir a la causa del Señor, Dios tenga en ti y en mi un partícipe de buena voluntad, un partícipe bien dispuesto. Que nosotros podamos, hermanos habitar en la zona del espíritu y no tanto en la zona de la materia, del dinero, de las finanzas, porque los que son del espíritu piensan en las cosas primeramente del espíritu. Así que en esta mañana yo recibo la palabra del Señor, lo que me toca a mi. Y recibe tu esa misma palabra, como la palabra del Señor. Gracias Señor. Ayúdanos a ser gente comprometida. Ayúdanos a ser buenos entendedores de los principios que gobiernan tu reino y aún todo el universo, porque tu palabra es fiel y verdadera y tu respaldas a los que respaldan tu reino. Gracias Señor, participamos en tu sistema y damos como tu prescribes en tu palabra. Gracias Dios. Gracias Señor. Denle un aplauso a la palabra del Señor. Que el Señor les bendiga.

18 octubre 2009

Profecía para tu Congregación

Alabado el Señor. Es maravilloso estar aquí hoy. Alguien me preguntó: ¿entiende usted algo de lo que se está hablando? Yo les conozco por el espíritu, no tengo que entender las palabras. Hay solamente un lenguaje en los cielos y lo hablaremos. Gloria a Dios. No importa a dónde vaya, y de hecho voy a muchas iglesias brasileñas, yo entiendo y conozco a través del espíritu. Es tan maravilloso estar hoy aquí en su presencia, pero más importante que nada es estar en Su presencia. Siento una hermosa unción en ustedes en esta mañana y ya experimentamos un maravilloso servicio anteriormente.

Hoy fui invitado pero también he venido porque he sido enviado y el ser enviados por Dios es tan importante porque yo creo que tengo un mensaje para soltar sobre ustedes hoy. Yo creo que Dios les está trayendo a ustedes a un tiempo muy especial, y yo creo que su visión es demasiado pequeña y que ustedes deben comenzar a preparase para hacer campo para mucho más: más gente, más unción, un edificio más grande, ministerios aún mayores. Hay gente sentada hoy aquí que van a ser liberadas para entrar al ministerio, algunos ministerios de iglesia y otros en el lugar de trabajo, en los lugares de trabajo. El Señor Jesús murió por el mundo y nos ha llamado a alcanzar la humanidad. Pueden decir amen.

Y por lo tanto nuestra visión debe expandirse, debe ir más allá de simplemente ir, asistir a la iglesia porque ustedes no han sido llamados simplemente a ir a la iglesia, ustedes han sido llamados a ser la iglesia. Amen. Y de nuevo le doy las gracias por darme esta oportunidad.

He estado aquí en otras ocasiones anteriormente, ustedes nos abrieron las puertas a nosotros hace un año aproximadamente cuando tuvimos una convocación de oración. ¿Cuántos estuvieron aquí en ese tiempo? Nuestro corazón, nuestro ministerio, es entrenar, equipar gente y soltarlos, algunas para regresar a sus iglesias, otras para ir a los lugares de trabajo, pero nuestro ministerio es el Centro de Oración del Noreste, se trata de intercesión profética y estratégica y en algún otro momento quizás podré volver a ustedes y hablarles acerca de lo que es la verdadera adoración y oración intercesora, qué es un verdadero intercesor. Amen. Pero tengo un mensaje diferente en esta ocasión. Yo había invitado a su pastor para que fuera con nosotros en junio al Perú y estoy mencionándoles esto ahora para pedirles que oren por nosotros. Antes hemos estado en Perú y esta será nuestro tercer viaje allá, esta vez al ir en junio los locales, los nativos de la iglesia peruana nos han pedido que vayamos para enseñar y entrenar a sus pastores y líderes en el área de la intercesión para el propósito de tomar la tierra.

¿Cuántos de ustedes saben que hemos sido llamados a tomar y a poseer la tierra? A tomar y poseer territorio. Nosotros somos un pueblo de gente que posee la tierra. Estamos cansados de que el diablo esté arrebatándonos las cosas. Y es tiempo de nosotros arrancarle al diablo lo que se ha robado. Así que el Señor ha abierto la puerta, y nosotros pensábamos, bueno, es una puerta pequeñita, pero se ha hecho una puerta bastante grande. Estamos pensando quizás unos cien pastores y líderes allá en Perú, precisamente le di a su pastor un panfleto que ellos nos enviaron, una especie de anuncio que ellos enviaron y estamos pensando ministrarle a unos trescientos a quinientos pastores y líderes, a través de denominaciones, y actualmente han alquilado un lugar para unas mil personas. Y de eso se trata cuando yo hablo de expandir nuestra visión. Estamos creyéndole al Señor para una capacidad de remover los cimientos de la nación de Perú. ¿Creen ustedes que lo podemos hacer? Yo creo también que si es posible, especialmente al unirnos unos a otros y orar juntos. Nosotros hemos estado orando por sus proyectos de construcción y sabemos que ya tienen la victoria. Amen.

¿Tenemos algún peruano aquí en esta mañana? Vamos a estar yendo a la ciudad de Iquitos y esto es durante los tiempos más sagrados del calendario en Iquitos. Así que necesitamos su oración, su cobertura de oración. Ellos tienen allí una fiesta de tres días al dios del sol y nosotros vamos a tener también nuestra propia fiesta al Hijo. Es un juego de palabras entre Hijo y sol, y estamos creyendo cosas grandes y poderosas.

Y también tengo una series de CDs para ayudarles a hacer esa transición de mentalidad de iglesia a mentalidad del Reino, porque Dios nos ha llamado a todos a ser parte del Reino de Dios. ¿Cuántos saben que Dios les ha llamado a ustedes para construir su iglesia, edificar su iglesia? No solamente la de Ustedes, sino la iglesia de Jesucristo. Por eso es tan importante y maravilloso para mi estar aquí hoy con ustedes porque hay una unción increíble sobre su pastor y sobre esta iglesia y al unirnos todos, nosotros podremos impactar esta región para el Reino de Dios.

Uno de los mensajes aquí en este set les va a enseñar que hay cosas que Dios no puede hacer porque El se las ha delegado a ustedes para que las hagan. Amen. De la misma manera que el rey David no pudo construir el templo, sino que su hijo Salomón fue quien lo construyó. La palabra de Dios dice que porque David “era un hombre de sangre”, había derramado mucha sangre. ¿Cuántos recuerdan que el Señor Jesucristo también fue un hombre de sangre? Derramo, de hecho, su sangre por ti y por mí. Y el Señor no puede edificar él solo su iglesia, sino que nos ha dado a nosotros que edifiquemos su iglesia. Pueden decir Amen a eso. Y así como David venció a todos sus enemigos, él sometió a sus enemigos y le proveyó a Salomón todos los materiales para la edificación del templo. Como sabemos él le dio a Salomón todo lo necesario para edificar el templo. Y de esa misma manera, Jesús también ha sometido bajo sus pies a sus enemigos y El ha provisto todo lo que ustedes necesitan, todo lo que yo necesito para edificar su iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y esto les va a ayudar.

Bajemos nuestras cabezas por un momento y pidámosle al Señor que venga y bendiga este tiempo. Porque Dios va a hacer algo muy especial en esta tarde. Yo he sido enviado con un mensaje y le doy tantas gracias al Señor porque El habla a nuestros corazones. Porque no fue hasta esta mañana que el Señor abrió mis ojos para entender su imagen más amplia que El tiene, sus planes más amplios de por qué El me trajo aquí hoy. Así que Señor hoy pedimos, espíritu santo desciende, prepara nuestros corazones, abre nuestros oídos para escuchar y ver lo que tu quieres hacer hoy, no solamente hoy sino hasta el día en que tu vengas a nosotros, hasta que tu termines la obra que tu has enviado a hacer. Señor pedimos ahora mismo para que el espíritu santo se sienta sobre cada persona en este lugar, así como cantamos en esta mañana “abre los ojos de mi alma, abre los ojos de nuestra alma, Señor, que podamos verte. Deseamos verte en este día, en el nombre de Jesús. Amen.”

Quiero primero llevarles a Apocalipsis, Capítulo 15. Dios quiere soltar sobre ustedes una unción, una dotación de poder sobre ustedes. Muchos de ustedes quizás ni siquiera lo sepan que su pastor recientemente ha sido apartado como uno de los Apóstoles de la ciudad de Boston. ¿Cuántos sabían esto? Y Dios me ha llamado para venir a ustedes hoy para un tiempo como este para soltar y declarar este mensaje para que ustedes puedan reconocer la unción y el llamado sobre la vida de su pastor, pero para que ustedes también reconozcan la unción que hay sobre sus vidas individuales. Este hombre solo puede ir hasta donde ustedes lo ayuden a llegar. El y su esposa, me alegro tanto de que ella esté aquí en esta tarde, y vamos a imponer nuestras manos sobre ellos al final del servicio y vamos a pedir la unción de Dios que descienda en forma poderosa porque Dios les ha separado a ustedes. Hay un propósito detrás de cada congregación, vemos que la tribu de Judá siempre iba adelante en la guerra en el Antiguo Testamento. Juda es una tribu apostólica, con una unción apostólica, y se llama eso la unción que quebranta, la unción que rompe. Una unción que permite derribar y romper las filas del enemigo y liberar a los cautivos. Y quizás ustedes ni lo sabían, pero a eso les ha llamado Dios. Yo quiero que ustedes entiendan esto hoy, que con esta unción tienen también una gran responsabilidad y ustedes pueden hacerlo, pueden lograrlo. Dile a la persona al lado tuyo: podemos hacerlo. Cuando usted se miró en el espejo en esta mañana, ¿qué vio usted allí? No lo digan.... Quiero que se entrenen, se acostumbren cuando ustedes se miren en el espejo cada mañana que usted pueda decir: hombre, mujer poderosa de Dios. Vamos a ver practíquenlo, practíquenlo. Hombre, mujer poderoso de Dios.

La palabra de Dios dice que según un hombre o una mujer piensa, así es. Amen. Así que usted tiene que continuamente declarar “Yo soy un hombre, una mujer poderoso de Dios”. Pero no me siento como un gran, poderoso hombre o mujer de Dios. Nosotros no caminamos por sentimientos, nosotros caminamos por fe, por lo que Dios ha declarado. No caminamos por lo que dice el hombre ni por lo que dice nuestro papá o nuestra mamá. No caminamos por lo que la gente nos ha dicho que somos en nuestra vida. Vamos a romper algunas cosas en este día. Caminamos por lo que Dios declara. Dios dice que tu eres un hombre o una mujer poderoso de Dios. Tu no eres débil, tu eres fuerte. Has sido llamado a ser la cabeza no la cola. Has sido llamado a estar encima y no por debajo. ¿Me entienden hoy? Vamos a romper esa mentalidad derrotista porque esta iglesia va hacia delante, hombre y mujer de Dios van hacia delante y ellos necesitan gente victoriosa detrás de ellos. Y por lo tanto Dios va a hacer eso en este mañana.

Allí en Apocalipsis, 11:15, y la palabra del Señor declara: El séptimo ángel sonó la trompeta y hubo altas voces en los cielos diciendo los reinos de esta tierra han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo y El reinará por los siglos de los siglos, y El reinará por los siglos de los siglos. Yo les voy a dar una imagen profética en esta mañana de dónde nos encontramos actualmente como la iglesia de Jesucristo, yo les estoy diciendo lo siguiente, los Reinos de Dios están comenzando a alinearse y los reinos de este mundo van a doblar sus rodillas al reino de nuestro Dios y de Jesucristo. Toda rodilla doblará, toda lengua confesará que El es el Señor. Eso es lo que Dios está preparando a su pueblo para hacer.

Ok, vamos ahora a segundo de Samuel, en el segundo Capítulo de segunda de Samuel, en el primer versículo. ¿Cuántos de ustedes conocen la historia del rey David? Les voy a dar un poquito de trasfondo rápidamente. Es importante entender lo que estaba tomando lugar en ese tiempo histórico. Antes de ese momento que describe aquí, los hijos de Israel tenían un fuerte deseo de ser como las demás naciones, así que le dijeron al profeta Samuel: danos un rey. Samuel sintió luto y se dolió por esto, porque él pensaba y les dijo Dios es su rey. Y ellos dijeron: no, de ninguna manera queremos ser como las demás naciones a nuestro alrededor. Y yo estoy aquí para decirles hoy, no somos como las demás naciones. No somos como las demás gente. No estoy hablando ahora de América, sino de el Israel espiritual que somos nosotros. Ustedes no son simples hombres y mujeres, ustedes están llenos del espíritu santo y de poder. Ustedes han sido dotados con autoridad y con poder y ustedes son llamados para construir el Reino de Dios. Así que vemos que Israel escogió a un hombre, su nombre era Saúl. Saúl en el hebreo original quiere decir “pedido”. Ellos le pidieron y recibieron a Saúl. Sin embargo si estudiamos la escritura vemos que Saúl es un tipo, una representación de la religiosidad. Saúl representa en la Escritura lo que el hombre solamente puede hacer y por un breve tiempo Saúl sirvió al Señor, pero vemos que la religión está hecha para el hombre no para Dios. Saúl tenía un fuerte deseo de agradar más al hombre que a Dios así que lo vemos deslizarse, se apartaron de Dios Israel y Saúl, y Dios entonces le habló al profeta Samuel y le dijo: ve, y escoge a otro hombre, un hombre conforme a mi corazón que me ha de servir con todo su corazón y por lo tanto Samuel fue y ungió a David. David es el único personaje en la Escritura del cual se dice que su corazón era como el corazón de Dios. Y cuando David entra a la escenario, Saúl vemos que siente un fuerte celo de David.

La iglesia religiosa siempre sentirá celos de la iglesia unida. Los religiosos siempre perseguirán la iglesia verdadera de Dios, la gente de Dios, el pueblo de Dios. Así que finalmente llegamos a este punto aquí en la Escritura. Saúl muere, Saúl es matado por el enemigo. Yo estoy aquí para decirles que la religión está muriendo, la mera religión está muerta, la gente ya está cansada de la religión, ellos quieren una relación con Jesús. Quieren hombres y mujeres que tengan un corazón para con Dios. El reino de Saúl tiene una forma de piedad pero niega el poder de ella. La gente en el mundo están cansados de iglesia, no quieren iglesia. Quieren algo que cambie sus vidas. Les digo hoy, mis hermanos, que Dios está reavivando su iglesia, está llamando a sus hombres y mujeres y ellos simplemente no tendrán una mera forma de piedad, sino como dice el Apóstol Pablo: no vengo en palabra solamente, sino en poder. Y Dios está levantando un pueblo como ustedes. Digo como ustedes, digo hombres poderosos de Dios que hagan cosas grandes para el Señor. ¿Creen eso? Deben, tienen que creerlo. Amen.

Así que vemos que Saúl muere y cuando Saúl muere, David se acerca al Señor y consulta y dice: ¿subiré a ellos, a sus enemigos? Y Dios le habla al corazón de David y le dice: sí, sube. Podemos leerlo allí en el versículo uno del Capítulo 2, Segunda Samuel: “Dios le dice: sube y David le pregunta: “bueno, ¿a cuál ciudad voy?, y Dios le dice “Ve a Hebrón”. Y yo les voy a pedir que hagan un pequeño estudio ahora. Cuando ustedes vayan a sus casas quiero que le pregunten a Dios, ¿por qué a Hebrón específicamente? Y yo les voy a dar un poquito de información pero hay mucha más información sin embargo. ¿Cuántos saben que hay que excavar hondo, hay que entrar profundo en la palabra de Dios para encontrar el verdadero significado de lo que Dios quiere decir. ¿Por qué no por ejemplo Jerusalén, o Betél? ¿Por qué no Gabaón? Había muchísimas ciudades en Israel. ¿Por qué específicamente Hebrón? Y les voy a decir por qué.

Hebrón en el hebreo original quiere decir el lugar de asociación o compañerismo, es el lugar de compañía, de comunidad, compañerismo. Y en Hebrón, Abraham, Isaac y Jacob fueron sepultados. Hebrón también históricamente fue la ciudad que se le entregó a Caleb. Caleb fue uno de esos doce espías enviados por Moisés que regresó con su reporte, con Josué también, ¿recuerdan?, y estos hombres dijeron: sí, podemos tomar la tierra. Caleb era un hombre de un espíritu diferente a los demás. Espero que ustedes entiendan en qué dirección estoy yendo aquí. Hay una necesidad de que la iglesia verdadera vaya otra vez a Hebrón. Hay una necesidad de que cada uno de nosotros vayamos a Hebrón, antes de ir a Jerusalén, esa ciudad de paz, primero hay que ir a Hebrón antes de Jerusalén. Hebrón es el lugar de fe sinergística, es decir poderosa, concentrada. Es el lugar donde recibieron las promesas Abraham, Isaac y Jacob. ¿Entienden hoy lo que estoy diciendo?

Cada promesa que recibió Abraham es mía también. Cada promesa de Jacob es mía también. El espíritu de Caleb es mi espíritu también. Dios está buscando un pueblo que se levante hoy actualmente y que diga también: nosotros también podemos tomar la tierra. Y decimos otra vez: podemos tomar la tierra, nosotros podemos tomar la tierra. Dios está llamando a esta iglesia para que sea una iglesia ungida de Dios, con un pastor, una pastora ungido de Dios, con un pueblo que crea que las promesas de Abraham, Isaac y Jacob son mías también, así como el le prometió a Abraham las naciones, así también le ha prometido a usted las naciones, como le prometió a Caleb la ciudad, así también te ha prometido tu ciudad. Escúchame, el diablo no nos puede detener. Nosotros nos paramos sobre la palabra de Dios hoy, y ese espíritu igual, que levantó a Cristo de los muertos, también mora dentro de mi, y mora dentro de ti.¿Tu sabes dónde está el Reino de Dios? Adentro de nosotros. Está dentro de ti, el espíritu de Dios no está allá afuera, todo el mundo anda buscando el espíritu del Señor allá afuera en el exterior. Les estoy diciendo el espíritu santo, el Reino de Dios está en usted y Dios está esperando que usted le de curso, lo libere y nosotros libertamos ese espíritu por fe.

Nosotros transferimos el cielo a la tierra por medio de la moneda de la fe. Amen. Y así por lo tanto Dios está tratando de ayudarte en esta mañana. Yo quiero edificar tu fe, yo quiero animarles en su corazón, yo quiero que conozcan sin lugar a dudas que ustedes son llamados, que ustedes son apartados y que hay una unción y una autoridad en su vida para hacer todo, absolutamente todo lo que El ha puesto en su corazón. Escúchenme, hay muchos de ustedes que han estado soñando sueños, algunos tienen visiones de cosas que ustedes quieren hacer para Dios. El reino de Saúl siempre le estará diciendo que eso es ambición, que necesitas callarte, les va a decir que no puedes hacer eso la religión, pero ese no es el Reino de Dios. El espíritu del Dios viviente nos da sueño para que soñemos y el espíritu de David se está levantando en su iglesia y está diciendo todo lo que has recibido y lo que te he hablado lo puedes hacer. Esos sueños vienen de Dios. Y digo otra vez, esos sueños vienen de Dios. No dejes que el diablo te diga que no son de Dios.

Algunos piensan que quizás esos sueños vienen de haber comido demasiado arroz, por ejemplo, en América decimos pizza, pero eso no es cierto. ¿Cuántos saben acerca de esos 7 años que David estuvo huyendo de Saúl? En esos 7 años de huida él ya había sido ungido anteriormente como rey, estudien la vida de David. Sus hermanos se acercaron y le dijeron: “¿Cómo te atreves? ¿Qué estas haciendo? Tu eres una persona mala. Eres simplemente un mero soñador. Eres un simplemente un pastorcito, ¿dónde están las ovejas?” ¿Entienden a lo que me estoy refiriendo? El enemigo va a tratar todo lo posible por aplastarte, disociarte. Pero David sabía dentro de su corazón que él había sido escogido. Amen.

Y yo quiero que ustedes sepan, ustedes han sido elegidos, ustedes son un sacerdocio real, una persona de poder, un hombre poderoso, una mujer poderosa y tu has sido llamado a hacer grandes hazañas, digo hazañas, digo mucho más de lo que tu puedes lograr . Quiero retarte en este día, nosotros vamos a liberar, a declarar la unción de Dios en unos minutos, y te digo tienes que dejar de hacer lo que estás haciendo. Repito, debes dejar de hacer lo que piensas que solamente puedes hacer y tienes que comenzar tratando de hacer solamente aquellas cosas que Dios te ha dicho que puedes hacer. Amen. Cuando tu haces simplemente lo que eres capaz de hacer Dios no recibe ninguna gloria, pero cuando te sales de tu zona de confort y haces lo que solamente Dios puede hacer, entonces Dios recibe toda la gloria. Es hora de que la iglesia se meta en esa dimensión de Dios y las cosas mayores de Dios, las cosas de la fe. Amen.

Ahí vemos el versículo uno del Capítulo 3 de Segunda de Samuel. Les estoy diciendo, mis hermanos, que el reino de David cada día se pone más y más fuerte y esa Escritura dice que el reino de Saúl se debilitaba cada día más. Les estoy diciendo, hermanos, la iglesia sobre la cual Dios está soplando, la iglesia que tiene el corazón de Dios es una iglesia davídica, es una iglesia adoradora, es una iglesia en fuego, con una llama de fuego, es una iglesia sobre la cual Dios está soplando en este tiempo. Esta iglesia se está haciendo más y más fuerte. El reino de Saúl está decayendo más y más. Ahora escúchenme esto, lo siguiente: cuando Saúl murió David no se regocijó. David más bien guardó luto y se entristeció por la muerte de Saúl. Así que no estoy diciendo estas cosas para que la iglesia carismática o pentecostal o evangelística que está creciendo y ganando ascenso vea a las demás iglesias y se ría de ella y diga: bueno, que te pase. Cada vez que vemos que una iglesia más se cierra, nosotros tenemos que llorar y guardar luto. Tenemos que gritar. David guardó luto pensando en lo que Saúl hubiera podido llegar a ser, no se gozó por lo que había sucedido. ¿Me están escuchando hermanos?


Escúchenme, este es un buen ejemplo para ustedes se están gozando de los fracasos y los fallos de sus enemigos en vez de llorar por lo que hubieran podido ser. ¿Me entienden lo que estoy diciendo? Hay gente en su trabajo, sería simple gozarse por su fracaso, quizás le ha perseguido, por ejemplo, o se han reído de ustedes. No podemos gozarnos de eso, sino llorar por su fracaso o su derrota porque cuando nosotros lloramos Dios se mueve. Porque la misericordia triunfa sobre el juicio. Y nosotros debemos decir: ahí voy yo, excepto por la gracia y la misericordia de Dios. Así que David sube a la ciudad de Hebrón, una tribu y solamente una tribu escoge a David, 11 tribus se quedan con el reino de Saúl. Esa única tribu es.... ¿quién sabe? Juda. Amen. La tribu del León de Judá. Judá solamente escoge a David. Yo creo, hermanos, que hay un simbolismo profético en ese texto. Los líderes de esta ciudad han escogido a su pastor para ser Apóstol en esta ciudad y él pastorea la iglesia. Judá tiene que ir siempre primero. Judá, ustedes, ustedes deben ir primero. Es tiempo de que te levantes Judá. Es tiempo de escoger Judá. ¿En cuál reino va usted a vivir? Es muy fácil permanecer en el reino de Saúl. Allí uno no recibe ninguna presión en el reino de Saúl. Uno puede simplemente estar tranquilo, sentado en el reino de Saúl. Pero cuando usted se une al reino de David, ese es un reino de una nueva unción, es un reino de tomar territorios, es un reino donde hay un equipo ganador. Yo les voy a decir algo, estos tipos no van a perder. Ellos salen a jugar para ganar. Dios está llamando al equipo de Judá para levantarse y para apartarlos bajo un líder davídico, un líder apostólico en esta región para que ustedes lo apoyen. Y hay cinco cosas que el Señor va liberar sobre esta casa en este día. Ya estamos terminando.

Primero de Crónicas, Capítulo 12:23. Cinco cosas que vemos, que Dios le entrega a David mientras él se encuentra en Hebrón durante 7 años y medio solamente una tribu totalmente reconoce a David como rey, pero durante ese período de 7 años y medio 340.000 hombres vienen de las otras 11 tribus reconociendo la unción que hay sobre David. Yo les estoy diciendo hoy, ellos están reconociendo la unción que hay sobre ese hombre. Les estoy diciendo hoy que vienen, estoy diciendo que vienen esa gente, dile a tu compañero vienen, esos guerreros vienen del reino de Saúl. Dios está moviéndose en sus corazones ahora mismo, hay gente ahora mismo que está esperando para ser liberados para que puedan entrar al reino de David, para seguir ese orden davídico, esa unción davídica porque es ese reino el que está siendo restaurado hoy. Pueden decir amen.

Ustedes pueden leerlo en el Libro de Hechos. Hay un tabernáculo que Dios está reedificando, no es el tabernáculo de Moisés, no es el templo de Salomón, es el tabernáculo de David. Para un tiempo como este, por favor manténganse un momento con nosotros. Hay 5 dones, Dios quiere soltar 5 dones en tu vida para que esta iglesia pueda ir hacia delante para que tu también puedas hacia adelante. ¿Cuántos creen que hay un destino que Dios tiene sobre tu vida? Tu tienes un destino, tienes un propósito. Tu necesitas esta unción para alcanzar ese destino y eso es exactamente lo que yo hago. De eso se trata todo nuestro ministerio, una impartición de unción para ayudarte a alcanzar tu destino, enseñando la palabra de Dios de manera que tu seas equipado para alcanzar el destino que Dios tiene para ti.

Mira allí en el versículo 23. Dice allí: y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra y vinieron a David en Hebrón para traspasarle el reino de Saúl conforme a la palabra de Jehová. Yo estoy parado aquí con una gran confianza, que estas no son mis palabras, estas palabras son conforme a la palabra del Señor. ¿Por qué sucedió que ese reino de Saúl vino hacia el reino de David? Porque se trataba de la palabra de Dios. Y yo les estoy dando la palabra de Dios en este día. Va a suceder asimismo. Digo va a suceder así. ¿Lo creen ustedes?

Cinco cosas comenzando con versículo 23. lo primero que Dios está soltando en esta casa, guerreros, guerreros. Dios está liberando guerreros a esta casa. Ahora, escúchenme ustedes, hay que entender que nosotros estamos en guerra. He dicho hermanos estamos en guerra. ¿Cuándo comprenderá la iglesia que estamos en una guerra? Satanás está robando nuestros hijos, él está tomando nuestra tierra, está arrebatando y arropando nuestras escuelas, y la iglesia allí impotente, inactiva, sin saber qué hacer. Yo les estoy diciendo, hay un David que se está levantando. Hay un David que se está levantando, quizás su nombre puede que sea Roberto. Pero hay un David, un movimiento davídico levantándose y Dios está diciendo, estamos cansados de estar inactivos. Estamos cansados de que los filisteos tomen nuestra tierra. Estamos cansado de Satanás robando a nuestros hijos. ¿Están conmigo en esta mañana? Es tiempo de que el espíritu guerrero se ponga de pie, y ese espíritu está siendo liberado sobre tu vida en este día. ¿Lo vas a recibir? ¿Eres capaz de recibirlo? ¿Vas a recibir el espíritu del Dios viviente? Es un espíritu de guerra que dice las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia. Dios está retornando en espíritu para una iglesia victoriosa sin mancha, sin arruga.

Número 2, versículo 27. Asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él 3700. Versículo 28: y Sadoc, joven valiente, y de la casa de su padre con 22 de los principales. Más adelante Sadoc se convierte en el sumo sacerdote del reino de David y yo les estoy diciendo, mis hermanos, ustedes son una casa de sacerdotes, ustedes son una casa de intercesores. Los sacerdotes interceden, los sacerdotes van al muro y claman. Los sacerdotes se paran en la brecha y ellos declaran: no pasarás más adelante. Los sacerdotes eran los adoradores que David estableció en su tabernáculo. Así que lo segundo que Dios está desarrollando en su iglesia es adoradores, sacerdotes adoradores. Esta iglesia es una iglesia adoradora, es su adoración lo que ganará la guerra. Fueron los adoradores de Josafat que derrotaron al enemigo. Usted tiene que entender la naturaleza guerrera de su adoración, así que conviértase en un adorador. Les digo, conviértete en un adorador. Enfermos de amor por el Señor Jesucristo, apasionados por Jesús. Adórenlo con todo su corazón.

Número 3 ahí en el versículo 32: De los hijos de Isacar que sabían interpretar los tiempos, entendidos en los tiempos y que sabía lo que Israel debía hacer. De los cuales había 200 y todos sus hermanos estaban bajo su mando. Hermanos, Dios está declarando sabiduría sobre esta casa. ¿Cuántos necesitan sabiduría hoy?

Salmo 24:3, dice: la sabiduría edifica la casa y a través de la ciencia es establecido. Dios está declarando sabiduría sobre ustedes. Sabiduría para estrategia. Sabiduría para entender los tiempos y las sazones. Tiempo para saber cuando moverse y cuando estar detenidos. ¿Están entendiendo lo que les estoy diciendo? Dios nunca se tarda ni se adelanta. Debemos movernos in sincronía en el tiempo de Dios. Eso solo se discierne por medio del conocimiento de Dios, la sabiduría divina.

Y el cuarto don allí en el versículo 33: De Zabulón 50.000 que salían a campaña prontos para la guerra, expertos en toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón. Dios está soltando armas, hermanos en este lugar. ¿Cuántos de ustedes dicen, yo soy una de esas armas? Vamos, jóvenes, ni siquiera se dan cuenta de esto. La palabra de Dios dice que los niños son como flechas porque en las manos de un hombre poderoso. Ustedes son las armas. Ustedes son las armas. Dios está soltando armas en esta casa. Está trayendo gente a esta casa. Ustedes van a convertirse en expertos en lo que hacen. Ustedes van a aprender computadoras, análisis científico, artes gráficas, carpintería y albañilería, abogados, amas de casa. Gloria de Dios, amen, amas de casa. Una de mis mayores intercesoras son amas de casa. Así que esposos liberen a sus esposas. Suéltenlas, les digo. Que se conviertan en armas en las manos de un Dios poderoso. Que sean soltadas. No hay nada como la oración de una madre. Son efectivas y poderosas y llegan al blanco. Dios está soltando armas en este lugar.

Y el último don en el versículo 40, dice la palabra del Señor: que el Señor soltó abundancia al reino de David. Vinieron de Zabulón y de otras partes y trajeron todo tipo de mercancías en gran abundancia porque había gozo en la casa del Señor. Dije porque había gozo en la casa del Señor. Dios está soltando riqueza, abundancia en su casa. Les digo de nuevo, Dios está soltando abundancia. ¿Cuántos quieren abundancia, cuántos quieren riqueza? Póngase de pie. Esa riqueza vendrá a través de usted. Ahora, lo que deben entender. ¿Cuántos de ustedes conocen la Escritura? La palabra de Dios declara que el está desplazando, moviendo la riqueza de los impíos a las casas de los justos. ¿Cuántos creen eso en esta tarde? Amen. ¿Cuántos creen que los malos simplemente van a venir y le van a entregar su dinero así por así? No pasará exactamente. Si ustedes estudian la palabra riqueza es la palabra hebrea chaiel, que quiere decir influencia. Yo les digo que Dios les va a aumentar su nivel de influencia. Dios les va a promover. Dios les va a promover a posiciones estratégicas.

Dios está levantando a Josés en esta casa que van a ser ubicados en la casa del faraón. Escucha, para un tiempo como este, Dios está levantando Danieles, llenos de sabiduría y va a haber un cambio, un desplazamiento de influencia. No solamente quiere decir esa palabra influencia, sino que también quiere decir los despojos de la guerra. Amen. Yo estoy listo para recibir esos despojos de guerra. Yo estoy listo para poseer el territorio del enemigo porque todo lo que tiene ese territorio es mío, me pertenece. Vamos dilo, amen, me pertenece. Es mío. El diablo ya hace tiempo que lo robó ........., ahora viene un cambio, un desplazamiento. El está trayendo guerreros a esta casa. Está trayendo adoradores a esta casa. Está trayendo sabiduría a esta casa. Está trayendo armas a esta casa. Y está trayendo riqueza, abundancia también a esta casa.

Si usted lo cree, levante sus manos. Levanten sus manos. Yo voy a hacer una oración y yo creo que Dios me ha enviado aquí hoy para liberar esta palabra. Esto es solamente el comienzo. Digo lo mejor está todavía por delante de ustedes. Hay muchas buenas cosas por delante. No se satisfaga solamente con lo que tiene ahora mismo porque Dios tiene grandes cosas para usted. Padre, ahora mismo digo esta palabra profética sobre esta iglesia, sobre este pueblo porque esta son gente especial. Estas son gentes grande y ellas recibirán el territorio. Recibirán todo lo que apliquen sus manos. Yo suelto el don de fe sobre ellos, sobre esta iglesia, sobre este cuerpo para que comiencen a creer que hay cosas mayores delante de ellos, que ojos no han visto, ni oídos han oído, ni les ha entrado a la mente de sus corazones, las cosas que Dios ha preparado para ellos. Y Padre ahora mismo te suplico, suelta las cosas que tienes en tu corazón guardadas para ellos, suelta las cosas en tu corazón y empieza a declararlas y depositarlas sobre este pueblo.

Padre para cada persona que se encuentra desalentada, envía esperanza hoy. Suelta fe para creer, dales ojos para ver, oídos para oír, y un corazón que pueda entender. Que puedan entender que están en un tiempo que ha habido un desplazamiento ya, y que ellos reconozcan esa unción, que ellos han sido traídos a este lugar, a esta iglesia porque han sido atraídos por ti. No hay ni un solo error aquí en esta mañana, ni un solo error, tu no estás aquí por equivocación, estás aquí porque Dios te ha llamado. Tu estás aquí para levantar los brazos de este hombre, tu estás aquí para tener una unción quebrantadora, para tomar el territorio. Y la ciudad de Boston, en el estado de Massachussets, en toda esta región de Nueva Inglaterra, y aún en los Estados Unidos, y Dios te ha dado las naciones.

Ahora mismo Dios dice: pídeme y recibirás. El está esperando que tu le pidas. Lo único que tienes que hacer es pedir. Oh, Señor yo quiero ser un guerrero. Yo quiero ser un adorador. Yo quiero tu sabiduría. Yo quiero armas que lleguen a mi vida. Hazme un arma hoy, Señor. Libera influencia y riqueza y yo he de usarla para tu reino. Y Dios dice: ahora es tuyo. Ahora mismo, tu lo tienes. Es tuyo ahora. Gózate, regocíjate y recibe la bondad del Señor. Amen. Amen. Gloria al Señor. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

Vamos a pedirle a sus pastores que pasen aquí adelante, esta mañana les ungimos en primer servicio. Es muy, muy importante, así como Israel o Judá reconocieron la unción de David. ¿Me escuchan? Es un reconocimiento, en ese reconocimiento hay una soltura de la unción para que David sea rey. Hoy los líderes de esta ciudad han reconocido a su pastor como un Apóstol y es importante ahora que ustedes reconozcan a su pastor y su esposa como líderes en esta región. Y mientras nosotros oramos la unción de reconocimiento va a ser soltada sobre su vida. El no sabía que yo venía a hacer esto en este día, yo mismo no sabía que iba a hacer esto en este día hasta esta mañana. Pero este es un momento crítico importantísimo para esta congregación porque ustedes saben que Dios ha llamado a esta congregación a algunas cosas muy importantes. Nosotros no hacemos alarde de nosotros mismos, todo es en El, su gracia.

El presidente Bush dijo lo siguiente: al reconocer al equipo de fútbol los Patriotas de Nueva Inglaterra en la Casa Blanca, él les dijo: saben los patriotas, los Patriots, se les reconoce por el espíritu de equipo, no hay allí ninguna súper estrella, sino que todos trabajan como un solo equipo, juntos. Pueden decir amen. Y ese es el cuerpo de Cristo. Y el presidente Bush dijo lo siguiente: cuando la gente escogen trabajar junta para algo mayor que ellos, todo el mundo gana. Todo el mundo resulta ganando.

Este cuerpo, ustedes han escogido trabajar juntos para algo que va más allá de cada uno de ustedes. Y yo les digo en este día, que esta iglesia va a impactar esta ciudad, va a impactar este estado, esta región, se escuchará de ella, sale un sonido de aquí y David ha sido ungido y el pueblo ha de venir. Digo, esa gente viene ya.

Vamos a orar. Pasen los líderes y el pueblo. Vengan, acérquense aquí. Amen. Vamos a enfocarnos en el Señor. Sígannos enfocados. Los invito, hermanos, pasen. Vamos a orar por los pastores, vengan. Me siento como Samuel hoy. Unción sobre un rey, unción sobre un hombre y mujer de Dios. Suelta, Señor, suelta..... de Dios que está dentro de ti, que se junte en una fe unida, como la fe de Abraham, Isaac y Jacob, David se unió a su fe, y así hoy nuestra fe se está uniendo y se está soltando y podemos hacer más en unidad de lo que podemos hacer aparte. El poder de la sinergia, la unidad. Una llama puede dar luz para miles, dos para diez mil, no para dos mil. Vamos a orar.

Padre, en el nombre de Jesús unjo a este hombre y su esposa. ¡Aleluya! Como se han humillado ante ti, Señor. Señor, han estado dispuestos a pagar el precio, como siguen humildes delante de ti, yo suelto una unción mayor sobre ellos, no solamente unción de sacerdocio, sino unción de reino, autoridad para llegar contra el enemigo, estrategia para que se suelte en esta región y en tu reino, Señor. Señor hacen guerra para ti, hacen guerra en el nombre tuyo, hacen guerra en tu nombre, Señor, para tu reino Señor, y en la misma manera que David siguió adelante y venció a sus enemigos, en la misma manera hoy, declaro que todos sus enemigos, todos los enemigos del Reino de Dios caerán ante el ministerio de este hombre y mujer de Dios. Ruego que tu unción esté sobre él para tomar la tierra para reclamar todo lo que tu le has dado, Señor, se suelta hoy. Estamos en unidad, en un acuerdo hoy. Tu dices que donde están 2 o 3 unidos en tu nombre en fe, creyendo, tu lo harás. Te damos gracias Señor en el nombre de Jesús te pedimos. Amen.

Pastor(de tu Congregación), es tiempo de extender, yo veo ríos, grandes ríos fluyendo, no solamente estás destapando pozos, hay un rio también que se está soltando. Dios dice que no es solamente que hay pozos que se destapan, sino de tus entrañas van a fluir ríos de agua viva. En este día un río se está soltando, un río no solamente un pozo, un río para ti y tu esposa. Señor pedimos protección sobre esta pareja. Señor, protección, en esta casa, levanta guerreros de oración en esta casa, levanta intercesores, que estén en la muralla, que den protección alrededor del pastor y su esposa y su familia hoy, Señor, y yo te digo Satanás, tu estás negado acceso a esta pareja. No tienes permiso, no vas a entrar ahí, no vas a dañar el plan que Dios tiene para ellos en esta casa en el nombre de Jesús y todos decimos juntos. Gracias Señor.

11 octubre 2009

Celebración Ministerio de Niños

Hermanos, yo creo que con lo que se ha escuchado han podido procesar por algunos segundos que de veras el ministerio de niños está dando resultado, y que está dando resultado porque están siendo pioneros. Hermanos, esa palabra me gustó mucho, pioneros de la palabra de Dios. Esas criaturitas pequeñas están saliendo evangelistas, ¿verdad? Están saliendo personas que están llevando a sus padres, que no conocen al Señor, la palabra, y ese es nuestro llamado. Yo les invito a todos aquellos que nos visitan por primera vez a que puedan subir al tercer nivel y puedan ver los salones, y puedan ver los dibujos que hay en las paredes y todo, y todo mis hermanos que está ahí, se ha programado, se ha tomado tiempo para que no solo los niños disfruten de ellos, sino también los padres. Cuando usted suba al tercer piso, hágame el favor de bajar a la edad de su niño y así sentir también lo que su niño siente allá arriba. Así que cada vez que suba, baje a ser un niño que es lindo, ¿no?, porque baja al nivel de él. Y les quiero decir también que no voy a dar un testimonio, voy a leer una cosita, una notita rápida y se llama “quisiera ser televisión”. Esta fue la oración de una niña de 6 años y dice así:

Imagínese usted de 6 años. Bajemos todos a esa edad, ¿verdad? 6 años. "Señor, esta noche te pido algo especial. Conviérteme en televisor, quisiera ocupar su lugar para poder vivir lo que él vive en mi casa. Tener cuarto especial para mi, congregar a todos los miembros de mi familia alrededor, ser el centro de atención al que todos quieren escuchar sin ser interrumpido ni cuestionado, que me tomen en serio cuando hablo, que se crean todo lo que digo, sentir el cuidado especial e inmediato que recibe el televisor cuando algo no le funciona, tener la compañía de mi papá cuando llega a casa aunque venga cansado del trabajo, que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida en lugar de ignorarme, que mis hermanos se peleen para estar conmigo, divertirlos a todos aunque a veces no les diga nada, vivir la sensación de lo que dejen todo por pasar algunos momentos a mi lado. Señor, no te pido mucho. Todo esto lo vive cualquier televisor así que espero ser respondida”.

Mis hermanos es una niña de 6 años que quisiera ser un televisor. Yo creo que no solo un niño, o una niña de 6 años quiere ser un televisor, a veces un adulto quisiera ser un televisor para que le pusieran atención. Así que mis hermanos, es nada más una notita para que tomemos en cuenta qué tan importante quiere ser un niño, y yo creo también que también un adulto quiere ser un televisor. Ahora mismo usted quisiera ser un televisor, ¿verdad?, porque quiere comunicar tanto y que si el televisor se para, nosotros nos quedamos...... y si un botón se arruina queremos arreglarlo así..... A quien le guste el deporte, sus novelas, y todo, mis hermanos, les digo.... haga de su niño la importancia y haga por favor del ministerio de niños la importancia. Yo no se si decirlo así, pero vamos a ver: yo creo que si fuera una niña yo pediría que el ministerio de niños fuera un televisor para tener la atención de todos ustedes siempre, y sus oraciones y sus ayudas. Así que el Señor les bendiga y sigamos adelante entonces.

Gracias, Carlota. Dios te bendiga. No se vaya porque vamos a orar por ti. Puede sentarse pero vamos a orar por ti después. Eliana también tiene testimonio. Que sea un poquito breve porque el tiempo va corriendo. Una pareja nueva lleva un año aquí, son un familia linda, linda, así que les damos la bienvenida y por favor adelante.

Buenas tardes, pues mi testimonio es de gran bendición, quiero contarles que en nuestra familia nosotros somos pioneros en el Señor, somos los primeros cristianos. Entonces no se si a ustedes les pasa, pero en mi caso mi familia no quiere oír nada del Señor, porque nos lavaron el cerebro, porque nos están sacando todo el dinero y por miles de cosas más. Entonces el llegar a ellos y el poder compartir es.... hay una barrera bien grande que solos nos admiten como familia pero no como una nueva creencia, una nueva familia, aunque ven que nuestra familia es de testimonio. Entonces algo pasó muy particular con nuestros hijos porque ustedes saben que los abuelos y los tíos quieren mucho a los niños, y entonces lo que nosotros no pudimos hacer como adultos y como hijos, lo hicieron nuestros hijos. Entonces mi hija, que es tan querida por mi mamá y por sus abuelos y por su tíos, ella llega y le dice: abuela, el rencor no es bueno. Si hay rencor en tu corazón Jesús puede sanarte. Al tío le dice: tío, si tu estás tomando, ese no es el camino, Jesús puede ayudarte. Entonces mis hijos pudieron entrar más fácil a esa área tan dura que fue para mi esposo y para mi y poder llevar un testimonio de Jesús a nuestros hogares. Amen.

Solo quiero agregar algo, y Nelson si puedes saludar desde allí, el esposo Nelson que está ahí. Y gracias a Dios. Solo quiero decir que me gustó que ella usó la palabra pionera y pionero. Hay muchos gracias a Dios, hay muchos en esta iglesia que son los primeros cristianos en su familia, los padres o los abuelos no eran así. Hay un montón de cosas generacionales que vienen y lo que Dios hace es que salva una pareja que se ponen en la brecha y dicen que ahí para los patrones malos. ¿Cuántos saben que hay pecados que corren en familia? Puede ser alcoholismo, abuso, lo que sea, y lo que Dios quiere son pioneros para decir yo y mi casa serviremos a Jehová. Y cuando se hace, cuando se hace así comienza una cadena de bendición generacional, los niños crecen bajo la sombra del Altísimo y tienen la bendición del espíritu santo desde su niñez, y sus hijos mejor, mejor, cadenas de bendición. Así que muchos de ustedes están en la lucha pero espero que se vean como pioneras y que no se cansen en educar sus hijos en los caminos del Señor. Gracias, Eliana, Dios te bendiga. Amen. Gracias.

Ahora me toca compartir mi testimonio breve y después lo vamos a pasar al pastor. Quiero compartir con ustedes mis primera Biblia de niños. Yo jamás pude olvidar este libro y ni es mío, fíjate. Yo estaba en la casa de mi esposa, en California desde su niñez, y estaban limpiando la casa y yo vi ese libro y me di cuenta de que era la misma Biblia de niños que yo había tenido cuando niño, y eso fue como.... tengo ya 37 años que algo por ahí, 36, 37. soy más viejo de lo que aparento, así que ....... y así que hace 30 años y yo recuerdo los colores y los dibujos y las historias y casi siento como si he encontrado un amigo. Está gravado en mi mente, en mi conciencia, la Biblia que se compartió conmigo cuando yo era niño. Hermanos, las cosas que sembramos en los niños siguen con ellos el resto de sus vidas y aunque se extravían por un tiempo ellos tienen eso ahí gravado y es una semilla y es una semilla poderosa. Una semilla que da fruto y con tiempo el espíritu santo los persigue y los trae otra vez donde tienen que estar. Quiero animarles, ustedes son ministros y ministras de niños. Mi mamá me regaló esta Biblia, mi mamá me ministró. Yo recuerdo queríamos una vez ver una película de horror ...... con todos los demonios y mi mamá, que casi nunca, ella no era muy estricta con nosotros, era como tranquila, pero ese día ella dijo: “No. Esa película en mi casa, no”. Y yo, “mamá estás en serio, eso solo es una película”. “No, No, No, Satanás no tiene lugar en esta casa”. Yo le doy gracias. Mi papá, que ni es cristiano, yo recuerdo una vez, yo me robé un diente de tiburón que yo encontré en una tienda. Me lo robé y lo dije a mi papá y después lo devolví, solo por el gozo de robar. Tenía como 7 años y yo lo comparto con mi papá como si él iba a decirme: ¡Ay, bien hecho mi hijo! Yo pensé: ay, qué chistoso, ¿no papá? Y se enojó conmigo. Yo, cómo va a ser. Y yo jamás olvido su reacción y su ira pero su ira muy santa, su ira buena conmigo. Y yo.... ¡guau!, no robé más dientes de tiburones. Lo que se siembra en un niño sigue con ellos. También yo iba a escuela dominical, con los católicos y también con los protestantes. Me enviaron a escuela dominical protestante, “nursery school”, cuando tenía 5 años. Me enseñaron a orar ahí, y yo volvía a la casa como un pentescostalito, con los ojos cerrados: Señor. Y mis padres, como riéndose de mi, pero qué lindo ¿no? Yo aprendí a orar. Yo creo, yo siempre digo que acepté a Cristo a los 16 años, pero ¿sabes qué?. Yo creo que no es así, yo creo que acepté a Cristo a los 5 años en nursery school y olvidé y después el espíritu santo me persiguió hasta yo aceptarle a los 16 años. Lo que sembramos en ellos sigue con ellos para siempre.

Padres, ustedes son ministros. Saben que el ministerio de niños es una extensión del ministerio del padre y de la madre. Ustedes tal vez, no sabrán dónde comenzar, alguien recién llegado. Ellos envían a la casa un versículo, estudia el versículo con el niño, ora con el niño, te vas a sorprender lo que Dios puede hacer a través de ti porque todos somos ministros y ministras de niños levantando una nueva generación, una generación Josué que va a conquistar la tierra.

Voy a invitar al pastor y vamos a orar una vez más a dedicar todo este asunto al Señor y yo te invito, vamos a hacer ejercicios este día. Póngase de pie una vez más y una vez más les animo después de este culto, es más si usted es papá no tiene opción, súbase, tiene que subir al tercer piso, sus maestros de niños están esperando y van a ver adornos lindos que han puesto en las paredes, ganamos a Disney con eso, OK.

Saben qué hermanos vamos a cambiar un poquito el programa para fluir con lo que está diciendo Gregory y simplemente voy a pedir que permanezcan de pie mientras yo leo una porción de la palabra, voy a ser bien breve y entonces vamos a terminar para no mezclar demasiados mensajes, porque yo creo que este mensaje que se ha compartido hoy es lo suficientemente importante para que lo retengamos y así no se van ustedes con una cantidad de diferentes cosas y diferentes ideas porque es tan importante esto. Así que voy a leer la palabra y entonces voy a compartir un pensamiento y cerramos y entonces quizás nos puedes despedir con una oración, Greg.

Dice aquí en Mateo, Capítulo 19, versículos 13 al 15, pasaje muy conocido de todos ustedes. “Entonces fueron presentados unos niños para que Jesús pusiese las manos sobre ellos y orase. Y los discípulos les reprendieron pero Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mi y no se lo impidáis porque de los tales es el reino de los Cielos” y habiendo puesto sobre ellos las manos se fue de allí”. Bendiga el Señor su palabra.

Tomen asiento un segundito. Esta mañana yo estuve predicando y lo que creo es que voy a hacer es que voy a compartir eso más adelante con ustedes, quizás el domingo que viene para que recibamos la misma enseñanza acerca de podar y estamos todavía abundando en ese pasaje de Juan 15, donde el Señor habla de que El es la vid y nosotros los pámpanos y permanecer en El, etc. Fue un mensaje que, creo que fue de bendición para muchos y por eso me habían pedido que lo diera otra vez, aunque no era el plan original, porque queríamos dedicarlos a esto, pero en ese mensaje hay algo muy importante en esta idea de que Dios invierte en nosotros. Dios no meramente nos llama a su Reino, y entonces dice: bueno, ya tu estas salvo, ya te vas al cielo, así que bueno, no tengo que entenderme más contigo, simplemente ya se hizo lo más importante que es salvar tu alma. Ahora siéntate a esperar hasta que llegue tu día para reunirte conmigo en la eternidad. Dios no hace eso, sino que Dios invierte en nosotros y nos cuida y nos trabaja.

En esa imagen que yo leí de Juan 15 está la idea de un.... bueno, está Juan 15, está Lucas también. Leí un pasaje de Lucas, el conocido pasaje de la higuera que no está dando fruto y viene el dueño de la tierra y dice: mire, esa higuera no está dando fruto así que córtala, para qué inutiliza la tierra. Y hay un personaje allí que es muy interesante que se llama el viñador, y el viñador me imagino que es como un tipo de jardinero, de trabajador agrícola cuya función es trabajar esta viña, trabajar esta planta y asegurarse que de fruto y el viñador le dice al dueño: Por favor espera un tiempecito, dame un año, déjame que yo cave alrededor de esa viña, déjame que yo la abone y entonces vamos a ver si da fruto. Y si no da fruto entonces, bueno, hagamos como tu pides. Y yo creo que a la existencia meramente que haya un viñador en esa tierra, es importante y es indicio del estilo de Dios de tratar con nosotros. Fíjese que Dios no simplemente crea cosas, sino que Dios las nutre, Dios las trabaja, Dios pone personajes, por así decirlo, en este caso, en el caso de cada creyente es el espíritu santo. Cuando nosotros entramos a los caminos del Señor, cada uno de nosotros recibe el espíritu santo que viene a morar con nosotros y que se convierte en un viñador que trabaja en nuestra vida y que poda, y cava y hace todo lo necesario para que la planta de fruto.

¿Y hermanos no es así también con los niños, que debemos nosotros hacer como padres? Nosotros damos a luz vida. Yo veía estas criaturas aquí tan bellas. Cada uno de ellos es un drama, cada uno de ellos es una historia, cada uno de ellos es una película maravillosa por desarrollarse todavía. Y usted los ve allí cada uno con su carácter, uno jugando con una barajita, que tiene que venir el maestro y quitárselas, otro por allí queriendo ser baterista, otra niñita por allí, dulce y tierna, otra inquieta y ... cada uno tiene.... ya hay cosas escritas dentro de ellos de lo que van a hacer un día en su vida. Y son vidas preciosas. Gregory decía, ciertamente su alma no es menor que la de un adulto. El alma nace en su totalidad. Y son cosas preciosas que nosotros no podemos darnos el lujo de simplemente, como creían los filósofos teístas, el teísmo es una filosofía del siglo 18 y 19 que profesaba que cuando Dios creó el universo, simplemente le dio cuerda como se le da a un reloj y lo lanzó al espacio a flotar y se desentendió de él. Ellos creen que Dios existe pero lo ven como un Dios desentendido de su creación. Y nosotros sabemos que no es así. Dios es un Dios tremendamente involucrado en su creación. ¿Y saben qué? Yo pienso que así debe ser cada padre y cada madre. Nosotros damos a luz vida, creamos en un sentido porque Dios nos ha dado esa capacidad creativa y generamos algo maravilloso, misterioso, rico en potencialidades y no podemos, como el Dios del teísmo, darle cuerda a esa criatura y pensar que esa criatura va a desarrollarse en algo precioso, armonioso, creativo simplemente por magia. ¿Cuándo ha visto usted un hermoso jardín compuesto de flores de diferentes colores, texturas, que florecen en diferentes etapas de la temporada, que se complementan en su forma, y en su tamaño, y pensar que ese hermoso jardín con sus espacios bien planificados, se dio por arte de magia? Inmediatamente que usted ve eso, usted sabe que detrás de ese bello jardín hay una mano cuidadosa, que se ha dedicado a atender ese jardín. ¿Si o no? Y usted sabe que allí ha habido horas invertidas en esa tierra quitándole las yerbas malas y cuidando que los insectos no se coman la tierra, fertilizándola, podándola, apartándolas unas de la otras para que no se abrumen y se destruyan unas a otras, para mantener la armonía de todas esas diferentes plantas. Y asimismo es la vida humana. La vida humana está compuesta de diferentes facultades, diferentes emociones, diferentes posibilidades, diferentes impulsos. Hay impulsos negativos, impulsos positivos, y toda esa maza de creatividad que es la criatura cuando nace tiene que ser ordenada también, tiene que ser manejada, tiene que ser irrigada y abonada. Y eso es la parte que le toca a cada padre o cada madre. El Señor valoró a los niños.

Fíjese que los discípulos se parecen tanto a nosotros, tanto en nuestra capacidad como padres, como también como la iglesia de Jesucristo porque esos discípulos representan esa iglesia que cree que el maestro es importante o demasiado importante para atender a esos mocosos insignificantes. No, eso es para los inferiores. ¿Cómo vamos a preocupar al maestro para tomar un momentito para cuidar esos niños? El Señor les dijo: No, no, no, espérense un momento señores. Déjenme decirles algo, si ustedes no se hacen como uno de esos niños, ustedes no van a ir al Reino de los Cielos. Y entonces detuvo su grupo de gente, paró toda su importante misión y pasó tiempo con cada uno de esos niños. Les impuso las manos, oró por ellos, los bendijo y entonces siguió su camino. Hay una lección allí hermanos, la iglesia y nosotros los padres tenemos que invertir en nuestros hijos. Amen. Tenemos que valorar la niñez, hay que sacar tiempo.

Ayer Gregory y yo tuvimos un momento de crisis pastoral mientras hablábamos porque nos preguntamos ¿qué hacemos hoy? Lo que pasó fue que ayer invitamos a los padres, como ustedes recuerdan, para venir y visitar los salones, que de hecho, enfatizo que después de aquí, suban un momentito allá y vean lo que han hecho los maestros, nuestra hermana Sara Naranjo, la hija de nuestro hermano Naranjo, hizo un trabajo excelente en decorar mucho esos salones. Han pasado horas y los maestros estuvieron allí un tiempo grande. Invitamos a los padres y vino un grupito lindo, pero no eran todos los que nos hubiera gustado ver. Entonces Gregory estaba hablando conmigo allí, y yo le dije: Mira, Gregory por qué no mañana tornamos el servicio en un tiempo para celebrar el ministerio de niños. Saben que tuvimos que decidir si lo íbamos a hacer o no, porque uno piensa muchas veces como que hacer eso es interrumpir el curso normal de las cosas. Fíjense a donde hemos llegado, hermanos, nunca nos tomamos tiempo para celebrar los niños, y un día que escogemos es como que estamos haciendo algo malo. Gloria al Señor que tuvimos la lucidez espiritual de decir: no, vamos a hacerlo en el nombre del Señor, vamos a hacerlo y vamos a concientizar al pueblo. Es importante que la iglesia detenga su camino para valorar a los niños y bendecirlos y extender la mirada hacia ellos y dedicarles atención. Gracias, hermanos. Yo creo que el hacer eso solamente ya es inherentemente de bendición para nuestros niños. Lo que nosotros hemos hecho esta tarde aquí es un acto profético, no es solamente lo que se ha dicho, no, no yo creo que hay una energía espiritual que es liberada con solamente una congregación reconocer la importancia de la niñez.

Déjenme decirles otra cosa, ya voy terminando, que está en mi mente aquí y es algo muy importante: saben no solamente Jesucristo valora a los niños, sino, voy a decir algo estremecedor, Satanás valora a los niños. Satanás y sus demonios no cometen el error que comete la iglesia. Satanás invierte en la niñez. Da pena decirlo, pero es cierto, hermanos. Vivimos en un mundo en el que el diablo ha recibido libertad inclusive para entrar en la dimensión más noble, más inocente de la vida y vemos en la televisión ya anuncios que sexualizan la mente de los niños, ya usted ve las intimaciones de sexualidad en los anuncios de cosas para los niños. Vemos el consumerismo con que están siendo llenados nuestros niños de apetito por esta marca, esta ropa, ese juguete. Vemos la violencia en los juegos digitales, de computadoras. Vemos la rebeldía contra la autoridad ya metida sutilmente en algunos de los programas infantiles. Y vemos ya la semilla de la rebeldía siendo metida en los programas, la homosexualidad está siendo infiltrada en muchas maneras en los programas de televisión educativos de niños. Ya eso es una realidad y las autoridades de esta nación están muchas veces cooperando con la desensibilización de nuestros hijos en el área de la homosexualidad también. ¿Por qué? Porque Satanás valora a los niños. No solamente Jesús valora a los niños, las fuerzas del infierno que piensan estratégicamente, saben que si pueden alcanzar el corazón frágil de una criatura y meterse en su mente, así como esas imágenes de ese libro se quedaron allí plantadas como una bomba de tiempo en el corazón de Gregory, el pastor de 36 años, así mismo Satanás planta imágenes, impulsos, energías, actitudes que como una bomba de tiempo se plantan como una semilla maldita en la sensibilidad de nuestros hijos, esperando el día para explotar. ¿Qué va hacer la iglesia y qué vamos a hacer los padres?

Hermanos, ser padre es una cosa de 24 horas al día, 7 días a la semana. Diga amen y recíbalo. Hermanos, esa criatura que usted tiene ahí a su lado, o que está allá arriba, es una cosa tan preciosa que usted debe dedicarle tiempo, debe dedicarle atención, debe apagar el televisor de vez en cuando y más que de vez en cuando, esa es su prioridad. Debe sentarse a conversar con esa criatura, debe sentarse a veces a ver algún programa de televisión e interpretarle lo que está viendo para que aprenda a criticar lo que se le está tratando de vender en esa pantalla. Usted debe sacar tiempo para compartir con ellos los asuntos de la vida, para compartir la palabra de Dios. No escatime, hermanos, oportunidades de usted sembrar una semilla en la sensibilidad de sus hijos. Meche y yo muchas veces tenemos que correr de un sitio para otro, no digo esto para que digan: Oh, que gran.... ,pero a veces Meche el viernes llega de estar aquí en consejería o en otras cosas, Abigail llega de la escuela, un rato después tiene que venir aquí para el tiempo de los niños, mejor dicho de los jóvenes, el servicio de jóvenes. A veces tiene que quedarse aquí porque no vale la pena venir y volver entonces a la casa y volver a regresar, y ya 10 y pico o algo así de la noche está regresando. O el lunes para que venga... para nosotros es un gozo que esté ensayando con el grupo de alabanza y otras cosas y que invierta tiempo en la escuela, y tenemos que invertir en su educación también. Gloria a Dios que puede asistir a una escuela cristiana y que allí hay hombres y mujeres que están invirtiendo en esa niñez. Yo le doy Gloria al Señor por proyectos como el de Boston Trinity Academy y ojalá que corran otros, porque la iglesia de Jesucristo necesita invertir en la niñez. Nosotros tenemos que dedicarle tiempo a nuestros niños. Hermanos, que hoy nosotros tomemos una renovada conciencia de la importancia de valorar a nuestros hijos. Invierta tiempo en ellos. Desvélese por ellos. El tiempo de los desvelos no es solamente cuando esa criatura está gritando a los dos o tres meses por una botella de leche, es también cuando tiene 11, 10, 9 años. Algo pasa en la mente de nuestros niños cuando llegan a la edad de 7, 8 años. Algo pasa, yo hace un tiempo atrás fui a una reunión con el superintendente de escuelas de Boston y nos enseñaba una.... él mismo ni sabía lo que estaba enseñándonos en un sentido espiritual, pero nos mostraba cómo hasta cierta edad había una curva que mostraba que los niños funcionan bastante bien académicamente aquí en la ciudad de Boston, pero cuando llegan a una cierta edad esa curva comienza a bajar y a descender. ¿Qué está pasando? Que esos niños ya entran en interacción con el mundo, comienzan a ver la televisión, el mundo les comienza a hablar a ellos, porque ya pueden pagar dinero, ya pueden ser consumidores, ya el diablo sabe que su sexualidad se está despertando, su conciencia está comenzando a funcionar, su adultez está comenzando a desarrollarse en ellos y ese es el tiempo preciso, esa es la primavera para esos niños y hay que, en ese tiempo, hay que aprovecharlos, y el diablo usa ese tiempo de florecimiento para meter cosas y para dañar esa tierra.

Hermanos, nosotros tenemos que contrarrestar eso. Y usted tiene un hijo, una niña, un teenager saque tiempo, valórelo como hijo Jesucristo al orar por ellos, ore por sus hijos. Entienda que usted es un ejemplo para ellos, bueno o malo pero es un ejemplo para ellos. Entienda algo, que si usted quiere que una verdad se grave en su niño, usted va a tener que repetírsela como unas 500 veces en diferentes maneras, por lo menos 100 ó 200 veces. Ese niño va a tener que observarlo a usted en alguna manera para que esa verdad traspase a su conciencia y se convierta en algo constitutivo, algo estructural en su personalidad. No es un trabajo para cobardes ni para gente haragana, ni para gente con bajo nivel de atención. Usted tiene que hacerlo continuamente y ese es su llamado, esa es su misión, esa es su visión como hombre o mujer de Dios. Entonces hermanos vamos a cultivar nuestro jardín, vamos a atender nuestra tierra, vamos a valorar a nuestros hijos porque hay un enemigo que no duerme y él quiere esas criaturas, y usted es la única línea de defensa ahora mismo que tiene. La iglesia no es la primera línea de defensa. Quítese eso de la mente. La iglesia puede complementar lo que usted hace, pero no podemos hacer el trabajo de usted. Usted tiene que... esa criatura que Dios le ha dado valorizarla, orar por ella, imponerle mano, sacar tiempo para ella, salir de su rutina y ponerle atención como hizo el Señor Jesucristo. Amen. Gloria a Dios. Recibamos esa palabra de Dios en esta tarde y renovemos nuestro compromiso como iglesia de valorar la tierra y las plantas que Dios nos ha dado. Amen. Amen.

Hermanos, ahora pongámonos de pie. Saben que yo todavía no tengo hijos, pero tengo sobrinos y todos los hijos suyos no se... yo siento amor por ellos. Uno no tiene que ser mamá o papá para ser una mamá o un papá espiritual. Uno puede tener nietos o animar a familias jóvenes a orar por los niños. Todos aquí tenemos una responsabilidad sagrada con el Señor de cuidar los hijos que están, los niños que están en la iglesia de Jesucristo. Si están en la iglesia de Jesucristo son mis hijos y siento esta responsabilidad por ellos, así que vamos a entregarnos al Señor, vamos a encomendarnos a El, que El afirme nuestro llamado en el nombre de Jesús. Oremos juntos y yo te invito a repetir esta declaración conmigo.

Señor Jesús, yo soy un ministro o una ministra de niños. Yo voy a ser responsable, Señor. Voy a cuidar tus niños por el poder de tu espíritu santo en el nombre de Jesús. Amen.

Y padre, yo bendigo a todos los que están aquí, Señor, y yo bendigo en el nombre de Jesús los hogares de esta iglesia, Señor. Oro especialmente por padre, por madres que están solas en educar a sus hijos, te pido que les des fuerza, Señor, que les des unción, que proveas todo lo que necesitan para cumplir, Señor, el trabajo que tu le has dado, Señor. Te pido por padres, Señor, que puedan ser el ejemplo del corazón de Dios Padre, Señor. Padre te pido por parejas que están luchando, que tu les des fuerza, Señor. Y que ellos sepan que no están solos en cuidar sus hijos y educar sus hijos. Que tu les poder y unción en hacerlo. Te pido por padres que tus hijos están extraviados en este momento y ellos lloran, día y noche, no sabiendo qué hacer. Señor, tu sabes qué hacer. Señor, yo te pido que esas mamás y papás puedan confiar en ti, Señor, que puedan dejar sus hijos en tus manos, Señor, que veamos milagros, el milagro del hijo pródigo porque vivimos en la última generación cuando tu vas a estar volviendo los corazones de los hijos hacia los padres y los corazones de los padres hacia los hijos, Señor. Tu lo prometiste, que en los últimos días será una señal profética de tu venida. Hazlo aquí en esta casa, Señor. Hazlo aquí te pido, Señor y bendice el ministerio de niños una vez más. Te lo pedimos Señor, y sabemos que todo está en tus manos en el nombre de Jesús. Amen. Amen.