30 enero 2010

Zacarias 9:9

En el libro de Zacarías, profeta Zacarías, es uno de los últimos libros del Antiguo Testamento, uno de los profetas menores, no menor por edad sino por el volumen de lo que escribió. Un pedacito así de instrucción bíblica: En la Biblia hay profetas mayores y profetas menores, los profetas mayores fueron los que escribieron gran volumen como Isaías o Ezequiel, fueron profetas que escribieron una cantidad grande de enseñanza, y otros profetas que escribieron libros menores, de mayor extensión que se llaman los profetas menores.
Vamos a leer el versículo 9, de Zacarías. El Señor puso está palabra en mi corazón esta mañana, de hecho mientras le pedía una palabra así específica para nosotros y la comparto con ustedes, sobretodo en el versículo 9. Vamos a leer los versículo 9 y 10 de Zacarías 9. Dice allí la palabra del Señor “alégrate mucho, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador. (Samuel prepáratelo en inglés) justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna y de Efraín destruiré los carros y los caballos de Jerusalén y los arcos de guerra serán quebrados y hablará paz a las naciones y sus señorío será de mar a mar y desde el río hasta los fines de la tierra”. Amen.
Saben que ese pasaje fue escrito varios siglos antes de que se cumpliera esa profecía. El profeta Zacarías escribe en una época sombría de la vida de Israel, cuando Israel ha sido llevado a cautivo, ha estado en cautividad muchos años, regresa y ya Jerusalén está destruido y tienen que volver reconstruir la ciudad, y en ese ambiente de opresión y de tristeza por toda la gloria que se había perdido, Zacarías ministra y escribe su profecía.
Ese es el contexto de este llamado a regocijarse. Es un contexto sombrío, es un contexto de tristeza más bien. Israel está bajo la opresión de muchas naciones, sobre todo Persia que es el superpoder de esa época y que tiene señorío sobre Israel. Y hay otras naciones que también quieren destruir a Israel, y tomar posesión de ella. Y en ese ambiente de incertidumbre y de opresión repetida, el Señor envía esta palabra de esperanza, y les habla acerca de un ser maravilloso que ha de venir y que va a arreglar las cosas, y que va a ponerlo todo en su lugar. Por eso es que el profeta Zacarías dice estas palabras. Ahora entendamos, para que veamos algo interesante y es que de nuevo hay que recalcar que esto fue escrito, y eso se sabe históricamente, este libro de Zacarías fue escrito cientos de años antes de la venida de Jesucristo y Zacarías tiene muchos pasajes que hablan acerca de ese Mesías que iba a venir.
Es interesante que muchas veces en el Antiguo Testamento la venida del Mesías se presenta con un trasfondo triste, sombrío, peligroso, de amenaza. Y sin embargo siempre está acompañado de un llamado al regocijo y al gozo. Si usted mira por ejemplo en el libro de Isaías, Capítulo 9, usted puede ver allí esta idea de un llamado a la celebración, Capítulo 9.
Dice en el versículo 2 de Isaías 9 “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.”
Hermanos, tenemos que recordar eso, que muchas veces la palabra nos llamará a regocijarnos y a pensar en lo que Cristo hace posible en medio de tiempos de tribulación y de angustia, en que todas las cosas no nos van bien. Y en ese tiempo el Señor nos dice: mira, aunque todo no está bien contigo, aunque toda tu vida no está perfectamente bien y todas las piezas no están en su lugar, aun así regocíjate porque mi hijo va a asegurarse de que todo salga bien en tu vida. Mi hijo va a traer luz a tu vida y va a traer solución a tus problemas. Es maravilloso hermanos ese llamado de Dios a desafiar las tinieblas, a desafiar la negatividad y nos llama a regocijarnos en una forma como desafiante y militante en medio de la prueba.
Mi hermano, el Señor muchas veces permitirá que vengan tribulaciones y angustias a tu vida para preparar el trasfondo para la liberación que Dios quiere hacer en tu vida. ¿Y tu sabes lo que garantiza la solución, lo que garantiza el descender del poder de Dios a tu vida? Cuando tu, yo lo llamo preventivamente, decides gozarte en el Señor y celebrar al Señor y celebrar la liberación de Dios, aunque todo dentro de ti grite “no lo haga” porque no hay nada que justifique el celebrar y adorar. Y en esos momentos es cuando más tenemos que decir: No, yo voy a adorar al Señor, yo voy a declarar su bondad, yo voy a celebrar porque la palabra dice que “...el gozo del Señor es mi fortaleza”. Y nosotros tenemos que aprender a cultivar como un acto de la voluntad en el espíritu, el gozo del Señor, y celebrar al Señor aunque alrededor de nosotros todo no esté bien.
Hay algo hermanos, que cuando nosotros proféticamente anunciamos las cosas buenas que el Señor va a hacer por nosotros y rehusamos ponernos el manto frío y húmedo de la depresión, que el diablo quiere ponérselo a nuestras vidas, ese es el vehículo que muchas veces Dios usa para traer su salvación a nuestras vidas. Yo pensaba esta mañana, yo tengo autoridad para decirles eso, ¿sabes por qué? Porque yo no soy una persona de temperamento necesariamente muy expresivo y muy gozoso. Yo puedo encontrar diez razones por las cuales las cosas no van a salir bien para cualquier evento de la vida, pero yo he tenido que aprender a regocijarme y a celebrar y para mi eso no es una destreza natural, es una destreza que yo he aprendido y que he descubierto que resulta. Da resultado.
Cuando uno se niega a someterse al temperamento o a las circunstancias, y uno dice: No, con todo yo me voy a gozar en el Señor, yo voy a celebrar al Señor, yo voy a declarar la buena voluntad de Dios en mi vida, yo voy a declarar que El es bueno y que El tiene buenos propósitos en mi vida. Y cuando usted comienza a hacer eso como que se le comienza a calentar el cuerpo y el espíritu y comienza a fluir entonces la bendición de Dios en su vida, porque no hay nada que tenga más poder que derrotar al diablo que la alabanza del hijo de Dios cuando está en medio de pruebas y de tribulaciones, porque ahí es donde verdaderamente la fe se cumple. Hay un corito que dice: alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, que bueno es, alabar a Dios cuando no hay problema, que cosa buena, pero si le alabas entre tus quebrantos ese Cristo santo se glorifica dentro de ti. Amen. Puede aplaudir, está bien. No me aplaude a mi, aplaude la palabra del Señor.
Hay que gozarse en el Señor. El profeta Abacuc escribiendo acerca de eso dice en el Capítulo 3 de Abacuc, versículo 17, y ustedes conocen el pasaje: “... aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová, ¡Aleluya! Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”
Abacuc está pensando, ¿qué es lo peor que me puede pasar? Bueno, si me falta esto, si me falta lo otro, si me cierran las puertas por aquí, si se me viene el mundo abajo, pero yo voy a ser una determinación de que con todo, a pesar de todo yo me voy a gozar en el Señor, y yo voy a alabar al Señor de todas maneras.
Hermanos, usted sabe que usted tiene que ensayar eso, porque eso no le va a venir naturalmente. Yo muchas veces me pregunto ¿que pasaría si me sucediera lo peor, lo que yo más temo, si yo me quedara como yo más temo quedarme, y si se me fueran todos los andamios de la vida, y se me desprendieran todas las cosas que yo considero como fuente de mi seguridad, ¿podría yo todavía alabar al Señor? Y yo digo, no creo que si, yo voy a confiar en que en ese momento la gracia del Señor me va a permitir alabarlo y glorificarlo y gozarme en El por fe, porque es por fe muchas veces que tenemos que hacer las cosas hermanos.
¿Sabes que hermano? El diablo no puede bregar con una persona que decide alabar al Señor en medio de su tribulación. Porque esa fe destruye, avergüenza y derrota al diablo. Cuando tu estás en situaciones de prueba, lo que el diablo te va a decir es como le dijo la esposa de Job a Job, “Maldice a Dios y muérete”. Eso que Dios dijo es mentira, eso son patrañas de los evangélicos, Dios no es tan bueno como El dice. Pero en ese momento tienes que decir como Job: No, yo creeré, aunque El me mate, yo creeré en El, dice Job, y yo lo veré con mis propios ojos. Y ciertamente Job vio la gloria, la misericordia, la bondad de Dios, su restauración y nosotros tenemos que hacer lo mismo, tenemos que creer y una y otra vez la Biblia nos llama a eso: a creer en medio de las pruebas. Y eso lo hace posible Jesucristo.
Usted ve el profeta Zacarías le está diciendo a los judíos, en medio de su tribulación, en medio de naciones que los están mirando hostilmente para destruirlos y para poseerlos y oprimirlos, el profeta les dice: regocíjense, alégrate mucho hija de Zion, da voces de júbilo. Muchas veces, hermanos lo que va a ahuyentar al diablo son esas voces de júbilo que usted va a dar en su casa y los demonios van a huir corriendo como los ratones a meterse a su escondite porque un hijo o una hija de Dios se atrevió a alabar al Señor en medio de la tribulación y de la prueba. Yo digo que esa es la última carta que se juega un hijo de Dios, cuando todas las demás cartas nos fallaron y no hay más lo único que nos queda es decir: Dios es bueno y para siempre su misericordia. Yo se que El va a traer su liberación, yo no se de donde va a venir pero yo se que la liberación vendrá de algún sitio, como dijo también uno de los profetas. Dios sacará liberación de alguna parte le dijo el tío de Esther, “si no viene a través de ti, vendrá a través de alguien”, y eso es a lo que yo he aprendido siempre en mi vida, ¿sabe? Que yo creo que Dios siempre tiene una solución para mi vida. Dios, aunque todas las puertas se cierren, ya es como un lema de mi vida, que siempre si no es la solución que yo espero, Dios sacará la solución de alguna otra parte y yo lo he visto eso una y otra y otra vez.
Cuando estábamos en esta cuestión del templo y las dificultades estaban allí y la incertidumbre de si íbamos a recibir el permiso o no, y a cada rato pues, salía otro nuevo grupo que quería un pedazo de mi piel y una explicación más y una reunión más y todo esto, y a veces parecía difícil la cosa. Pero yo decía: Bueno, Señor ¿qué es lo peor que puede pasar, quizás que no se construya el templo?, que yo creo que yo apuesto mi corazón que se construya, pero en medio de todo eso yo sabía, bueno si no es allí es porque tu tienes un templo mejor y más grande en algún otro sitio. ¿Entiende?, porque a veces las cosas no suceden como nosotros queremos.
Pero yo se una cosa, que mi Dios es fiel y que lo que El promete se cumple y que si El no saca la solución de un lado, la saca del otro porque El es un experto en milagros. Y nosotros tenemos que confiar eso, siempre asegúrate de que tu sepas eso en tu vida. El hijo de Dios con su poder, con su salvación, siempre está listo para nacer de nuevo en tu vida y para rescatarte de donde quiera que tu estés. Así que por lo tanto regocíjate preventivamente, alégrate preventivamente. Nunca le des lugar a la depresión, a la tristeza. Nunca te quedes en ese lugar terrible donde el diablo quiere meterte, en un escondite allí oscuro y tomándote pena a ti misma. Muévete y levántate y glorifica al Señor y ponte pintalabios si eres mujer, y si eres hombre no te pongas pintalabios, ponte otra cosa, pero celebra. Aquí en Massachussets hay que aclarar esas cosas, ¿sabe? Pero, sea lo que sea regocíjate y vístete bien. Yo creo en eso hermanos, cuando a veces no me siento muy contento o muy alegre es cuando mejor trato de vestirme y para decirle al diablo: Hey, no te vas a salir con la tuya. Este hijo de Dios cree que Dios es poderoso. Es así, hermanos.
Cuando estamos pasando por pruebas muchas veces el diablo quiere que nosotros simplemente nos echemos a morir y que dejemos de vestirnos y dejemos de llamar a nuestros hermanos y de venir a la iglesia y de hacer buenas obras y la palabra les dice: no, no, nunca te canses de hacer el bien. Nunca te canses de glorificar al Señor. Nunca le huyas al diablo, siempre dale la cara al diablo y dale la cara a la vida porque yo estoy contigo y más fuerte soy yo que lo que está en el mundo. Yo te voy a sacar adelante. Esa es la esencia de la vida cristiana.
Alégrate mucho, hija de Zion, da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí tu rey vendrá a ti. ¡Aleluya! ¡Qué linda esa promesa! Tu rey vendrá a ti. Sabes que Cristo vino al mundo, no como un rey impersonal y genérico y distante, sino que vino como un rey personal para cada uno de nosotros.
Es una cosa que siempre me impacta acerca de que cada vez que se anunció la venida de Jesucristo se anunció en término personales, muy íntimos. Fíjense como dice en Isaías, dice: “... porque un hijo nos es nacido, hijo nos es dado”. No dice: un hijo es nacido o un hijo ha nacido. No, dice: un hijo nos es nacido. En otras palabras, un hijo ha nacido en el seno de la familia. Cuando Cristo nació, nació en el corazón de cada hombre o mujer que lo recibiera, lo aceptara. Cristo vino como un ser personal. Cristo vino a establecer una relación para que tu no sientas solo más, para que no te sientas desamparado, para que no creas que solamente eres tu y la vida peleando allí, sino que tu tienes a Cristo contigo. El Señor vino a anunciarse a ti y a mi y si tu lo recibes el Señor se hace parte de tu vida también, el Señor entra a tu vida. Un hijo nos es nacido, un rey vendrá a ti. Ahí nos habla del carácter real de Jesucristo. Cristo vino en una forma humilde pero El es rey también, El es Señor de Señores, es el rey de reyes. Nosotros servimos a un gran rey, a un rey todopoderoso. Dice: “justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno”.
Mire las cualidades que hay aquí: viene justo primeramente, sabe el Señor es justo. Y déjenme decirle algo que estas cualidades son para que nosotros también las imitemos. Estas cualidades son para que nosotros las imitemos. Las cualidades de nuestro Señor Jesucristo son para que nosotros las imitemos. La cualidad de la justicia, el Señor Jesucristo es justo. El vino a enderezar todas las injusticias de la humanidad, todo el maltrato de la gente, la opresión del hombre contra el hombre, la guerra, todas estas cosas, la explotación. El Señor vino a establecer un reino de justicia. Y mientras El venga nosotros tenemos que vivir en justicia unos con los otros, y debemos tratarnos con justicia unos a otros.
El vino para salvar, El es un rey salvador. El vino para rescatarnos de nuestros pecados, para salvarnos de nuestras situaciones difíciles, para traer solución a nuestros problemas, y sobre todo para reconciliarnos con el Padre Celestial. ¿Y sabe qué? En algún sentido nosotros también tenemos que ser salvadores para otros, tenemos también que ser misericordiosos para con otros, y tenemos que ejercer también misericordia para con los demás.
Hay una cualidad aquí que para mi es la más importante de todas. Dice que El vino cabalgando sobre un asno, humilde sobre un pollino, hijo de asna, y eso hermanos es bien importante, para mi esa es la esencia de este pasaje que está ahí: en esa cualidad, humilde de Jesús. Fíjese que uno pensaría: Bueno, el Señor es el rey que viene a salvar a su pueblo, viene a quitar la opresión, el yugo de estas grandes naciones, va a ser un rey poderoso, un rey lleno de fuerza, un rey atractivo, montado en un caballo blanco, con todo un ejercito detrás de El, y con toda una corte que le rinda pleitesía, y de momento como que cambia aquí las cosas. Uno está esperando: bueno, ese rey que va a salvar, va a tener todos esos atributos. ¿Sabe qué? Dice; viene humilde, cabalgando sobre un asno.
Yo leía un comentario de un escritor acerca de este pasaje y este hombre, que es un experto en el idioma hebreo, dice que la palabra que se traduce “humilde” es todavía mucho más fuerte en su implicación que la palabra simplemente humilde en español. La palabra es más bien, humillado, afligido, abatido, pobre, insignificante, es una palabra bien negativa.
¿Y por qué es importante señalar esto, hermanos? Porque muchos hebreos no pudieron entender que Jesús era el Señor porque ¿qué pasaba? Ellos esperaban un rey lleno de gloria, ellos esperaban ese rey como los hombres esperan que sea un rey y en su carnalidad ellos no leyeron, aunque ellos sabían que estos pasajes eran pasajes mesiánicos, pero su carnalidad y su orgullo nacional judío, no les permitió ver ese mensaje que yo les estaba diciendo: mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar a liberarlos, no va a venir como vienen los demás reyes. No va a venir a pelear una pelea física con las naciones y a ponerlos a ustedes a hacerlos el superpoder de la tierra, mi rey va a venir en una manera y en un paquete que ustedes no lo esperan. Va a venir humilde, sencillo y abatido y todo lo contrario de lo que normalmente ustedes esperarían que fuera un rey.
Eso es importante que nosotros lo entendamos, hermanos porque yo veo algo y es que Dios no quiso hacer las cosas como los hombres querían. Hay una controversia que Dios tiene con los hombres, el orgullo. Y nosotros queremos las cosas hacerlas con la fuerza humana, con el vigor y la astucia de nuestra mente y con nuestros recursos y nuestro talento. Y Dios dice: No, lo que yo traigo, la victoria espiritual que yo quiero hacer en este mundo no se va a ganar con armas de hombre. Y yo voy a establecer una forma de hacer las cosas muy diferente a como ustedes están acostumbrado a hacerlas, y mi hijo, mi rey, el que yo voy a enviar va a ganar con armas sencillas y armas de luz y armas de amor, y armas de bondad, armas de humildad.
Hermanos lo más importante de esa revelación es que esa es la forma en que nosotros también tenemos que pelear las batallas de nuestra vida, con armas de luz, no con armas de violencia. Yo le pido al Señor cada día que me ayude a poner a un lado las armas de la violencia, y de la ira, y de la opresión, y de la astucia humana, y de la fuerza humana, porque yo he descubierto que cuando el cristiano acepta a Cristo comienza a moverse bajo unas reglas y una dinámica muy diferente a la que se debaten los hombres, y que ya nuestras luchas tienen que darse con una metodología diferente, es la metodología de la debilidad y de la pobreza.
Yo creo que muchos de nosotros tenemos dificultades en nuestra vida porque todavía no nos ha amanecido esa gran verdad, hermanos, que nosotros tenemos que vestirnos de las armas de la luz. Y como Cristo, pelear con la humildad, la misericordia, la gracia, el perdón y ese es el vehículo a través del cual entonces fluye la gracia y la bondad de Dios en nuestra vida. Hermanos, hagamos un pacto con el Señor de poner a un lado las armas que el diablo usa. El diablo siempre podrá pelear con un hombre fuerte, con una mujer fuerte y lo vencerá porque el diablo es mucho más fuerte que ninguno de nosotros.
Pero lo que el diablo no puede pelear, lo que el diablo no puede vencer es un hombre, una mujer quebrantada y humilde y que dice: Padre, yo pongo a un lado mis armas, pongo mi espada, pongo mi revolver a un lado, pongo el palo que podría usar para golpear a alguien y ahora me visto de tu misericordia, perdono a los que me ofenden, me olvido de lo que me han hecho y pido que tu gracia descienda en mi vida y que tu te manifiestes en amor a través de mí. ¿Y sabe qué? El diablo eso no puede vencerlo, hermanos. ¿Dónde llevó a cabo el Señor Jesús la victoria más grande de todas? En la cruz del calvario. Allí inmovilizado, atado, clavado, derrotado, humillado, allí el Señor derrotó, dice, los principados y las potestades y anuló todas las acusaciones del diablo en nuestra contra.
Y así tenemos que hacer nosotros, en esta navidad, yo creo que la esencia del mensaje navideño es eso: que Dios usa las cosas humildes y sencillas para llevar a cabo sus mayores milagros, y que nosotros tenemos que tratarnos de esa manera. En este año que comienza, hermanos hagamos un propósito de cabalgar la vida humildemente, caminar humildemente, pongamos a un lado la aspereza. Pongamos a un lado la acusación. Pongamos a un lado el odio y la violencia. Y vistámonos del amor y de la humildad de Jesucristo. Caminemos ese camino que Dios nos ha trazado usando la sencillez y la mansedumbre, el amor de Dios. El Señor vino como un niño sencillo. El Señor vino como un humilde bebé, por medio de esa humildad el Señor hizo posible que la gracia de Dios corriera a este mundo y nosotros vamos a recibir bendición en este año, vamos a recibir bendición, pero va a ser por medio de ese caminar como Cristo caminó. Yo quiero, hermanos, que este año más que nunca nuestra iglesia sea una iglesia de armonía, de amor y de misericordia.
Yo quiero hermanos, que en este año si hay entre nosotros alguna pugna, si hay en cualquiera de nosotros algún resentimiento si alguien te debe algo, si alguien no te ha dado todo lo que tu piensas que tu merecías, si alguien no te ha tratado tan bien como tu piensas que debieras haber sido tratado, que no guardes en tu corazón ningún resentimiento contra esa persona. Busca las reconciliación, perdona a los que te ofenden. Camina la vida humildemente. Camina la vida con transparencia. Seamos transparentes unos a otros. Dejemos la ira. Dejemos la discordia. Dejemos las malas palabras. Dejemos la violencia en nuestro trato y cabalguemos humilde como el Señor Jesucristo vino. ¿Y sabes qué? Dios te hará poderoso a través de eso, Dios te libertará de las luchas que tu tienes. Dios humillará al diablo y dirá: Deja a mi hijo tranquilo ya, porque mi hijo ahora está usando las armas de la luz y tienes que respetarlo, tienes que darle libertad. Si nosotros obramos de esa manera Dios va a hacer su obra en nuestra vida. En esta navidad, hermanos yo creo que ese es el mensaje primordial de todo lo demás, la esencia de nuestro Señor Jesucristo hablará paz a las naciones, hablará paz a las naciones. Seamos hombres y mujeres de paz. El Señor Jesucristo vino a destruir los carros y los caballos, los arcos de guerra, dice, serán quebrados. Que Dios nos ayude, hermanos a ser parte de ese ejercito apacible en esta tierra, ese ejercito de paz.
Esa es la navidad. La navidad es paz y nosotros vamos a ser hombres y mujeres que caminemos en la humildad y la mansedumbre de nuestro Señor Jesucristo.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a recibir ese llamado de paz a nuestros corazones. Vamos a cantar ese.... imaginemos a ese niño, ese bebé, humilde y sencillo que vino cabalgando en un pollino, un una asna y ese es el espíritu en que nosotros tenemos que caminar y ese espíritu nos da un poder, hermanos increíble. Nos da poder para romper todas las ataduras, para liberarnos de todas la dificultades que hay en nuestra vida. Es en esa confianza en el Señor, en pararnos en la bondad y la misericordia del Señor, no pelear nosotros con nuestras propias armas, sino dejar que el Señor nos liberte, que el Señor nos saque adelante, y confiar en El y tener gracia unos para con los otros. Ese es el origen, hermanos de todo gran triunfo en la vida. Vamos a cantar ese himno.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, vamos a abrazar ese llamado de Dios ahora a nuestras vidas de paz y de misericordia. Padre, yo soy el primero que confiesa que muchas veces me falta esa mansedumbre que Cristo vino a ejemplificar y en esta tarde, Señor pido junto a mis hermanos que tu derrames una porción especial de la mansedumbre y del amor de Cristo y la humildad de Jesús en nuestros corazones. Señor Jesús el mundo está acostumbrado a la violencia y a la aspereza, a veces nosotros mismo pensamos que si no usamos esas armas vamos a ser abusados y explotados y oprimidos, pero tu nos has enseñado que en esas armas de alabanza y de fe y de declaración de tu bondad y tu fidelidad y de gozo y de celebración y de amor, perdón, nosotros podemos vencer en una manera que ningún hombre con sus armas humanas puede hacerlo. Ayúdanos a abrazar y a adoptar el espíritu de Jesucristo, Señor, en esta tarde. Y a ser como nuestro maestro, gente de paz, gente de amor y de bondad.
Señor abrazamos el espíritu de nuestro Señor Jesucristo en esta tarde.

23 enero 2010

Mateo 15 (Una fe perseverante)

Señor Jesús hemos llegado al momento de la mañana donde compartimos tu palabra, Señor yo me entusiasmo siempre que comparto esta palabra porque trae vida a la nuestra. La alabanza y la oración es importante, nos conecta a ti. Podemos adorarte a través de nuestras ofrendas también, pero ahora es el momento donde abrimos nuestros corazones y nuestras mentes para recibir tu palabra. Ayúdanos a tener un corazón enseñable que aunque sea una palabra que hayamos oído antes que podamos recibir algo nuevo de ella. Tu palabra es viva y eficaz y yo pido que esa vida llegue a la nuestra hoy. En el nombre de Jesús. Amen.

Quisiera que vayan conmigo al Libro de Mateo Capítulo 15. Yo voy a tratar de hacer esto bien rápido ya que quiero aprovechar bien el tiempo. Mateo Capítulo 15, verso 21. Yo entiendo que este es uno de los pasajes que es bien difícil de abundar en ellos ya que tiene ciertas confrontaciones que son bien difíciles de poder entender particularmente cuando envuelve a una mujer. Si nosotros leemos la historia se van a dar cuenta entonces de qué estoy hablando. Solamente voy a leer los versos del 21 al 28, pueden seguir la lectura. Mateo 15 del 21 al 28. Dice así la palabra del Señor: “... saliendo Jesús de allí se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región, clamaba diciéndole “Señor hijo de David, ten misericordia de mi, mi hija es gravemente atormentada por un demonio”, pero Jesús no le respondió palabra alguna, entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciendo: “despídela pues da voces tras nosotros”. El respondiéndole a ellos dijo: “No soy yo enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, entonces ella vino y se postró ante El diciendo “Señor, socórreme, ayúdame” respondiendo El dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los perrillos” y ella dijo “Si Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces respondiendo Jesús dijo “oh, mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Saben hermanos para mi siempre me ha parecido un pasaje bien interesante. A mi siempre me ha gustado poder entender bien el contexto en el cual está ocurriendo todo esto. Si ustedes ven desde el principio del Capítulo 15, Jesús estaba discutiendo con los fariseos acerca de comer comida con las manos sucias. Era un ritual acerca de pureza y cómo yo tomar comida sin lavarme las manos podía contaminar esa comida y entonces contaminarme a mi persona. Mas sin embargo Jesús les dio a entender a ellos que los que verdaderamente contaminan no es lo que entra al hombre sino lo que sale de su corazón. Después de haber tenido esta conversación de lo que es puro e impuro vemos a Jesús moviéndose a una región de gente impura.

Ahora, para mi es un contraste bien interesante porque después de haber hablado algo así va a una región donde ciertamente se iba a encontrar con personas que no seguían esos mismos rituales y no tan solamente eso sino que se encuentra con una mujer lo cual tampoco era muy aceptable en aquella época, que un judío tuviera conversación con una mujer y más cuando era una mujer gentil. Pero esta historia tiene un relato bien interesante. Esta mujer gentil se acercó a Jesús con un título mesiánico judío, el título Jesús hijo de David, es un título mesiánico y yo imagino que en este momento ya Jesús le estaba captando la atención algo en esta mujer porque he aquí el fue enviado a los hijos de Israel y los hijos de Israel no lo reconocen como el hijo de Dios, el hijo de David y entonces aquí vemos a una mujer que no era de la casa de Israel, reconociendo a Jesús como el hijo de David, como el hijo de Dios.

El silencio de Jesús se puede interpretar de varias maneras, tal vez uno puede pensar que la estaba ignorando por completo o solamente su silencio estaba causando que esta mujer buscara más. Es como si mientras El estuviese caminando estaba callado pero prestando atención a lo que la mujer estaba diciendo, pero los discípulos también jugaron un rol bien importante. Uno puede decir que tal vez los discípulos estaban incomodados por esta mujer y dijeron: Jesús por favor deshazte de ella rápido. O tal vez uno puede entender que está diciendo a Jesús: Concédele lo que ella quiere para que se pueda ir rápido.

Y aquí entonces es donde entra la polémica de las frases que Jesús expone delante de esta mujer. “No he sido enviado sino a los hijos de la casa de Israel”, y aunque yo reconozco mientras leo este pasaje que Jesús respondió así a los discípulos, la mujer como quiera lo pudo escuchar, y aquí es donde la mujer se postra delante de El. No vuelve a usar un título mesiánico para dirigirse a Jesús sino que ella reconoce que ella es una pecadora y como tal se está hincando delante de El. Es como diciendo “Señor, no tengo agendas delante de ti. Yo se que soy pecadora, pero tengo una necesidad. Ayúdame.” Y aquí Jesús entonces trae esta segunda frase que le choca a uno. “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”

¿Cómo usted se sentiría si a usted le dijeran perrillo o perrilla? Para muchos yo se que esto puede ser un insulto, uno piensa en un perrillo y yo pienso en los perros callejeros que están todos sucios, apestosos, comiendo basura, pero al yo ver eso me incitó a estudiar un poco más a qué Jesús se refería al haber dicho un perrillo. Y esta palabra perro en su griego original significa como si fuera un perrito mascota, no un perro de la calle. Y es este entonces lo que Jesús se dirige a ella llamándola como si fuera una mascota, como si fuera un perrito de casa.

Yo les pregunto ¿cuántos de ustedes tienen o han tenido perritos en su casa? Yo ahora mismo tengo un chiguagua, ya acaba de cumplir un año y es bien travieso todavía, pero nosotros lo hemos aprendido a querer mucho. Yo se que hay gente que tal vez me diría, Omar ¿cómo tu vas a querer a un perro? Pero ustedes que han tenido perro lo más seguro me entienden, uno desarrolla cierto tipo de conexión con esos perritos a veces al punto de que los perritos se meten con uno en la cama y duermen con uno en la cama. Yo se que algunos de ustedes tal vez no lo hacen pero.....

Yo quiero que ustedes imaginen algo, cada vez que mi esposa y yo comemos en la mesa Mailo, así es como se llama mi perrito, Mailo, el viene y siempre se siente al lado de nosotros en el piso y trata de treparse en la falda de nosotros para que le demos algo de comida, yo lo miro y le digo que no, que el tiene su comida ahí en su plato y hay veces yo no se, que el me pone estos ojitos de ternura, como que empieza a llorar un poquito y yo no me puedo aguantar, tengo que coger aunque sea un cantito de carne y dársela. Y cuando yo se lo doy, el asunto es que pide más pero hay otras veces que cuando recibe lo poquito que recibió y ya deja de molestar y se echa a un lado. Esta imagen que yo tuve con mi perro me ayudó a entender este pasaje, hermanos.

Cuando Jesús presentó esta ilustración a esta mujer, la mujer no se echó para atrás, la mujer se hizo parte de esa ilustración. Ella dijo, mira, sí, tal vez yo me podré ver como uno de esos perrillos, pero aun los perrillos de las pocas migajas de la mesa pueden recibir algo. Esta mujer no estaba buscando robarse toda la bendición de la casa de Israel, está buscando aunque sea migajas, cosas pequeñas de esa bendición tan grande y de una declaración tan pequeña nació una fe enorme y esto lo sabemos en cómo Jesús le respondió a ella. “Mujer grande es tu fe. A causa de eso tu hija es sana ahora”. En el libro de Marcos esa misma historia dice que en aquella misma hora la niña fue sanada. A causa de esa declaración fue vista una mujer de grande fe.

Ahora, hermanos yo no puedo evitar hacer una comparación aquí entre esta mujer y los discípulos. Primero una mujer que tenía todas las cosas en contra de ella, tradiciones, era gentil, cananea o siro fenicia, Jesús un judío con un grupo de discípulos que eran 12, ella las tenía todas en contra de ella, no tenía nada a su favor solamente su fe y aún así Jesús la categoriza como una mujer de grande fe. En el libro de Mateo, hermanos, hay distintos ocasiones en las cuales Jesús le dice a gente que no era judía que su fe era grande. Un ejemplo de esto fue el centurión romano, no era judío por lo tanto se consideraba un gentil, su hijo estaba enfermo y el le dijo a Jesús: “Jesús, yo no soy digno de que vayas a mi casa solamente di la palabra y yo se que el va a ser sano” y Jesús lo reconoció también como un hombre de grande de fe y su hijo fue sano a la distancia. Es el mismo caso con esta mujer, una mujer gentil que viene a Jesús y se lo dice: “tal vez yo no soy digna de ti pero mi hija necesita tu ayuda y necesito que hagas algo”. A causa de esa declaración en la distancia fue sanada su hija y ella considerada como una mujer de grande fe.

Miren qué interesante hermanos, un Capítulo anterior al que nosotros estamos leyendo, vemos el relato de Pedro caminando sobre las aguas con Jesús. Es importante reconocer que si Pedro, un discípulo, caminó sobre las aguas con el Maestro pero en medio de su prueba él falló. Cuando llegó al barco una vez más Jesús le dijo: “qué pequeña es tu fe”. Oye, ¡pero qué interesante es esto! A los que Él viene le dice que tienen poca fe o ninguna y a los que el no fue directamente que es la gente gentil, Jesús se encuentra diciéndoles a ellos tienen grande fe o tienes mucha fe.

Saben qué, hermanos, una fe persistente muchas veces viene de los lugares que menos espera. Muchas veces la gente que más uno considera que no tiene nada, son la gente que más fe tiene. La fe persistente, mis hermanos, siempre tiene sus recompensas. Esto es lo que yo puedo ver en la historia, el relato de esta mujer. Esta mujer tenía una fe persistente, no dejó que un rechazo, un supuesto rechazo quitara su fe, no dejó que los comentarios de discípulos apagaran su fe, ella estaba segura a quién ella se estaba dirigiendo y qué El podía hacer. Ella no dejó que nada le quitara su foco, ella sabía que Jesús podía hacer algo por su hija, comparado con Pedro cuando estaba caminando sobre el agua que tenía a Jesús de frente pero puso sus ojos en la circunstancias a su alrededor y se hundió. Esta mujer tenía a Jesús de frente a ella, tenía los discípulos por un lado distrayendo, comentarios de rechazo distrayendo por otro lado, tradiciones también distrayéndola, pero ella mantuvo su foco en Jesús. No hubo nada ni nadie que le quitara esa persistencia. Díganme ustedes esta mañana si nosotros tenemos algo grande que aprender esta mujer, de este relato.

Uno persiste hasta esperar recibir algo y muchos de nosotros hemos recibido lo que esperábamos y tal vez muchos de nosotros todavía estamos esperando y cuando no sucede lo que esperamos muchas veces la fe de uno en el Señor puede decaer. Yo le puedo decir esto, esto es una declaración bien sólida, el yo decir que tu fe al ser persistente va a recibir una recompensa yo me estoy poniendo en riesgo al decirte eso. ¿Sabes por que? Porque pueden haber momentos en los que lo que tu esperas no se de. Lo peor que puede pasar es que la muerte llegue y tu no veas lo que estabas esperando.

Mucha gente puede pensar que si la muerte llega, pues ya se perdió la esperanza no hay nada más que buscar. Pero sabes que? La fe de la cual se está hablando aquí tiene un punto más profundo, es una fe que está bien cimentada en el corazón de una persona, es una fe que no tiene un límite de tiempo sino que es una fe que va a dejar una herencia completa. Si ustedes ven lo grande de la fe como Abraham, Moisés, ustedes saben que muchos de ellos vieron la tierra prometida, en el caso de Moisés, vio la tierra prometida desde lejos más sin embargo nunca la alcanzó. ¿Acaso eso significa que él no tenía fe? ¿Qué él no era persistente? No, él era persistente, tenía fe pero su fe no terminó en la muerte sino que dejó una herencia para los que venían detrás. Los que venían detrás de él fueron los que recibieron toda esa recompensa. Moisés no tan solamente estaba pensando en una manera vana de: oh, fe solamente para mi o una recompensa para mi, Moisés sabía que su fe iba a dejar una herencia para todos los que vinieran detrás de él. Así que aunque él no recibiera lo que él estaba esperando él sabía que los que venían detrás de él, sí lo iban a recibir.

Esta mujer de la cual estábamos hablando, ella dejó una herencia de fe. Esa niña tuvo que haber sido impactada por ese milagro de Jesús. No se habla de la niña en el resto del pasaje pero imagínense ustedes cuando esta madre volvió a su casa y vio a su hija sana. Yo me imagino a su hija preguntándole: Mamá, ¿qué pasó conmigo? Y su mamá contándole todo lo que pasó. La mamá tal vez le dijo, mira puede ser que me hayan rechazado, pero esta persona a quien yo fui que se llama Jesús, yo sabía que El podía hacer algo por ti. He escuchado tanto de El alrededor del vecindario que yo tenía que ir a El y Jesús tan solamente con declarar una palabra ahí fue mi hija amada, donde tu fuiste sana. Tu fuiste sana por Jesús. Yo me imagino que esa niña, esa hija en alguna momento otro quiso haber conocido a Jesús. Tal vez ustedes podrán decir que yo me estoy inventando esta historia pero hay veces que es bueno tener creatividad. Imagínense en una de las veces que Jesús iba caminando por los distintos vecindarios donde El iba y que esta niña de repente lo ve pasar y la mamá le dice: mira, hija, ese es Jesús el que te sanó. Esa madre dejó una herencia en la vida de esa hija. La fe persistente de ustedes no tan solamente va a beneficiar sus vidas personales pero tiene, hermanos, tiene que dejar una herencia para los que vienen detrás de ustedes. La fe no es algo egoísta, la fe es algo que se comparte, si tu tienes fe, si tienes que tenerla en tu vida personal pero tu tienes que procurar que esa fe deje un legado para los que vienen detrás de ti. ¿Por qué? Porque habrán peticiones que tu vas a recibir pero tienes que pensar que esas mismas bendiciones tu no recibirás algunas de ellas pero los que vienen detrás de ti si las van a recibir.

Yo quiero terminar contándoles algo. Muchos de ustedes saben que nosotros hemos estado visitando el Hospital Shriners aquí en Boston, la hermana Marta Garzón y yo visitamos el hospital regularmente para visitar a estos niños y sus familias y en esta semana uno de los niños que yo estaba visitando, un niño de 3 años, un pequeño niño de Honduras vino aquí con su mamá solamente en un accidente que tuvo su cuerpo totalmente se quemó y a causa de todas su quemadura en la sangre desarrolló una bacteria que está afectando sus órganos internos. Ya el miércoles en la madrugada no lo aseguraban porque tuvo un primer paro cardiaco, el jueves en la noche tuvo un segundo y esta madrugada me llaman para dejarme saber que el niño ya había muerto.

Yo me pongo a pensar, Señor fueron tantas las veces que tanto la hermana Marta como yo nos sentamos a orar con la mamá de este niño, es una mujer que si tiene creencias en el Señor Jesús, allá en Honduras ella iba a una iglesia pero estaba apartada por cierto tiempo y al ella haberse conectado con nosotros en esta situación, ella decidió renovar su relación con el Señor. Yo recuerdo que ayer me llamaron de emergencia porque el niño no le aseguraban ayer, y yo fui al hospital, nos dieron permiso para entrar yo con la mamá y que la mamá pudiese agarrar la mano del niño porque el niño está en una incubadora que no se puede tocar. Mientras ella agarraba la mano de su hijo ella comenzó a llorar. Yo lo más que pude hacer fue ofrecer una pequeña oración en ese momento, ciertamente pidiéndole al Señor que hiciera su voluntad en medio de todo eso.

Cuando yo escuché que el niño murió esta mañana yo creo que a uno siempre le cae ese sentimiento de : ¿Señor, por qué no pudiste hacer un milagro y sanar a este niño? Nosotros teníamos una fe persistente cuando yo oraba, yo sabía, yo pensaba que tu podías hacer un milagro en ese niño, ¿por que no lo hiciste? ¿quién soy yo para cuestionar a Dios? Mientras venía en el carro para acá yo entendía en mi espíritu que el Señor me dijo: tu me pediste que yo hiciera mi voluntad y la hice. Tomé una vida pero otra vida fue reconciliada conmigo. Y esa reconciliación va a bendecir al resto de la familia. Hermanos en nuestra fe persistente podrán haber cosas que no veremos pero van a haber otras que si van a suceder, van a haber otras cosas que si van a poder ver. Estarás pidiendo un milagro de vida y tal vez la vida donde tu la esperas no se de, pero en otro lugar va a salir vida. Solamente si tu fe se mantiene persistente en el Señor ahí es donde Dios te va a dar toda la recompensa que tu esperas no tan solamente para ti sino que aquellos a quienes más tu amas.

Hermanos yo entiendo que en esta mañana este pasaje nos reta a que nuestra fe sea persistente, que si hay algo que tu estás buscando, lucha, lucha y lucha hasta alcanzarlo, no dejes que nada te quite el enfoque hasta que tu alcances lo que buscas, ni el rechazo, ni tal vez comentarios o tal vez tradiciones, enfócate en el que puede hacer todo en tu vida, enfócate en que si ocurre en tu tiempo o en el tiempo de los que vienen detrás de ti, la recompensa va a llegar. ¿Dónde vamos a estar nosotros? ¿Cuál va a ser nuestra perspectiva? Yo espero que persistamos hermanos, no importa qué. Que persistamos. Y la recompensa va a llegar a ti o a los tuyos. La recompensa va a llegar. Vamos a estar de pie, vamos a orar.

Hermanos yo no conozco la situación con la cual tu llegaste aquí esta mañana, pero de algo yo si estoy seguro y eso es que el Señor si lo sabe. Jesús sabia cual era la situación de esta mujer, las pregunta y comentarios que Jesús hizo tenían un propósito y era que la fe de esta mujer creciera a su máximo potencial. En tu vida, mis hermanos, podrá parecer que Jesús muchas veces está callado, podrá parecer que hasta ni te está prestando atención pero El sabe lo que hace, El quiere que tu fe crezca. Hoy tenemos un reto de que nuestra fe crezca, hermanos. Yo quiero tomar un tiempo para orar. Para aquel que necesita que su fe crezca o aun que la fe comience por primera vez, aceptando al Señor Jesús en tu corazón. Yo quiero abrir una oportunidad para hacer eso hoy. Si hay alguien que en esta mañana quiere decirle al Señor Jesús: Señor yo quiero que tu entres a mi vida, yo he experimentado rechazo, te necesito a ti, vengo a ti, ayúdame.

Si tu quieres ser una de esas personas que quiera tomar esa decisión hoy yo te invito a que tu levantes tu mano para nosotros orar por ti. Dios te bendiga hermana. Si tu quieres aceptar al Señor Jesús hoy, en esta mañana por primera vez como tu Señor y tu salvador, como aquel que es el autor de tu fe, siéntete libre de levantar tu mano para nosotros orar y si no te es mucha molestia, mi hermanos, quisiera que pasaras al frente para orar. Gracias Jesús, gracias a Dios. Si alguien puede acompañarla a ella también aquí, gracias Dios.

Señor Jesús nosotros venimos delante de tu presencia, Dios como una iglesia, como un cuerpo, presentado a esta mujer que viene hoy delante de ti. Tu conoces sus corazones mejor que nadie más, tu conoces la fibra más profunda en su corazón, tu sabes las cosas con las cuales ellos pelean, y tu tienes la respuesta para cada una de esas cosas. La respuesta eres tu. Jesús cubre los corazones de cada uno de estas personas hoy, perdona sus pecados, lávalos con tu sangre, purifícalos con tu santo espíritu y dales un nuevo comenzar hoy. Como esta mujer que tuvo un encuentro contigo y su vida cambió, la vida de su hija cambió así yo pido que la vida de mis hermanos y hermanas hoy cambie al tener un encuentro contigo. Tómalos en tu mano Señor, declara una palabra de bendición sobre ellos y que su fe, mi Dios, reciba la recompensa que esperan. Gracias te damos Dios. Sus vidas están en tus manos. Amen.

Lucas 17:11

Galilea y al entrar en una aldea le salieron al encuentro 10 hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz diciendo: Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros. Cuando Él los vio les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes, y aconteció que mientras iban fueron limpiados. Entonces unos de ellos viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias, y este era samaritano. Respondiendo Jesús dijo: ¿No son 10 los que fueron limpiados? ¿Y los 9 dónde están, no hubo quién volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? y le dijo: levántate, vete, tu fe te ha salvado.

Hermanos, qué maravilloso pasaje que nos recuerda acerca de la importancia de ser agradecidos. Yo creo que este pasaje es una de las ilustraciones más hermosas de por qué nosotros debemos de darle gracia al Señor. Nosotros podemos pensar en muchas diferentes atributos y valores. Hay muchos de esos valores que nosotros sabemos que la Biblia nos llama a tener como cristiano, por ejemplo ninguno de nosotros tiene problemas en saber que el amor es un distintivo de la vida cristiana, también sabemos que la misericordia es otro atributo del creyente, sabemos también que la santidad es un atributo de la vida cristiana. ¿Pero qué les parece de la gratitud? Ese es un valor también que la Escritura muchas veces nos llama a abrazar como un valor que debemos también nosotros expresar en nuestra vida. Una disposición de gratitud debe ser una de las cosas que caracteriza al hombre, a la mujer cristiana.

Busquemos por ejemplo en Colosenses Capítulo 3, y este es solamente uno de muchos pasajes. Este pasaje Colosenses 3:15 es solamente uno de varios pasajes que nos llaman al agradecimiento, allí dice: “....y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones a la que así mismo fuiste llamados en un solo cuerpo y sed agradecidos”.

Aquí tenemos dos cosas interesantes, uno es la conexión entre paz y agradecimiento. Yo creo que hay algo allí bien interesante, hermanos, hay una conexión entre una actitud de agradecimiento hacia la vida, hacia Dios y tener paz en el corazón. Porque solamente hay que considerar lo contrario, una persona mal agradecida o que no reconoce las bendiciones que tiene y que solamente mira las cosas negativas de la vida, yo no creo que va a poder tener paz, todo lo contrario, va a tener angustia y ansiedad en su corazón y cinismo y escepticismo hacia la vida. Nos es una coincidencia esa conexión que hacía el Apóstol entonces continua diciendo, “.... la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia”.

En realidad en el griego original, y si usted busca la traducción en inglés dice con gratitud, con agradecimiento, caritas, con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos e himnos y cánticos espirituales. Hay una conexión allí entre la gratitud y la adoración porque cuando usted expresa gratitud al Señor usted está en realidad adorándolo y dándole gracias por lo que El ha hecho en su vida. Y pone su rostro a tierra, no es solamente un acto de gracia por lo que hiciste sino que es también un acto de reconocimiento, de adoración al Señor por lo que eso significa. Así que es muy difícil adorar al Señor sin ser agradecido, y ciertamente un corazón agradecido siempre procederá hacia la adoración. Puedo añadir, por ejemplo se me viene a la mente inmediatamente la asociación de María cuando quebró el vaso de perfume. ¿Ustedes recuerdan ese pasaje? Y vertió sus lágrimas y el perfume sobre la cabeza del Señor y lo adoró en una forma tremendamente.... ella había sido librada de un estilo de vida terrible, y sintió tanto amor en su corazón que adoró al Señor.

Es interesante también que el Señor dijo María, esta mujer para mi sepultura me ha ungido. María recibió una intuición profunda de Jesús que no tuvo Simón, el fariseo, porque cuando tu tienes gratitud en tu corazón para con el Señor cuando tu te gozas en adorar al Señor, eso te da un entendimiento mucho más profundo de Jesús que no lo tiene el teólogo, déjame decirte, porque la adoración y la gratitud te llevan intravenosamente al corazón de Dios. Es muy interesante esa conexión.

Y entonces dice también “...y todo lo que hacéis sea de palabra o de hecho hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. La gratitud debe estar en todas las cosas que nosotros hacemos. Si nosotros adoráramos al Señor y le diéramos gracias en nuestros trabajos cuando estamos lavando los platos allí, hermanas, o cuando los hombres están trabajando en la fábrica o lo que sea, si nosotros hiciéramos de todo lo que hacemos una expresión de gratitud al Señor los trabajos se irían mucho más rápido. Esos platos volarían solos, hermanas y esa máquinas cantarían y danzarían y cuando vienen a ver, las 5, guau!! Ya terminó el día y gloria a Dios y usted se va a su casa feliz como una lombriz porque eso es lo que hace. Tenemos que darle gracias al Señor en todas las cosas, como dice aquí este precioso pasaje.

Entonces como vemos hermanos la gratitud es algo muy importante en la vida cristiana. Como vemos, hay un mandato allí “...y sed agradecidos”.

Vamos un momentito a este pasaje rápidamente, vamos a analizar allí el pasaje mismo. Una de las cosas que a mi me impresiona de este pasaje es el hecho de que solamente uno de diez vino a darle gratitud al Señor. Y se me ocurre hermanos, que un diez por ciento es quizás una proporción adecuada de cuantas personas sienten esa verdadera gratitud hacia el Señor y practican una vida de gratitud. Yo creo que desgraciadamente hermanos solamente un 10% aún del pueblo de Dios y yo creo que ciertamente en el mundo general. En las iglesias, hermanos yo creo que mucha gente todavía no comprende la importancia de la alabanza al Señor y de la gratitud y que cuando venimos a la casa del Señor, no solamente venimos a llenar un cometido religioso porque es domingo y ya sonó el reloj y tengo que ir a la iglesia, y hacer esto y hacer lo otro. No. ¿Cuánta gente viene con ese deseo de derramar su espíritu delante de Dios en gratitud y agradecimiento? Yo quiero pertenecer a ese diez por ciento agradecido. Y cuando vengamos a la casa del Señor, hermanos seamos agradecidos. Diez por ciento.

Lo otro que me sorprende es que le dio gracias al Señor era un samaritano. El Evangelista Lucas menciona muy deliberadamente que ese hombre era samaritano. Y usted sabe que hay ocasiones en que cuando los samaritanos hacen algo bueno, como que se señala en una manera, se subraya. ¿Por qué? Porque los samaritanos eran parias, eran rechazados del pueblo judío, no eran tenidos como por gente buena o merecedora de nada bueno. Era gente que se había contaminado hacía siglos atrás cuando los sirios expulsaron a los judíos de su tierra,quedaron algunos hebreos que se mezclaron con las tribus paganas, de fuera y crearon una religión mixta y los hebreos cuando regresaron de su exilio los miraron como gente impura, no digna de pertenecer a Israel. Entonces por eso es que nada bueno se esperaba de los samaritanos, era un pueblo impuro, no se esperaría de ellos nada noble.

A la Escritura le encanta señalar que a veces cosas muy buenas salen de lugares menos esperados. Yo creo que al nosotros entender, yo me pregunto por qué este samaritano y no los 9 que asumimos que eran judíos, fue el que vino a darle gracias al Señor. Yo pienso hermanos que era porque este hombre su postura psicológica era una postura de no ser merecedor, de ser frágil en su espiritualidad, como vemos también en la parábola del publicano y el fariseo, el publicano cuando se acercó al trono a adorar decía: ten misericordia de mi, porque yo se que soy pecador, el fariseo estaba muy seguro de si mismo y decía gracias te doy, porque esto, porque yo soy aquí, porque yo soy allá, porque yo hice esto e hice lo otro. No, el estaba muy seguro de si mismo, el publicano sabía que era pecador y por lo tanto en su corazón había gratitud y una fragilidad que lo hacía querer agradar a Dios en una manera diferente. Y los otros judíos, pues se sentían como más seguros de si mismos, y ahí hay algo interesante hermanos y es que yo creo que muchas veces nosotros como que no somos tan agradecidos porque asumimos que las cosas que tenemos nos las merecemos y muchas veces no nos damos cuenta de que lo único de que nosotros merecemos es el infierno, déjenme decirles, lo demás es porque la misericordia y la gracia de Dios.

¡Que importante hermanos es ser quebrantado de espíritu! Hay tanta gente en el cuerpo de Dios que se creen más de lo que son. Por eso el Apóstol Pablo dijo: ninguno piense de sí más altamente de lo que debe pensar, sino que piense de si con cordura, porque solamente cuando nos vemos como Dios nos ve podemos entonces entender cosas más profundas y si quieren una ilustración de esto, volvamos a la ilustración de Simón el fariseo y de María Magdalena. Simón el fariseo se sentía seguro de si mismo y por eso le dio al Señor una recepción cortés. Todo lo que tu recibes, mi hermano, mi hermana, la sangre que corre por tus venas, el corazón que late dentro de ti, esas chispas que saltan en tu cerebro cuando está procesando pensamientos, los sentimientos que hay en tu corazón, el Señor en su misericordia permite que procedan ahí cada día. Sin su gracia y sin su amor ninguna de esas cosas serían posible, por eso hay que darle gracias al Señor siempre por todas las cosas. En todo dándole gracias al Señor. Y eso nos indica algo, hermanos bien importante y es que esas conexiones, la gratitud está conectada con otras verdades muy profundas del Evangelio.

No subestimemos la importancia de la gratitud. No se está hablando aquí de una virtud menor secundaria, sino que se trata de algo muy profundo, muy profundo de la vida cristiana y nosotros tenemos que cultivar la gratitud en nuestras vidas. Y déjenme decir algo más acerca de eso de la gratitud, déjenme traerla al nivel mundano, al nivel común y corriente. He dicho que la gratitud es profunda y es alta pero déjenme bajarla ahora al nivel de la vida diaria. ¿Sabes qué hermanos? Es importante ser agradecidos con otras personas alrededor de nosotros. Algunas veces podemos dar por sentado y asumir como que está bien, hay personas que nos bendicen continuamente y a quienes nosotros muchas veces no les damos gracias y a los jóvenes por ejemplo y también nosotros, ¿cuántas veces descuidamos a nuestros padres y no les expresamos gratitud a ellos porque asumimos que me lo deben? Yo no les pedí que me trajeran. Tenemos que expresarles gratitud a nuestros padres, jóvenes, agradézcanle a sus padres lo que hacen cada día, eso es importante. Los médicos, saben que muchas veces nosotros somos malagradecidos con los médicos y los médicos se matan y arriesgan cantidad de cosas y nosotros decimos: bueno, ese es su trabajo, se está ganando un dineral así que será mejor que me atienda bien y sino le meto una demanda.

Debemos darle gracias al Señor por Dios los usa para bendición y salvación de vida de muchos y que de nuestros maestros. A los maestros debemos darle gracias. Yo creo que esta es una generación ingrata con los maestros. Yo conozco maestros que viven solamente para las vacaciones porque quieren ya salirse de esos muchachos y sanarse las heridas antes de volver otra vez al salón de clases y sufren mucho porque los muchachos son malagradecidos en este tiempo. Padres, asegúrense de que sus hijos sean agradecidos y respetuosos con los maestros, que no les hagan la vida difícil. Nosotros debemos, hermanos expresar gratitud a las personas, dale gracias a la gente cuando tu puedas. Si alguien te atendió bien en un restaurante, afírmalo. No hay nada, hermanos, como ser afirmativo en la vida. Seamos, hermanos, gente que bendiga y afirme a los demás. Cuando tu tengas oportunidad de darle gracias a alguien, hazlo. Eso te va a bendecir a ti y va a bendecir a la persona que recibe tu agradecimiento también porque muchas veces la persona que tu menos piensas necesita afirmación.

Eso me lleva al otro punto aquí, que ya estoy cerrando. Es maravilloso cuando uno piensa en la reacción de Jesús cuando este hombre vino a darle gracias. Metámonos de nuevo en la sicología de este hombre. Este hombre cuando el Señor les dijo, vayan y preséntense ante los sacerdotes para que se certifique su sanidad. Este hombre fue, no sabemos qué distancia tuvieron que ir, tuvieron que ir al centro de la ciudad y allí subieron al edificio y se presentaron y le certificaron, le dieron su carta de ... ok pueden ahora volver otra vez a la sociedad común y corriente y este hombre, los otros 9 no pensaron en su mente: guau qué bendición tan grande, vamos a volver y expresar nuestra gratitud a este ser maravilloso que fue el instrumento para nuestra sanidad. Ellos no pasaron por ese proceso y yo no creo en realidad que es porque eran malagradecidos sino que simplemente yo creo que ellos pensaron: hey, Èl no necesita nuestro agradecimiento. Vamos directamente a nuestra casas y vamos a celebrar con nuestros seres queridos y gloria a Dios, un gran hombre, pero él no necesita nuestra gratitud. Este décimo hombre pensó, yo tengo que ir, tengo que regresar y darle gracias al Señor.

Hay muchas veces hermanos que nosotros pensamos ese pastor no necesita mi agradecimiento porque se ve tan seguro de si mismo o tan cómodo o lo que sea, y usted no sabe a veces las inseguridades que tiene una persona, su jefe o un profesor universitario, o una persona que usted ve.... un policía que usted ve con su seguridad y su suficiencia. Todas esas personas necesitan agradecimiento y necesitan gratitud.

Para mi es un misterio que Dios se goza en nuestra alabanza. El ser más poderoso, totalmente suficiente, que no necesita nada porque habita en su plenitud y en su eternidad, ese Dios se goza en nuestra alabanza y en nuestra gratitud. Yo le decía eso a alguien hace poco: mira, Dios extraña tu presencia, te extraña cuando tu no vas a la iglesia, Dios te extraña cuando tu no oras y cuando tu no le das gracias. Y al Señor le encanta tu particular expresión de gratitud. Este hombre tuvo un momento de intimidad con Jesucristo muy profundo y recibió una palabra de bendición del Señor, le dijo: tu fe te ha salvado. 2000 años después este hombre samaritano todavía está bendiciendo a hombres y mujeres aún aquí en la calle Northampton en Boston ahora mismo, su acción y como María cuando vertió el vaso de perfume, tuvo un momento de bendición especial donde el Señor le señaló algo bien importante, le dijo: tu fe te ha salvado.

Hermano, cuando tu adoras al Señor, cuando tu le expresas gratitud, tu tienes una entrada al corazón de Dios como nadie puede tenerla. Por eso el Señor dijo a María Magdalena: esta mujer no sabe lo que está haciendo, ella me está preparando para mi sepultura. Lo que el fariseo con toda su teología no pudo entender acerca del ministerio de Jesús que iba a venir, esta mujer proféticamente lo estaba entendiendo. Porque la gratitud, hermanos, bendice, abre puertas. Genera gratitud en tu corazón. Vamos a pedirle al Señor que nos de una actitud de gratitud, eso no viene naturalmente, eso viene cuando nosotros reconocemos su importancia y la cultivamos, y le pedimos al Señor y cuando nuestras oraciones sacamos tiempo para darle gracias a Dios. Cuando vemos el vaso solamente medio vacío, mirémoslo medio lleno y generemos la actitud de gratitud. El salmista dice: bendice, alma mía, al Señor y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía al Señor y no olvides ninguna de sus bendiciones. Así que vamos nosotros, hermanos a pedirle al Señor; dame un corazón agradecido.

Si alguien tiene por ahí y puede venir por acá. Gracias hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas. Vamos a abrazar la palabra del Señor ahora y vamos a darle al Señor nuestra gratitud. Dale gracias a Dios por algo que Él ha hecho en tu vida. Dale gracias a Dios por tu mente, dale gracias a Dios por tu corazón, dale gracias a Dios por tu hijo, tu hija, dale gracias a Dios por tu hogar, dale gracias a Dios por tu salud, dale gracias a Dios por ese reloj que tienes ahí puesto que mucha gente no lo tiene, por un vaso de agua que te puedes tomar frío de tu nevera. Gracias por todo lo que tu haces en nuestra vida, Señor. Te bendecimos y te adoramos, Señor. Gracias por tus bondades, gracias por tu misericordia, gracias por tu amor. ¡Aleluya! Gracias, Señor Jesús. En el nombre de Jesús, amen. Amen. Gracias Señor. Amen. Hermanos que la gracia del Señor sea con ustedes, su paz, yo les bendigo en el nombre de Jesús.

16 enero 2010

2 Timoteo 3:10

Dice allí, y este es el Apóstol Pablo escribiéndole a Timoteo, un joven, no tan joven en realidad pero por aquellos tiempos lo consideraban un joven, tenía como 40 años más o menos, dicen los estudiosos de la Biblia. Pero Timoteo tenía el distintivo de haber sido pastor y discípulo del Apóstol Pablo y Timoteo estaba llenando ciertas funciones pastorales y entonces Pablo, el veterano Apóstol le escribe a su discípulo y le está dando consejos acerca de cómo él debe conducirse en su vida, y como debe conducirse en su ministerio también. Así que es una carta de consejo pastoral.

Segunda de Timoteo, 3:10. Pablo está aconsejando a Timoteo y le dice: “...pero tu, Timoteo, pero tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos como los que me sobrevinieron en Antioquia, en Iconio en Listra, persecuciones que he sufrido y de todas me ha librado el Señor, y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. Más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios o la mujer de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Bendiga el Señor su santa palabra.

Estaba pensando así en una de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana es este tema de la inspiración de las Escrituras, la inspiración de las Escrituras y eso es uno de los puntos principales que yo quiero tratar esta mañana. Pero además de eso está el asunto de qué debemos hacer a la luz del hecho de que tenemos una palabra, que se llama la Biblia, que nosotros creemos que es la palabra de Dios, inspirada por Dios, escrita en un sentido por el espíritu santo, y qué debemos hacer con ese hecho, cómo debemos comportarnos a la luz de la creencia esencial del pueblo de Dios de que la Biblia es la palabra inspirada por Dios. Yo espero que analicemos un poquito más ese tema. Qué quiere decir esto de la inspiración de la Biblia, la inspiración de las Escrituras. Pero déjenme hacer un recorrido exegético a través de este pasaje para tratar de hacer la misma síntesis que hace la mente del Apóstol Pablo con estos diferentes temas.

En el Capítulo 3 de esta carta el Apóstol Pablo está muy preocupado por lo peligroso del tiempo en que están ellos viviendo pero también a la misma vez da una palabra profética también hacia el tiempo futuro, un tiempo futuro que yo creo que se está cumpliendo ahora en estos tiempos, porque estamos en los últimos tiempos, nosotros creemos, estamos en tiempos difíciles, en tiempos peligrosos y que llenan muy bien la descripción de lo que tanto Cristo como es Apóstol Pablo y otros de los escritores de la Escritura hablan de cómo serán los últimos tiempos.

Si usted mira en el Capítulo 3 de Segunda de Timoteo, en el versículo uno, le dice Pablo a Timoteo: “.... también debes saber esto que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos porque habrá hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, etc”, y el da toda una descripción del tipo de persona que va a haber en esos tiempos y se parecen definitivamente mucho a lo que vemos en estos tiempos donde hay todo tipo de pecaminosidad en el mundo en una manera increíble. El Apóstol Pablo habla inclusive muchos que están aun predicando la palabra y sirviendo al Señor que dicen que tienen apariencia de piedad pero niegan la efectividad, niegan el poder de ella.

Es decir es un tiempo, dice el Apóstol Pablo, en que hay mucha fluctuación, hay mucha maldad, hay mucho engaño, hay mucha imposibilidad de uno saber exactamente quién es quién y quién es qué en las cosas del Evangelio. Es un tiempo de gran pecado en la humanidad y en la sociedad y entonces ahí es donde viene ese “pero”, del versículo 10, a la luz de ese dinamismo negativo que hay en el ambiente espiritual, Pablo le dice a Timoteo, y nos dice a nosotros, a cada uno de nosotros como cristianos “pero tu, y usted puede poner su nombre allí en ese tu, tu has seguido mi doctrina, conducta, propósito, etc...” En otras palabra el Apóstol Pablo está diciéndole a Timoteo: Timoteo, pero tu comportamiento es diferente. Tu eres un hombre diferente, tu eres de una categoría espiritual diferente a la de esas personas que se han ido detrás del pecado y detrás de la rebeldía contra Dios o detrás de la hipocresía doctrinal, religiosa y tu eres una persona diferente. ¿Por qué? Porque tu has seguido mi doctrina, etc., etc. Y ahí se inicia esta idea en la mente del Apóstol Pablo de la importancia de la fidelidad a los valores de la verdad, a los valores de la justicia, a los valores de la doctrina bíblica, verdadera.

La importancia de mantenernos fieles a lo que Dios ha declarado y de no irnos con el resto del mundo. Y entonces él interesantemente Pablo se pone a sí mismo como la norma en este caso. Dice: pero Timoteo, gracias a Dios que tu has seguido, y la palabra en el griego que se traduce “seguir” sugiere la idea casi de un discipulado, de seguir en todas las dimensiones, en la dimensión física, como el discípulo que se pegaba a su maestro y lo seguí dondequiera que iba como los discípulos seguían a Jesucristo. El discípulos que sigue a su maestro mentalmente porque recibe su enseñanza y los conceptos que le está transfiriendo a su discípulo y que lo sigue también espiritualmente porque adopta el espíritu de su maestro y lo absorbe y es un reflejo del espíritu de su maestro también. Entonces todo eso está encerrado en la palabra seguido, que es la palabra casi como el discípulo en el griego original. Pero tu Timoteo has seguido, y hermanos que importante es precisamente que nosotros como creyentes hagamos exactamente eso...

Yo creo que lo que define a un discípulos a un creyente en Jesucristo es esa fidelidad, es ese seguir la enseñanza, seguir la norma que Dios ha establecido. No es tanto el venir a la iglesia y ni siquiera dar esos diezmos que tanto insistimos que ustedes dieran a su momento o en tener una carta de membresía, no es ese adherirse uno en obediencia a la norma de lo que es bueno, lo que es correcto, lo que es verdadero. Eso es lo que Dios nos llama que hagamos. Tiene que haber obediencia. Para mi esa es la clave, yo creo, para una vida cristiana fructífera y feliz es que haya en nosotros esa obediencia, ese seguir, ese pegarnos a la palabra de Dios y pegarnos a la verdad de Dios. Muchos de nosotros no experimentamos toda la vida abundante que Cristo ha venido a darnos porque yo creo que todavía estamos jugando el jueguito, bueno, me entro de lleno o no. Y estamos ahí indecisos, y el Señor lo que pide es esa entrega total, ese seguir de una manera total la norma de la Escritura.

Y qué interesante el Apóstol Pablo, mire otra cosa curiosa es que Pablo se pone a sí mismo en un sentido como la norma. Dice: “pero tu has seguido mi doctrina, mi fe, mi propósito, mi conducta,....” No es que el Apóstol Pablo fuera un hombre orgulloso, no es que él fuera un hombre que se creía la gran cosa porque el mismo decía yo soy el peor de todos los pecadores, yo soy el jefe de los pecadores, una vez se describió Pablo así. Pero Pablo era un hombre que cuando abrazó la enseñanza, cuando abrazó la doctrina del Evangelio, se dedicó completamente. Cedió mente corazón, alma y cuerpo, entregó toda su vida al Señor y se dedicó a servirlo exclusivamente a Él.

Yo creo que no hay nada de malo que cuando una persona ha vivido una vida como la que vivió el Apóstol Pablo que se ponga como un ejemplo y que importante es, hermanos que en la vida cristiana haya hombres y mujeres que puedan servir como ejemplo, ¿verdad? Porque muchas veces podemos hablar de muchas de estas doctrinas, y estas virtudes en abstracto doctrinalmente, teológicamente. Pero qué bueno es cuando podemos ver a alguien que ejemplifica fe, o ejemplifica paciencia, o ejemplifica amor y el mundo necesita ejemplos, el mundo necesita hombres y mujeres que sean encarnaciones de los valores del Evangelio. Ojalá que Dios nos ayude a cada uno de nosotros a tener siempre esa meta de ser ejemplo y de ser una inspiración para alguien. Porque nosotros no vivimos solos, siempre recuerden que hay muchas personas que están atentos a cada uno de nosotros y como cristianos tenemos que estar conciente de eso y asegurarnos en todo lo posible ser modelo para los demás.

Una de las cosas que hay en la visión de nuestra iglesia es ser una iglesia ejemplar. ¿Por qué? Porque creemos que el mundo necesita ejemplos de instituciones o de individuos que están viviendo la vida cristiana en todo lo posible con integridad y en una forma que agrade al Señor. Y Pablo le dice a Timoteo: Timoteo, tu has seguido mi doctrina. Mire la variedad de cualidades que Pablo encarnaba: por doctrina, Pablo está refiriendo a la fidelidad bíblica, la enseñanza, la fidelidad a la palabra de Dios; conducta, su comportamiento, su caminar en el Señor; propósito, Pablo era un hombre de propósito, Pablo era un hombree que tenía una visión clara de a dónde él quería ir. El sabía quien lo había llamado y a qué había sido llamado y era un hombre de propósito. Qué importante es que nosotros, hermanos, seamos hombres y mujeres de propósito, que tengamos una visión que anime nuestra vida.

Yo te pregunto en esta mañana: ¿cuál es la visión que anima tu vida? Si a ti te preguntaran que resumieras en tres frases, tres oraciones el tipo de vida que tu quieres vivir y lo que tu quieres llegar a ser en Dios y adónde te gustaría estar en 5 años en el Evangelio. O qué metas financieras o familiares o personales tu te has propuesto. Tu podrías responder rápidamente. ¿Podrías tu decir mire este es mi propósito, esta es mi visión como hombre o como mujer y esto es lo que yo quiero llegar a ser? Porque muchos de nosotros vivimos la vida improvisando. Simplemente cada día nos levantamos e improvisamos pero no tenemos un sentido de propósito y de meta. Y Pablo era un hombre de propósitos y un hombre también de fe que sabía en quien había creído y que se atrevía a hacer cualquier cosa por el Señor y que no estaba: creo o no creo. No, Pablo era un hombre que sabía. El dice, yo se en quien he creído.

También habla de su longanimidad que es una palabra un poco arcaica. Longanimidad, la palabra más apropiada para nuestro tiempo sería paciencia, aunque aquí luego dice amor y paciencia, pero la palabra paciencia que está traducida aquí al español es esa palabra que ya hemos visto antes Macrotumía que quiere decir persistencia, quiere decir aguante, tener aguante, firmeza en los tiempos de crisis y de necesidad. Entonces era un hombre que tenía todas estas virtudes y Timoteo lo había imitado, lo había seguido en estas cosas y de momento surge algo como sorprendente porque de toda esa lista, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, de momento dice persecuciones, padecimientos. Y uno como que se sorprende, de donde salió eso. Porque todo lo demás son virtudes pero también él habla, Pablo siempre hablaba en muchas ocasiones en sus escritos habla de las persecuciones que el padeció, de los sufrimientos.

Ahí en Segunda de Corintios, Capítulo 9 hay una lista larguísima de todas las aflicciones que el Apóstol Pablo pasó. ¿Y por qué también es inesperado esto? No solamente porque es como una mezcla de cosas que no se compaginan sino como que uno esperaría que un hombre que tiene, amor, fe, paciencia, doctrina, propósito, conducta, como que ese hombre estaría guardado de todo sufrimiento como que un hombre tan valioso como Pablo, el Señor lo protegería de aflicciones y de pruebas. Sin embargo no. Qué interesante que muchas veces cuando tu estás, aunque tu estés en los caminos del Señor y estés siendo fiel y grandemente útil al Señor eso no te exime de pasar por tribulaciones y dificultades. Tenemos que recordar eso siempre, hermanos porque yo se que muchas veces cuando nosotros estamos pasando por pruebas, uno dice: pero Señor si yo te estoy sirviendo, si estoy yendo a la iglesia, si ahora es cuando yo más oro y estoy buscando más de ti, y por qué me vienen estas pruebas. Hermanos recordemos siempre. Es más muchas veces mientras más cerca estemos del Señor a veces más el enemigo querrá venir y más también a veces Dios, porque no solamente el enemigo nos prueba, a veces Dios mismo también permite que vengan ciertas aflicciones a nuestra vida, ¿para qué? Para formarnos. Para fortalecernos. Para crear el carácter de Jesucristo en nosotros. La aflicción no es solamente del diablo para hacerte caer, sino muchas veces es de parte de Dios para fortalecerte.

Y esta semana leía yo un articulo en Christianity Today, una revista cristiana de un escritor cristiano que hablaba acerca de la prueba y él decía que muchas veces Dios inclusive trae la prueba a nuestra vida, ¿sabe para qué? Para que por medio de la prueba y de la consolación que nosotros recibimos en la prueba, nosotros podamos consolar a otros también. La única persona que puede ser de verdadera utilidad en la consejería o en la exhortación y el ánimo, dar ánimo a los demás, es la persona que ha pasado el o ella por pruebas y que Dios le ha mostrado que El es fiel y entonces está preparado para consolar a otros.

Esta misma semana cuando yo comparecía ante el jurado este, el Boston Redevelopment Authority, esta agencia de la ciudad de Boston que tiene que ver con todos los permisos y todas las cosas. De paso les digo hay 2 grandes momentos, digamos así, que hemos tenido que pasar, uno de ellos fue este jueves y el otro va a ser el 14 de diciembre, que les pedimos que oren, ya va a ser el final, este es un proceso de muchos meses que llevamos. Pudimos comparecer allí ante esas autoridades y traer el proyecto de la construcción del nuevo santuario y esto ha sido de mucha aflicción para mi carne porque hemos tenido que bregar tanto con el vecindario y con agencias, y llenar tanto papeleo y la incertidumbre si después de todo este lío, llevamos ya como año y medio, dos años en este proceso del diseño y todo, y uno se pregunta ¿dará resultado o no, al final podremos hacerlo o no? Ha sido de mucha carga y este jueves cuando comparecimos allí ante esa autoridad y que gloria al Señor, nos dieron su aprobación, y doy gracias al Señor por eso, y yo espero que después del 14 de diciembre yo pueda venir ante ustedes en el nombre del Señor y darles una gran noticia de que finalmente.... Pero yo pensaba en mi inocencia que ya para finales de julio yo iba a terminar, este proceso ya iba a estar terminado porque fue la primera vez que comparecimos ante una de esa autoridades. Y no fue así.

Nos han estad posponiendo y hemos tenido que entrar en un proceso que yo esperaba que el Señor me librara del proceso del vecindario, uno dice: Señor tu puedes hacer cualquier, pasa de mi esta copa, Padre, si es tu voluntad. Dijo, no, no, tienes que tomar, tienes que beberla. Me tuve que enfrascar con las fieras del vecindario de por acá y con las fieras también de la ciudad de Boston y uno se pregunta: Señor, pero ¿por qué? Si esto es para tu gloria, si esto es para hacerte un santuario. ¿Por qué tu no me haces la vida más fácil, tu no ves que tengo tantas otras cosas que hacer en el ministerio? Caramba, dame un break.

Pero el Señor dice: No, no quiero. Y yo he entendido en mi corazón claramente que el Señor quiere que yo pase por esos procesos y que aprenda como pastor que está involucrado en los asuntos de la ciudad, y he aprendido, hermanos una tonelada de cosas que usted no se imagina. Y comparecer allí ante ese grupo de gente tan sofisticada, tener que preparar toda una estrategia en el vecindario y pelear ahí con esa jauría de linces que hay ahí en este vecindario, gente profesional que conoce muy bien las leyes de la ciudad y todo eso. Me ha ayudado a formarme mejor como pastor y como administrador y persona que está involucrada en un proceso público. Y el jueves por la mañana les confieso que el corazón lo tenía un poco acelerado, y la incertidumbre de qué va a pasar y todo esto. Después de terminar como siempre pasa, después que me meto en estos líos y Dios me saca de ellos, le doy gracias al Señor. Le digo: Padre, qué privilegio poder uno ser parte de un proceso así y aprender y batallar y ver tu fidelidad. Yo creo que eso me capacitará con la ayuda del Señor para poder hacer otras cosas que Dios tenga para mi ministerio.

Fíjense hermanos, que Dios no siempre nos saca de las pruebas. Dios puede permitir a veces que pasemos por aflicciones bien fuertes, pero todo siempre con un propósito positivo, prepararnos, formarnos, quebrantarnos a veces, humillarnos en otras ocasiones, enseñarnos paciencia, fidelidad, persistencia, pero siempre con un propósito bueno. El propósito de Dios es ese, formar a Cristo en nosotros, y El a veces usa instrumentos bien raros, déjenme decirles, como usó la cruz. La cruz es el instrumento más siniestro que se ha inventado para tortura de los seres humanos, y Dios la usó para traer salvación a la humanidad. Así que no nos sorprendamos. Me salí un poquito del tema pero está bien porque eso es parte.

Pablo un hombre que con todas esas virtudes, fiel al Señor y padeció dificultades, sufrimientos, pero se mantuvo firme. Dice: “... y de todas me ha librado el Señor”. Gloria a Dios.

Déjenme decirle, mi hermano, hermana, si usted está pasando por prueba el Señor es fiel para librarle. No se de por vencido. No deje de clamar al Señor, no deje de servir al Señor. Cuando usted haya salido de esa prueba usted saldrá brillando como el oro, más preparado que nunca. Dios no le dejará nunca. Eso si yo le puedo prometer. No le puedo prometer que lo libre de la aflicción y de la prueba pero le puedo prometer que lo va a sacar victorioso de su dificultad. Gloria al Señor, amen. Conviene un aplauso para gloria del Señor.

Mire lo que dice allí en el versículo 12, dice: “... y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, cada uno recibirá un cadillac en su marquesina,... no dice: padecerán persecución, padecerán persecución. Toda persona que quiera agradar al Señor, que quiera ser fiel al Señor, que quiera mantenerse firme en los caminos del Señor sepa vas a tener que enfrentarte en algunas manera u otra algún tipo de padecimiento, pero eso será para gloria de Dios y para fortalecimiento tuyo, así que no le coja miedo al diablo, no le coja miedo a las circunstancias, mantente firme en ese propósito de ser fiel al Señor porque Dios tiene buenas cosas para ti. Más los hombres malos y engañosos irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Ese es el destino de toda persona que quiere jugar el jueguito ese de estoy aquí, y estoy allí, de engañar a los demás. Qué pasa? Al final serán engañados ellos y engañarán a otros y estarán siempre comiendo a otros y comiéndose ellos y siendo comidos también. Porque ese es el destino de la persona que carece de esa fidelidad de esa entereza en el Señor.

De nuevo, mire aquí el llamado a Timoteo y a todos nosotros a la fidelidad, a la obediencia. Dice: “...pero persiste tu en lo que has aprendido y te persuadiste sabiendo de quien has aprendido. Gloria al Señor. De nuevo, ve esa idea de hemos aprendido, todos nosotros hemos aprendido de alguien y yo espero que usted tenga un mentor o una mentora que usted tenga alguien que pueda servirle de modelo. Qué importante es tener la figura de un padre detrás de nosotros o una madre, o una persona mayor que nos ha sido un mentor o una mentora o nos ha sido ejemplo y nos ha bendecido en la vida. Si usted no lo tiene y es joven en la fe, búsquense alguien que tenga más experiencia que usted y péguese a esa persona y aprenda de ellos. Y ustedes, hermanos que tienen más experiencia búsquense una persona más joven y menos experimentada en la fe, y trate de ser mentor o mentora de alguien para que los sigamos llevando hacia delante.

El Apóstol Pablo dice: Timoteo, tu persiste, aguántate. Tu no seas como los demás, mantente firme, persiste. Mucho de la vida cristiana es persistir porque muchas veces en la vida cristiana es cuestión de tener aguante, no es asunto de que nos va a ir bien o que nos vamos a sentir siempre entusiasmado con el Señor. Mire, muchas veces ni el pastor mismo quiere venir a la iglesia, es así, pero si uno se lleva de que no quiero venir, imagínese, cuantos de ustedes por la mañana el lunes se levanta y dice que bueno que tengo que levantarme a las 5 de la mañana y ponerme la ropa y salir a ese frío de 10 bajo cero e ir al trabajo a ponchar la máquina a pasarme todo el día. ¿Cuantos dicen estoy feliz en hacerlo? Pero lo hacen. ¿Por qué? Porque saben que tienen que hacerlo. Porque es una disciplina.

Muchas veces nosotros nos cepillamos la boca, no porque nos guste el sabor de la pasta pero porque tenemos que hacerlo, y asimismo es a veces en la vida cristiana hay momentos de sequía como hay en el matrimonio, como hay en la amistad y uno no puede ser simplemente cambiante, como la veleta al viento. Uno tiene que persistir. Yo amo a la gente persistente en la vida cristiana, la gente que llueva, truene o ventee están ahí firmes. A veces no hablan mucho en lenguas, a veces no se le cae el moño demasiado porque danzan mucho, lo que sea, pero son gente fiel y son fieles en sus diezmos, son fieles en su asistencia a la iglesia, son fieles en el servicio, usted les asignara algo y usted sabe que van a estar allí aunque se estén muriendo, a veces vienen tosiendo, arrastrándose por la puerta, pero llegan porque son gente fiel, persisten. Hermanos no se deje llevar por las emociones. Tenemos que romper la esclavitud a las emociones y tenemos que ser gente persistente en la vida cristiana. Esas son las personas que con el paso de los años usted los ve van creciendo, van desarrollándose, porque son gente simplemente allí, un pasito delante del otro hasta que llegan a la meta. Persiste en lo que has aprendido y recuerda de quien has aprendido. Honremos a nuestros maestros, y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras.

Hermanos que importante es que le enseñemos a nuestros hijos la palabra de Dios. Timoteo fue un joven que aprendió de su abuela inclusive, su mamá le enseñaron la palabra de Dios. Fue un muchacho criado en los caminos del Señor. Pablo dice: Recuerda Timoteo lo que tu aprendiste de la niñez.


Que importante hermanos no escatimemos recursos para nuestros hijos para que tengan experiencias que los instruyan en la palabra de Dios. En vez de comprarle un Nintendo o uno de esos juegos raros por allí que lo van a corromper, cómprale un set de libros cristianos o amárrelo a la pata de una mesa y póngalo a ver un video cristiano o algo por el estilo. Hermanos instruyan a sus hijos en los caminos del Señor. Hermanos, mientras podamos traigámoslos a la iglesia y cuando lleguen a adolescentes y le digan a los 13 años, no quiero ir porque estoy cansado el domingo, métale una soga alrededor del cuello y tráigalo. Dígale: si tu quieres comer, vas a tener que venir a la iglesia hoy conmigo. Quizás los psicólogos no lo apoyarán en lo que yo le estoy diciendo, pero..... tómelo de su pastor.

Hermanos, yo creo que hay a veces que ser firmes con nuestros hijos para que beban la lecha de la palabra, después ellos se lo van a agradecer. Llegará un día en que esa palabra va a comenzar a hacer algo en sus vidas. Pasarán muchos años, quizás, se apartarán de los caminos del Señor, pero esa palabra estará allí como una bomba de tiempo que un día cuando venga una crisis en el matrimonio, o una situación de salud o un problema financiero, recordarán esos signos que escucharon cuando eran niños y volverán a los caminos del Señor. La palabra dice: instruye al niño en su camino para que cuando sea viejo, no se aparte de él, o cuando sea viejo no se apartará de él.

Así que es importante enseñar, instruir a nuestros hijos en las sagradas Escrituras. Yo creo que las iglesias deben hacer todo lo posible por instruir a los niños en la palabra. Hoy tenemos tantas cosas que entretienen a los muchachos y todo tipo de procedimientos y cosas para entretenerlos y mantenerlos interesados y esto y lo otro. Eso no es malo, pero yo creo que si no hay una enseñanza de la palabra de Dios, estamos desperdiciando el tiempo. Hay que enseñarles las grandes doctrinas, los grandes eventos de la Biblia, los personajes de la Escritura, los grandes eventos que hay escritos en la Escritura porque estas cosas son las que anclan a una vida a la palabra del Señor. No hay nada como la palabra de Dios entrando al corazón y a la mente de la persona, usted le puede decir historias bonitas y esto y lo otro pero la palabra de Dios alimenta como ninguna otra cosa de este mundo. Así que instruya a sus hijos en la palabra del Señor.

Dice: ... las Sagradas Escrituras las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, no hay ninguna fuente de sabiduría como la palabra de Dios. ¿Cuántos le gustaría ser sabio? ¿Cuántos están dormidos? Yo creo que todos aquí quieren ser sabios, verdad que si. Hermanos, hay una sola manera de usted hallar sabiduría. Por medio de la palabra de Dios. La Biblia dice: “lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. La palabra de Dios es práctica en sus enseñanzas. Dice la Biblia que la entrada de tu palabra ilumina el rostro. Hay algo especial, la persona que ha sido instruida en la palabra de Dios aunque no haya ido a la universidad o a la escuela superior, pero será una persona culta de todas maneras y será una persona que siempre podrá tener una buena conversación. Sin embargo hay personas que tienen doctorados en filosofía y son unos estúpidos con perdón de la palabra, unos ignorantes, y usted los ve que en su forma de vida no reflejan ese gran conocimiento que tienen, porque muchas veces están desprovistos de la enseñanza sabia, milenaria de la palabra de Dios. Yo prefiero en cualquier momento conocer bien la palabra del Señor que cualquier doctorado que me puedan deparar los hombres, se lo digo, porque nos da sabiduría y sabiduría y no cualquiera, sino sabiduría para salvación. Vida eterna.

La Biblia dice de que le sirve a un hombre si se gana todo el mundo y pierde su alma, la palabra de Dios es la única que te puede dar sabiduría para saber cómo relacionarte con Dios, como relacionarte contigo mismo, cómo manejar tus emociones, cómo manejar las relaciones humanas, cómo bregar con las heridas y los traumas del pasado, si tu no te fundamentas en la palabra del Señor eres peor que una nave en medio de una tormenta en el mar, sin las velas de las cuales hablaba nuestro hermano Luis Valles. Estamos a la deriva, a la merced de las circunstancias, pero la persona que ancla su vida en la palabra, en la doctrina del Señor, esa persona aunque vengan los vientos y las tormentas de la vida, sabrá cómo salir de las dificultades de la vida. Por eso es tan importante hermanos que nosotros seamos fieles a esa sana doctrina, a esa palabra del Señor. No nos dejemos llevar por los cambios, no nos dejemos llevar por hoy en día tanta interpretación rara de la Escritura, tanta enseñanza que pretende quitarle su tuétano a la palabra del Señor, mantengámonos fieles a la palabra del Señor.

Mire lo que dice aquí: “... toda la Escritura es inspirada por Dios”. ¿A que se refería el Apóstol Pablo diciendo toda la Escritura? Bueno, primeramente se refería a los escritos del Antiguo Testamento porque en ese tiempo todavía no existían todas las escrituras del Nuevo Testamento pero hay evidencia ya en la Biblia de que ya se estaba comenzando a formar ese cuerpo de escritos del Nuevo Testamento que serían incluidos dentro del concepto de Escritura y que el mimos Apóstol Pablo ya conocía algo de eso, porque el mismo cita pasajes de los Evangelios en un par de pasajes de sus cartas queriendo sugerir que ya estaban circulando ciertos escritos también del Nuevo Testamento que algún días vendrían a ser parte del cuerpo de libros que constituirían la Biblia.

El Apóstol Pablo al decir que toda la Escritura, hermanos quiere decir eso, para nosotros hoy en día que ya hemos pasado por todo el proceso de la elaboración del canon y todo esto, que algún día ojalá tengamos oportunidad de hablar cómo se formaron lo que nosotros llamamos hoy los 66 libros de la Biblia, el Apóstol Pablo al decir toda la Escritura está refiriéndose a todos estos libros de Génesis hasta Apocalipsis.

Repitan conmigo: Toda la Escritura. Amen. Hermanos, no es algunos libros solamente. Si usted oye a alguien por ahí decir que estos libros son más autoritarios que los otros, mire, como cristianos ortodoxos, nosotros creemos que todo texto, toda frase, toda palabra que está en la Biblia es palabra inspirada por Dios. Sea que la escribiera Pablo, la escribiera Pedro, sean palabras de Jesús en los Evangelios, sean palabras de Ezequiel o de Isaías o en Génesis, todas esas palabra son palabras de Dios inspirada por Dios, palabra que es como dice aquí “...útil para enseñar, redargüir, corregir y para instruir en justicia.”

Me voy a detener un momentito porque ya se acaba el tiempo. La palabra inspirado, teo neupstos, quiere decir, teo de teología, Dios y neupstos quiere decir como de neuma, de aire, es como que la Escritura fue soplada por Dios. Cuando los cristianos decimos que la Biblia es inspirada queremos decir que Dios sopló, la idea es que el espíritu de Dios fue soplado como fue soplado sobre Adán y vino a ser ese pedazo de tierra, vino a ser un hombre vivo. Asimismo cuando Dios sopló en el proceso de escribir estos libros, cuando diferentes hombres escribieron estos libros a través de siglos y siglos, cada vez que uno de esos libros fue elaborado, y cada vez que cada uno de esos hombre se sentaba a escribir estas palabras, el espíritu de Dios estaba allí como soplando sobre ellos, infundiéndose en sus palabras.

No quiere decir que Dios los tornó en autómatas que escribieron bajo el dictado del espíritu santo cada palabra. No, porque estos hombres escribieron también reteniendo su individualidad, su carácter, reflejando costumbres de sus tiempos, inclusive su temperamento y otras cosas, pero aun dentro de su originalidad humana el soplo de Dios estaba allí asegurándose de que esas palabras no tuvieran error. De la manera en que lo expresaran pero que fuera verdadero. Usted puede decir la misma cosa en muchas maneras. Usted puede decir por ejemplo: mi madre es muy noble, o puede decir mi madre es muy buena, o lo que sea, pero la idea es la nobleza, la solidez de la madre. Asimismo estos hombres pudieron escribir en muchas diferentes maneras, muchas diferentes expresiones, pero lo que decía, la esencia, el contenido, de esas palabras eso es totalmente firme, verdadero y nosotros podemos confiar en ello.

Hoy en día en este tiempo en que vivimos, hay muchos cristianos que han perdido ese sentido de reverencia de la Escritura y cuestionamos y sobre todo en este tiempo en el área de la sexualidad humana, hay tanto cuestionamiento de lo que dice la Biblia por ejemplo con respecto a la homosexualidad. ¿Cuántos cristianos supuestamente hay por ahí enseñando que está bien que un hombre se case con hombre o una mujer con una mujer en contradicción directa con las Escrituras? Y se sorprenden cuando uno como cristiano ortodoxo dice no, pero es lo que dice la palabra de Dios y dicen pero tu todavía estás creyendo en esas cosas y casi como que se ríen de uno, cristianos con cristianos imagínense. Y la palabra de Dios te dice a ti, pero tu persiste en lo que has aprendido, persiste en aquello de lo cual te persuadiste.

Cristianos esta palabra que se llama la Biblia es confiable, fue inspirada, fue soplada por Dios y debe servir como la norma y la base de tu comportamiento en la vida. Nunca nos salgamos de ella, hermanos y si algún día nos salimos volvamos a entrar en ella. No pretendamos nosotros juzgar la palabra, deje que la palabra le juzgue a usted. Tenemos que tener reverencia hacia las Escrituras y tenemos que persistir en lo que hemos creído. Tenemos que ser obedientes a esa palabra. Toda la Escritura es inspirada por Dios útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia a fin de que el hombre o la mujer de Dios sea perfecto enteramente preparado para toda buena obra. Que el Señor bendiga su santa palabra.

Hermano, si usted quiere ser un siervo de Dios, una sierva de Dios preparada para cualquier buena obra que el Señor necesite, fundamente su vida en la palabra del Señor, seamos estudiantes de las Escrituras. Yo deseo que cada uno de ustedes y yo podamos, hermanos en todo el tiempo que nos quede sobre la tierra ser estudiosos de la palabra del Señor, la Escritura. Si usted no tiene una Biblia asegúrese de comprarse una. Si usted no lee su Biblia, asegúrese de leerla. Llegue a ser un conocedor de la Escritura. Aproveche estas clases. Hay instrucciones que se reciben aquí. Hay tantas enseñanzas buenas que se dan en esta iglesia pero hay que invertir tiempo y hay que esforzarse para estar preparados para toda buena obra para la cual el Señor nos quiere.

¿Tu quieres entendimiento, quieres sabiduría, quieres solución para tus problemas, quieres tener una mente más inteligente más sabia, quieres que tus pensamientos sean iluminados, quieres salir del atolladero en que estás metido? Estudia la palabra del Señor. Deja que la palabra de Dios entre a tu corazón.

Me vino a la mente, me vino así claramente: usted sabe los plomero cuando quieren destapar una tubería, hay una culebra de acero que la meten, es flexible, la meten por la tubería para quitar cuando está tapada la tubería, y esa culebra se mete por un boquete del tubo y va corriendo hasta que encuentra la obstrucción y la rompe y sigue adelante hasta que el agua puede fluir de nuevo. Esa fue la imagen que me vino hace un segundo de la palabra de Dios para destapar la mente de alguno de ustedes. Algunos de nosotros tenemos la mente embotada. Hay algo ahí, hay un tumor en nuestro cerebro, en nuestra mente que nos puso allí alguna experiencia de la vida. ¿Tu quieres que se destape? Deja que la palabra de Dios se meta y comience a obrar y a romper en tu mente y en tu corazón.

Dice la palabra que la palabra de Dios es más aguda que toda espada de dos filos, dice que penetra hasta romper la coyuntura y los huesos, dice que y discierne los pensamientos y separa en las intenciones del corazón y dice que no hay ninguna cosa que esté fuera de su escrutinio y su capacidad para examinarla. Imagínense qué poderosa es la palabra del Señor. Por qué privarte a ti mismo de ese efecto en tu vida. Comienza y deja que la palabra del Señor infunda sabiduría en tu vida y se fiel a ella y obedécela y vive por ella y persiste en ella, y se fiel a sus enseñanzas y obedécela y tu vida será bendecida. Serás un hombre y una mujer útil para cualquier cosa que Dios te quiera.

Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con la palabra de Dios en esta mañana. Agarra ahí en tu mente la palabra del Señor y di: Padre, yo abrazo tu palabra, yo la entro en mi corazón y en mi mente, yo voy a vivirla, voy a ser fiel a ella, voy a obedecerla, voy a dejar que ella entre en mi mente y posea mis pensamientos y entra a mi corazón y posea mis sentimientos, entre a mis recuerdos y lave mis recuerdos, voy a dejar que la palabra de Dios me instruya en todos los aspectos de mi vida y no voy a dudar de ella, no la voy a negar, no la voy a cuestionar, no la voy a criticar en una forma irreverente, sino que siempre me acercaré a ella con un sentido de gran reverencia y de respeto porque es la palabra de Dios inspirada por Dios a la cual Dios le ha infundido una cualidad que ningún otro libro humano contienen, es la vida de Dios misma moviéndose en esa Escrituras y yo la recibo así, yo la abrazo así, yo me meto dentro de ella y la meto dentro de mi.

Viviré por ella y la estudiaré y la reverenciaré, la respetaré siempre en todo lo posible hagamos un pacto con el Señor de ser obedientes a la palabra de Dios, ser obedientes a la palabra, de persistir en lo que hemos aprendido y de lo cual estamos convencidos. En esta mañana, Padre, esta iglesia declara su intención de mantenerse fiel a tu palabra Padre, no nos permitas jamás apartarnos de ella, que siempre nosotros como congregación evidenciemos esa alta estima en la cual tendremos tu palabra Señor. Que este púlpito nunca sea instrumento para la enseñanza de doctrinas falsas o engañosas o en alguna forma desagradable ante ti, Padre. Que de aquí solo salga sana enseñanza para tu pueblo, Padre. Líbranos de jamás pretender ser tan sofisticados que nos atrevamos a jugar con tu palabra, Señor sino como niños acercarnos a tu palabra, Padre y creer lo que ella dice, Señor y obedecerla de todo corazón. Gracias Padre, te amamos en el nombre de Jesús. Gloria al Señor. Amen. Amen.

09 enero 2010

Joel 2:18

Joel, Capítulo 2, comenzando con el versículo 18. He querido usar estos tiempos para poner allí una sensibilidad nueva en tu espíritu, tal vez no sea nuevo, pero de sí reforzar un par de elementos claves que deben fundamentar nuestra búsqueda del Señor en este año 2010 y siempre también, pero yo siento que por ahí es donde el Señor nos quiere. El comienzo de año, siempre es bueno comenzarlo con una palabra de ánimo, prepararnos para el resto del año.
Joel 2:18 dice: “y Jehová solícito por tu tierra perdonará a su pueblo, responderá Jehová y dirá a su pueblo: he aquí Yo os envío pan, mosto (quiere decir vino), y aceite y seréis saciados de ellos y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.”
El le está hablando a Israel, a su pueblo, pero también por extensión nos habla a nosotros, evidentemente porque sabemos que todo lo que está escrito en la Escrituras tiene su aplicación también para el pueblo de Dios a través de los siglos. Y son simplemente principios que Dios dejó establecidos en la Escritura para que nosotros los extraigamos, los apliquemos a nuestra propia vida y a nuestro propio tiempo. Así que de esa manera es que leemos este pasaje.
“.... y seréis saciados de ellos y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones y haré alejar de vosotros al del norte y lo echaré en tierra seca y desierta. Su faz será hacia el mar oriental y su fin al mar occidental. Y exhalará su hedor y subirá su pudrición porque hizo grandes cosas. Tierra, no temas. Alégrate y gózate porque Jehová hará grandes cosas”.
Bendiga el Señor su palabra. Lo voy a dejar ahí, tendremos ocasión para quizás exponer algunas ideas más que están en el resto de ese pasaje. Hermanos, el Señor pone en mi corazón re-acentuarle algo que ya usted quizás sabe y está convencido de hecho, y es que cuando Dios nos llama a sus caminos, Dios nos llama para bendecirnos. Dios nos llama para prosperarnos. Dios nos llama para fundamentarnos en un cimiento sólido. Dios no nos llama a sufrir, Dios no nos llama simplemente para apretar los dientes y vivir la vida ahí aguantando, hasta queCristo venga y nos saque de este triste mundo. Cristo ha venido para que tengamos vida y para que la tengamos en abundancia. Amen.
Y eso a veces se nos pierde de vista en las luchas y en los afanes de la vida y en los zigzagueos, y los momentos de crisis en la vida, se nos olvida ese hecho. Este pasaje me gusta, y todo el libro de Joel, en realidad, y si usted mira casi todos los profetas, son muy pocos, aún Jeremías, que se habla llamado como el profeta llorón, un profeta de mucha tragedia, pero aún allí usted encuentra pasajes donde Dios invita a su pueblo a mirar hacia el futuro positivamente, con esperanza, de que El tiene buenas cosas, buenos propósitos para ellos.
En este año 2010 yo te invito a renovar tu conciencia de que hay buenas cosas delante de ti. Y aquí en Joel vemos claramente ese llamado al pueblo de Dios a gozarse, a regocijarse, a celebrar. Dice: “tierra, no temas. Alégrate y gózate”, versículo 21 “.... porque Jehová hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis, porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto.”
El cristiano tiene que vivir, hermano, de una expectativa, pero de una expectativa activa, valga la redundancia. Hay que tener una expectativa activa de que Dios quiere bendecirnos, de que Dios nos ha llamado a su reino para prosperarnos y para sujetar las fuerzas destructivas en nuestra vida a nuestros mejores intereses. Dios quiere bendecir a su pueblo. Y les habla alguien que ha caminado décadas, no les voy a decir cuántas, pero ya muchos de ustedes las saben, para recién conocer al Señor y desde que conocimos al Señor, desde que mi mamá, a los 79 años conoció al Señor. Desde que mi hijo me llevó por primera vez a una Iglesia Evangelica, la que hoy es mi hogar y donde tengo padres espirituales, hermanos espirituales y todo lo que puedo necesitar y todo proporcionado por mi Señor. Yo siempre digo que yo puedo fechar mi vida como familia en el antes y el después de Cristo. Como dice por ahí la historia, antes de Cristo, después de Cristo.
Ciertamente cuando Cristo entra a nuestra vida, hermano, se deben notar cambios radicales en la vida del hombre o la mujer. Y uno debe poder ver como una pared clara que marca una frontera entre cómo usted vivía antes de conocer a Jesús y después que usted conoce al Señor Jesucristo. Y ese cambio debe extenderse a todas las dimensiones de la vida, debe extenderse a la dimensión de las emociones, porque Cristo, cuando entra al corazón, hermano, Cristo quiere que nosotros seamos sanados de nuestras heridas emocionales, de los traumas del pasado, de los recuerdos que nos atormentan, de las experiencias que nos victimizaron, de la falta de Perdón, de las heridas de amor y que han creado en nosotros un pozo de tristeza.
¿Cuántos cristianos y cuánta gente allá afuera viven la vida todavía chapoteando el mismo pantano del pasado? Y hay mucha gente en los caminos de Dios, que no han experimentado el poder transformador del Evangelio, no han experimentado esa sanidad emocional que Cristo quiere hacer en nuestras vidas.
Hermano, yo no te estoy diciendo que, como el avestruz, hundas tu cabeza en la arena y que pretendas que no hay heridas en tu vida, porque eso no es recibir sanidad emocional. Pero yo sí creo, hermanos, que cuando Cristo está en nuestra vida, El quiere sanarnos emocionalmente de manera que nosotros podamos encarar y mirar las heridas emocionales, los espectros, los fantasmas que están en nuestra vida haciéndonos daño, y que nosotros invoquemos el poder de Cristo que transforma esas heridas y nos sana y nos ayuda a procesarlas y a trabajarlas y a entrar en una vida de sanidad emocional, de salud emocional. Porque Cristo quiere que haya sanidad a nivel de las emociones.
Pero Cristo también quiere que haya sanidad a un nivel del carácter y que haya liberación a nivel del carácter. Yo creo que muchos cristianos se desangran en el área del carácter. El Señor quiere bendecirte también, hombre o mujer cristiana, en el área de tu carácter. Y eso quiere decir que tu y yo tenemos que encarar, cuáles son las áreas de mi vida y de tu vida donde yo tengo que pedirle al Señor que trabaje y cuáles son las áreas donde yo no estoy ejemplificando el carácter de Cristo. Y que tu creas que Cristo se compromete contigo para trabajar día a día para ir sujetando esa área de tu tierra y convertirte en un hombre, una mujer, ejemplar, un hombre, una mujer de excelencia, un hombre, una mujer admirable, un hombre, una mujer que otros cuando te miren digan: ‘yo me siento un poquito más preparado para creer en el Evangelio porque esa persona ejemplifica lo que dice la palabra’.
En Cristo hay poder, hermano, el creyente no tiene que vivir una vida dando tumbones, cometiendo errores, pisándole los cayos a la gente, siendo mal ejemplo en su trabajo, destruyendo su matrimonio, de fracaso en fracaso, por falta de carácter, porque Dios está comprometido con nosotros para ayudarnos a vencer esas áreas en el nombre de Jesús, hermano.
Yo te animo en el nombre del Señor, en este año 2010, a enfocar esa dimensión de tu vida y pedirle al Señor con integridad: ‘Padre, yo reconozco que hay áreas en mi carácter que no te agradan, no me convienen y yo las quiero someter a Ti, y yo creo que en Ti hay suficiente unción para hacer de mi un hombre, o una mujer, diferente, que sea de bendición en mi matrimonio, que sea de bendición en mi familia, que sea de bendición en mi trabajo, que sea de bendición en mi iglesia, en mi comunidad’, porque en Cristo hay poder, hermano, para eso.
Aquí dice que “.... y Jehová solícito por su tierra”, solícito, a mi me impresionó esa palabra. “...Y Jehová solícito por su tierra perdonará a su pueblo, responderá y enviará pan, mosto (vino) y aceite, etc. etc.”
Hermano, Dios es un Dios solícito. ¿Saben lo que quiere decir la palabra solícito? Quiere decir preocupado por, involucrado en, atento a, detallista en, servicial, amable, podríamos decir como afanoso, usando esa palabra en un sentido suelto, afanoso por bendecir a su pueblo. Solícito es como cuando ese mozo en un restaurante, 4 estrellas, está mirando a la distancia y desde que se acabó la última gota de agua en el vaso, ahí corre para echarte un poquito más, para que tu no sufras carencia. Así es Jehová para sus hijos. Solícito.
Y Dios está continuamente preguntándonos: ¿Hijo, cómo puedo yo ayudarte a vivir una vida fructífera? ¿Cómo puedo Yo servirte?, inclusive. Dios es un Dios servicial. El desea bendecirte en tu vida, en tus áreas de necesidad, pero se necesita que tu las reconozcas, las nombres y las ordenes, digamos, como cuando en tu casa acomodas algo y ordena al espíritu santo para que comience a trabajar en esa área de necesidad y de carencia de tu vida. y Jehová solícito por su pueblo responderá a sus hijos.
Así que mi hermano, mi hermana, tu no tienes que vivir la vida cojeando y cometiendo un error tras otro. Lo que tu necesitas es reconocer esa área de necesidad y creer en un Dios que está deseoso de bendecirte en esa área, de tratarte en esa área y de sanarte y fortalecerte y vendarte y hacer de ti un hombre, una mujer funcional, un hombre, una mujer admirable, porque Dios quiere hombres y mujeres admirables. Dios quiere bendecirte a nivel de tu carácter.
Yo creo que también Dios quiere bendecirte al nivel de tu salud, porque yo creo en un Dios sanador. Yo creo en un Dios que fortalece a sus hijos porque eso es parte de la vida abundante que Cristo ha venido a darnos también. Porque si tu estás enfermo y eso te está robando el gozo y la paz, yo creo, hermano, que Dios quiere sanar a su pueblo. Y yo creo en un Dios sanador. Es más, yo creo en un Dios, no solamente que me sana, sino que previene la enfermedad y que hace que yo viva en salud para que no tenga ni siquiera que pedirle que me sane, porque El me mantiene en salud y en vitalidad.
Oh, hermano, yo creo en la sanidad. Y yo te animo a llenarte de esa expectativa activa. Si hay áreas en tu vida de enfermedad, mira, da la batalla, traba lucha con ese adversario y ayuna y ora y clama al Señor, y pídele a Dios cada día sanidad, y declara sobre tu cuerpo sanidad. Hay algo de la sanidad preventiva que a mi me gusta. Yo te sugiero lo siguiente, que de vez en cuando en tu vida de oración, tu te sientes en algún lugar cómodo y visualices los diferentes sistemas de tu cuerpo, las diferentes partes de tu cuerpo, y menciones cada uno de ellos. Quizás vas a tener que comprarte un libro de anatomía, no se, y que comiences a enviar bendición a los diferentes sistemas de tu cuerpo.
Yo comienzo desde mi cerebro y le pido al Señor que bendiga mi cerebro, simplemente esa maza ahí de tejido que está en mi cráneo, y que bendiga los nutrientes, que bendiga las conexiones electrónicas de mi cerebro, que bendiga a los químicos de mi cerebro, y comienza bajando por la espina dorsal y sigue por tus extremidades y bendice tu sistema circulatorio, tu corazón y tus venas, haz guerra contra el colesterol en el nombre de Jesús y envía fuego de Dios para que derrita esa grasa. Y luego continua pidiéndole al Señor que bendiga tu hígado, y que bendiga tu vesícula, y que bendiga las diferentes partes, tus riñones y tu sistema digestivo. Hermanos, y aún vea los órganos menos nobles, los intestinos y también bendícelos en el nombre del Señor, y tu sistema reproductivo y tu esqueleto, y tus músculos y tu piel, y todas las demás partes de tu ser, envía bendición. Padre, yo bendigo mi corazón, bendigo mis venas en el nombre..... declaro venas saludables, declaro sistema circulatorio saludable, declaro que mi cuerpo está lleno de tu vitalidad y tu palabra dice que aún en la vejez fructificaré y que estaré vigoroso y verde para declarar que mi Dios es recto y que en El no hay injusticia. Y tu comienzas a enviar bendición a esas áreas de tu vida. Y visualiza al Señor sanando esas áreas, penetrando en esos lugares.
Hermano, yo creo que eso tiene un poder para mantenernos sanos y fuertes y vigorosos. Y también yo te aconsejo que no le hagas el trabajo más difícil al espíritu santo, llenándote de cosas que te hacen daño. Porque de qué te sirve a ti que Dios te limpie las venas y después tu te las llenas otra vez de porquería. Vas a tener que seguir orando, porque entonces hay que tener un balance en la vida, ¿ve? Ahí es donde viene, hermano, el poder de Dios que te da la disciplina para tu vivir una vida ordenada también.
Porque yo creo que el poder no es solamente una varita mágica que te toca en la cabeza y te salen estrellitas. Yo creo que el poder de Dios me da fuerzas para ser una persona disciplinada, también. Para vivir una vida ordenada y en eso hay una belleza también que si Dios nos tornara, simplemente en parásito, que El nos moviera como El quiere, como marionetas, no desarrollaríamos carácter. Y por eso es que también es bueno, hermano, yo te animo, mira, el espíritu santo también quiere trabajar en tu vida para que tu tengas fuerzas para hacer ejercicios. Di amen en el nombre de Jesús.
Y que tu le quites el polvo a esa bicicleta que tienes en la casa y que saques los sacos y camperas que están colgando ahí, que ya lo están usando como un perchero más bien, y que tu te pongas en el nombre de Jesús y que cuando te subas a la bicicleta y comiences a andar digas: ‘todo lo puedo en Cristo que me fortalece’. Amen.
Filipenses 4:13. Porque Dios te da fuerza, hermano, también y disciplina. Crea disciplina. Cree que Dios quiere bendecirte también en la disciplina, en el carácter, en la comida, diga amen a eso.. Pero yo creo, hermano, en un Dios que me da disciplina también para yo gobernar lo que yo como y para comer en cantidades, digamos cristianas.
Dios se glorifica en eso, hermano, ¿sabias? Dios mira desde su trono y dice: ‘mira mi hija, qué disciplinada es. Está aprendiendo de mi palabra. Está aprendiendo a vivir según los principios de mi palabra.’ Porque Dios quiere que usemos sus principios. Dios quiere que usemos los conceptos de la Biblia para traer orden a nuestra vida. no es solamente la mentalidad mágica esa, bueno, Dios va a mandar a Yiye Ávila para que ponga su mano sobre mi y yo pierda 50 kilos inmediatamente y tenga que agarrarme la falda e irme a mi asiento. Eso puede suceder y ha sucedido, pero ¿saben qué? Dios tiene otras maneras que quiere trabajar en tu vida. Dios quiere trabajar a través de la disciplina, creando carácter, creando autocontrol.
Dice la Biblia que Dios nos ha dado un espíritu de timidez y no de poder, de amor y de dominio propio para hacer una buena dieta, para hacer ejercicio, para descansar adecuadamente, para sujetar los diferentes aspectos de nuestra vida. ¿Cuántos de nosotros vivimos ojerosos y destruidos y estériles emocionalmente porque estamos a merced de las circunstancias? Nuestra vida nos gobierna en vez de nosotros gobernar nuestra vida. Y nosotros tenemos que decir, no. Dios me ha dado autoridad y el espíritu santo está conmigo y yo voy a sujetar todas las áreas de mi vida a la disciplina de Dios. Yo voy a tomar mi vida de trabajo, mi vida de descanso, mis responsabilidades como madre, como ama de casa, como siervo del Señor, y yo voy a tomar todas esas cosas y yo las voy a ordenar con el poder y la autoridad y la sabiduría que Dios me da, de manera que yo pueda vivir una vida balanceada, fructífera, gozosa y llena del gozo del Señor.
Porque Dios quiere bendecirnos en esa área. ¿Sabe el pie del cual cojea el mundo espiritual con el cual nosotros nos identificamos? Es muchas veces eso, que solamente pensamos en el poder de Dios en el área mágica, en el área rápida, no de las cosas de valor, pero se nos olvida que el poder de Dios es para darnos energía para vivir la vida ordenadamente y desarrollar carácter, desarrollar sabiduría.
Muchas veces Dios no te va a dar esa solución rápida porque El quiere primero que tu desarrolles orden en tu vida. Porque Dios no quiere ser tu barrendero, que cada vez que tu haces un lío, venga El a barrerlo. ‘No, no, Yo quiero enseñarte orden y te voy a sanar esta vez, pero de aquí en adelante tu debes ordenar tu vida’.
Hermano, en el nombre de Jesús yo declaro un espíritu de disciplina en el pueblo de Dios.. Yo quiero impregnar tu sensibilidad en este día con un espíritu de disciplina y de orden. Amen. Recíbelo en el nombre del Señor. Carácter.
Di conmigo, yo recibo el espíritu de la disciplina, del dominio propio, Dios me ha dado poder para sujetar todas las áreas de mi vida para conquistar gigantes y para destruir los enemigos que me impiden vivir en una vida abundante en Cristo Jesús. Me comprometo a vivir en los principios de la palabra de Dios y glorificarlo a El con una vida de excelencia, en el nombre de Jesús. Amen.
Dios quiere hacer de nosotros, por lo menos yo te puedo hablar como Hermano, Dios quiere hacer de nosotros una comunidad ejemplar. Di conmigo ‘ejemplar’, es decir que nosotros seamos, hermanos, una familia que con el paso de los años, cada día mostremos más y más de la excelencia del Reino de Dios. O que la gente mire nuestra vida familiar, mire el orden de nuestros hogares, mire a nuestros hijos crecer como plantas, como palmeras rectas junto a aguas corrientes. Que vea nuestras finanzas bendecidas, que nuestras casas quizás no sean mansiones, pero que sean donde la gente entre y sienta el orden de Dios.
Un pueblo que tenga orden y disciplina, cuyas relaciones, de unos con los otros, sean relaciones de transparencia, de honestidad, de buena comunicación, de resolución de conflictos, de perdonarnos unos a otros, de tolerarnos unos a otros, de darnos espacio unos a otros para crecer, de cometer errores y que haya paciencia para perdonarlos. Y si usted erró contra alguien que usted vaya y pida perdón también.
Y en esas cosas, hermanos, que el espíritu santo quiere hacer en nuestras vidas y que Dios está comprometido, Dios está solícito, solo El quiere que le digamos: ‘Padre, yo quiero que Tu bendigas mi vida en esa área’. Dios quiere bendecirnos, hermano. Dios solícito por su tierra responderá y bendecirá a su pueblo.
Yo creo que también Dios quiere bendecirnos en este año y a través de toda nuestra vida en el área de las finanzas también. Ahí si que les gusta ¿verdad?, en el área de las finanzas, pero eso también tiene su colita, no se crea. Hermano, Dios quiere prosperarnos.
Yo le digo, hablando acerca de los cambios, cuando el Evangelio entró a mi vida, por la puerta de atrás se fue huyendo la miseria y la pobreza, hermano. Y mi vida comenzó a cambiar y Dios enseguida, yo creo que en su trono, dio una orden de que mi familia fuera bendecida y prosperada. Y yo he visto en mi vida como familia la bendición de Dios, financiera, material, hermano. Lo he visto en mi familia espiritual también. Porque eso es algo maravilloso y poderoso, créelo en el nombre de Jesús.
Dios te ha llamado. Dios no quiere que tu vivas en miseria. Bueno, quizás por un tiempo, como con los hebreos cuando estuvieron en el desierto, Dios los pasó por un tiempo de carencia pero ¿sabes qué? Dice allí, que aún allí Dios los bendijo. Cuando El los vio entrar a la Tierra Prometida les dijo ‘miren, recuerden que su calzado nunca se envejeció’. Óigame 40 años, ni NIKE, ni ADIDAS, ni ningún otro producto puede decir que en 40 años su producto no se envejece. ¿sabes qué? Las sandalias, dice la Biblia, de los hebreos nunca se envejecieron en 40 años en el desierto. Su pie no se hinchó caminando en el calor del desierto, su ropa nunca se deshizo sobre ellos, nunca se envejeció. Maravillosamente Dios mantuvo sus ropas. ¡Que grandioso! Me gustaría ver eso en video cuando llegue al cielo algún día.
Dios les proveyó calefacción divina, todas las noches con una columna de fuego que los guiaba y los alumbraba en su campamento todas las noches. Y durante el día les proveyó dirección con una columna de humo que le guiaba por donde tenían que ir. Gloria al Señor. Ni los aparatos de GPS hoy en día te dan ese tipo de servicio. Y Dios, dice la palabra que, les proveyó maná, comida de príncipes, directamente del cielo. Quizás no tenía el ajo y la cebollita que a ellos les gustaba en Egipto, pero era comida nutritiva. Yo imagino que esa comida, si la analizáramos hoy en día, descubriríamos que tenía los nutrientes que el cuerpo necesita para estar saludable, porque venía de Dios. Dios era el cocinero de esa comida. Les proveyó maná todos los días, no les faltó nunca. Maná, aunque no era la comida abundante que ellos querían, y sabrosa, pero era lo que necesitaban, para ese pueblo carnal que eran, que le encantaba la carne. Eran carnívoros y carnales, las dos cosas a la vez. Y Dios dijo ‘no más carne para ustedes por un buen tiempo para que aprendan a ser espirituales. Les voy a dar maná’, porque a veces de nuevo Dios quiere crear carácter, ¿vos entendés?.
Yo creo que Dios a veces puede ponernos a pasar por un tiempo de carencia porque ese tiempo de carencia va a formar carácter en nosotros. ¡Qué bien me salió eso! Carencia muchas veces lleva a carácter y por eso Dios a veces permite que su pueblo pase por un tiempo de carencia. Pero ¿sabes qué? Cuando vos has aprendido carácter, Dios entonces envía prosperidad y bendición a tu vida, porque ya la lección perdió ya su utilidad y ahora vos podés moverte en la prosperidad de Dios.
Yo creo que el estado natural, normativo del pueblo de Dios es la prosperidad, es la abundancia. Es el tener lo suficiente para las necesidades de cada día, y hasta un poquito más también. Y Dios quiere bendecirte en esa manera.
Hermano, pero de nuevo, tu tienes que tener esa expectativa de que Dios te quiere bendecir en las finanzas. Mi Dios no es un Dios de lo necesario. Mi Dios es un Dios de lo DEMASIADO. Tienes que pedirle al Señor, específicamente y hermano, ahí es donde viene la cola que yo te decía anteriormente. Cada bendición tiene su condición también y es en el área de uno ser contundente y fiel con el Señor en el diezmo por ejemplo y en los bienes de uno. No seas tacaño con el Señor. ¿sabes qué? Yo les decía anoche a unos amigos que uno tiene que practicar el gozo, aún cuando uno siente el gozo, uno tiene que declarar el gozo por fe. Uno tiene que hablar gozo aunque esté ahí triste y deprimido. ¿Cómo estás? En el nombre del Señor yo estoy bien, como dice mi mamá. Yo estoy bien. Y yo creo que el Señor es mi ayudador y mi fortalecedor.
De nuevo, no quiere decir que tu ignores lo que te está pasando, pero yo he aprendido, hermano, que hay acciones proféticas que imantan y atraen la bendición de Dios. Si tu estás deprimido, búscate la mejor corbata que hay en tu placard y póntela aunque sea para te mires vos mismo en el espejo, porque hay bendición en eso. ¿Qué pasa cuando estamos deprimidos? La gente nos encuentra todos ojerosos y desordenados y descuidados, porque estamos deprimidos, no queremos bañarnos, no queremos comer, no queremos vestirnos. Mira, cuando te sientas deprimido y si no puedes cambiar lo que está por dentro, cambia lo que está por fuera por lo menos, y eso va a cambiar lo que está por dentro, y va a venir la bendición de esa manera.
Y asimismo pasa también en el área de las finanzas. Yo creo que la manera de atraer la bendición de Dios es haciendo cosas, declarando la bendición que va a venir a tu vida, pero también haciendo actos de fe, dándole al Señor. Yo siempre he dicho, cuando nosotros comenzamos a diezmar era la época menos apropiada para nosotros. Yo estaba sin trabajo, una cantidad de cosas. Pero yo dije ‘Señor, si ese es el tiempo en que esta doctrina ha venido a mi mente con tal fortaleza, Tu eres fiel’. Yo les puedo decir cómo Dios hizo llover bendiciones sobre mi vida y no ha faltado en ningún momento.
Hay que creerle a Dios y hay que ser fiel al Señor. Hace poco compartía con unos vecinos una bendición que Dios trajo a nuestra vida financieramente. Yo le había pedido al Señor algo que ni siquiera tengo que entrar en detalles porque es algo personal, hace un mes atrás, y le pedí ‘Padre, que cuando venga ese bendición’, y parecía algo imposible, déjenme decirles, ‘recuérdame que yo te la pedí’. La puse allí, la dejé allí y hace poco, hermano, vino exactamente como yo se lo había pedido, en la manera más maravillosa que usted se puede imaginar y más fácil.
Yo me imaginaba a Dios riéndose a carcajadas, mirándome a mi, diciéndole ‘Gracias, Señor’, tan difícil que parecía y tan sencillo que se hizo. Estaba allí al lado mío, hermano. Así es la bendición de Dios y yo les decía a mis vecinos ‘yo quiero que ustedes recuerden eso. Hace años eso era imposible y pude compartir una mesa con todos ellos. Eso era parte de un sueño inalcansable y ahora lo había vivido mas intensamente de lo que lo habia pensado.’
Yo he visto, hermano, la bendiciones de Dios a través de todos los años que yo he caminado con El, materialmente. Por eso a veces doy saltos mortales en el vacío, en la Iglesia y en otras cosas porque yo creo en un Dios que me ha dicho nunca vas a ser avergonzado, siempre y cuando confíes en mi y me seas fiel.
Tenés que ser fiel al Señor. Sele al Señor. Dios te llama para ser bendecido financieramente. Pon orden en tu vida. no estés gastando tu dinero en cosas tontas y en excesos. La persona más tacaña que usted va a conocer con su dinero, soy yo, porque a mi no me gusta darle mi dinero a la gente, hacerlos ricos innecesariamente. Si soy generoso en darle al que necesita y otras cosas, pero cuando viene a mi hacer rico a otro innecesariamente, mi dinero yo prefiero dárselo al Señor, dárselo a mi familia. En vez de estar gastando dinero muchas veces como hacemos en tonterías. Mis mejores trajes y camperas yo los compro, ¿saben donde? En cualquier tienda. Así es no tengo vergüenza de decirlo. O sí, algunos podrían decir, este tipo no está viviendo una vida de excelencia, qué se yo qué, qué se yo cuanto,’. Mirá, para qué voy a darle mi dinero a alguien si yo puedo comprar lo mismo en otro lugar más barato.
Yo le pido al Señor ‘Padre, siempre ponme donde está la bendición. Y búscame esos lugares donde yo puedo vestirme bien, decentemente, más o menos mínimamente elegante y no tener que darle mi dinero a esas tiendas que lo que le hacen es que le roban a uno el dinero. Pídele a Dios sabiduría mejor para invertir. Pídele a Dios entendimiento para buscar donde está la oportunidad, donde está la bendición.
Dios no nos ha dado necesariamente dinero para hacernos las viviendas que nosotros tenemos, pero ¿saben qué? Nos ha dado sabiduría y recursos para hacerlos y construirlos por una tercera y una cuarta parte de lo que les cuesta a otros y economizar. No me ha dado los billones, pero me ha dado la sabiduría para hacer lo mismo como si tuviéramos los millones. Y ¿saben qué?, eso me da más satisfacción a mi que si tuviera el dinero para tirarlo por ahí.
.
Porque yo creo, hermano, yo creo en un Dios que prospera. Yo creo en un Dios que bendice. Pero hay que ser íntegro, hay que darle al Señor, hay que amarlo por sobre todas las cosas. Hay que ser ferozmente fiel a El. Hay que desvelarse por El. Cuando Dios te llama, mira, salta de tu cama y ve a donde sea. Cuando Dios te dice ‘dale a alguien’, dale con creces. Cuando Dios te dice ‘atiéndeme a alguien’, atiéndelo. Cuando Dios te dice ‘sirve a mi pueblo’, sirve a su pueblo. Hay tanta gente que Dios quiere bendecir en esas iglesia, pero hermano, le damos al Señor con cucharitas. Dios no te va a bendecir de esa manera. Dios bendice a la persona generosa con El.
¿Por qué bendijo a David con todos sus errores y todos sus defectos? Porque David tenía un corazón apasionado y ferozmente fiel al Señor. Usted no le podía hablar a David mal del Señor. David decía ‘aborrezco a los que no te aman. Aborrezco a los que hablan mal de ti.’ Porque David era un hombre ferozmente fiel al Señor. Cuando oyó a Goliat maldiciendo los ejércitos del Señor, se llenó de ira, y puso su vida sobre la línea y descabezó al gigante.
Porque hermano, eso es lo que Dios quiere de tu vida. Porque en este año, yo te suplico en el nombre de Jesús, vive una vida de integridad. Ama al Señor apasionadamente. Yo quisiera meterme en tu cerebro ahora mismo y hacer una operación quirúrgica en algunos de los corazones de los aquí presentes, para suplicarte que aprendas a amar al Señor por sobre todas las cosas.
No seas mezquino con el Señor. Dale al Señor con creces. Hermano, así es que la bendición de Dios va a fluir en tu vida. Así es que Dios te va a bendecir. No más excusas para el Señor. Las excusas siempre van a estar allí, pero lo único que convence al Señor es un corazón guerreramente apasionado para con El. Gente que le de a Dios a tiempo y fuera de tiempo, de madrugada y tarde en la noche y a mediodía también.
Eso es lo que yo deseo en mi corazón, que se levante un pueblo unificado en su nivel de pasión para con el Señor. Gente que no diga, este es mi tiempo y aquél es el tiempo que yo le doy al Señor. No, todo es del Señor. Lo que tu quieras, Padre. ¿Qué quieres de mi? ¿Qué quieres de mi? Yo te lo doy.
Esa es la actitud que Dios quiere de nosotros. Esa es la actitud que Dios bendice. Mirá, cuando un hombre, una mujer vive así, hermano, la bendición va a llover sobre su vida. Te lo digo sin temor a equivocarme. Dios te va a prosperar. Dios te va a bendecir, pero tienes que darle a El. Dale al Señor primero. Primero a El por sobre todas las cosas.
Pídele al Señor ‘Padre, dame un espíritu apasionado por ti. Dame un espíritu en fuego, ardiendo por ver tu gloria.’ ..... como pueda decir ‘como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía’. Gritando por el Señor.
¿Cuántos se han encontrado bramando por el Señor? Como un animal en el medio del desierto que está buscando una corriente de agua porque lleva horas y horas bajo el sol, y desea esa agua más que la vida, y más que el latido de su corazón, así es que Dios quiere llevarnos a ese punto del rojo vivo. De amar al Señor por sobre todas las cosas. Dale al Señor todo lo que tenemos, de quitar todos los amarres, de abrirle todas las puertas, de decirle ‘Entra, todo es tuyo, Señor. Mi vida te pertenece.’
Cuando tu haces así, Dios no se cansará de derramar bendición sobre bendición hasta que sobreabunde en tu vida porque Dios es solícito para con su pueblo. La Biblia dice que los ojos de Dios recorren toda la tierra buscando aquellos de corazón perfecto para con El para mostrar su favor para con ellos.
Pero muchas veces Dios mira las congregaciones, mira a su pueblo, y ve gente que le dan a El por medida. Y dicen ‘ yo ya le di, así que ahora El tiene que esperar hasta la próxima vez’. Para con el Señor, siempre debe haber una llave abierta. Siempre fluyendo, siempre fluyendo. Y lo que Dios te pida entrégaselo. Todo lo que sea y tu vas a ver cómo Dios te va a bendecir en tu vida financieramente, materialmente, te va a prosperar. Lo voy a dejar allí porque hay tantas otras cosas, hermano, pero Dios ha puesto en mi corazón esa idea. Dios quiere prosperarnos. Dios quiere bendecirnos, pero Dios quiere también todo de parte de nosotros.
El que mucho da también pide mucho, ¿saben? Dios dio a su hijo Jesucristo. Dios lo entregó. El sabe lo que es dar. Y usted no le puede dar lecciones de generosidad a Dios, porque El es el ser más generoso que hay en el universo. El es un dador por excelencia. Y Dios quiere dadores también, alegres en su pueblo. Y el Señor está solícito y el Señor enviará pan, vino, aceite, a tu vida. El reprenderá al devorador, dice allí, todo lo que te robaron en el mundo allá afuera te lo reconocerá Cristo. Dios te lo va a devolver y te lo va a devolver con intereses.
Y todo el tiempo que vos has perdido en el Evangelio, cuando vos te pongas a vivir apasionadamente, al rojo vivo para con el Señor, Dios va a comenzar a obrar en tu vida en una manera diferente. Y vos vas a ver la curva de tu vida en una forma ascendente. Vas a mirar hacia atrás y vas a ver que a través de los años, va a hacer algunos altibajos, pero la curva va a ir siempre hacia arriba, hacia arriba. Porque la palabra del Señor dice, ‘porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento, hasta que el día es perfecto’.
Lánzate a esa aventura de vivir una vida productiva en el Señor. Lánzate a esa aventura de vivir una vida abundante, llena del espíritu de Dios. Que este año 2010 sea un año de entrega para nosotros, hermano. Que este año 2010 no sea un año de derrotas. Yo creo que este año Dios va a hacer, como dice aquí también, ‘reverdecer el desierto’ en la ciudad donde vives. Yo no le he entregado mi ciudad al diablo todavía, hermano, ni se lo voy a entregar nunca.
Porque yo creo que aquí en este desierto espiritual que es mi ciudad, Dios quiere hacer reverdecer el desierto y va a usar a su iglesia para hacerlo. Y Dios va a reprender al del norte. ¿Saben cuál es el del norte? Esas huestes demoníacas que quieren hacer daños y estragos en la vida de la iglesia de Jesucristo, el norte era de donde venían los asirios y los babilonios y todas esas huestes que destruían a Israel periódicamente. Y Dios dice ‘si ustedes se ponen a ayunar y a orar, léanse el Capítulo completo de 2 Joel, ‘si ustedes claman a mi, si ustedes alinean su vida conmigo, si ustedes piden perdón por sus pecados y reconocen sus pecados, dice, y Jehová solícito con su pueblo, perdonará a su pueblo y bendecirá. Este es el orden Dios.
Yo creo que Dios va a traer bendición y lo vamos a ver. Este es un año de bendición. Yo lo estoy declarando, y de conquista. Este va a ser un año en que las fuerzas de las tinieblas van a obligarse a retroceder bastante significativamente, pero Dios necesita un pueblo que se mueva en la unción, en la bendición de Dios, en el poder de Dios, en el gozo del Señor. Y nosotros queremos ser ese tipo de pueblo.
Vamos a pedirle al Señor que nos bendiga grandemente en esta jornada que iniciamos. Haga un compromiso de integridad con el Señor en su vida hoy.
Decile Señor, yo voy a vivir una vida que te agrade y ya no quiero vivir en una vida mediocre, dando tumbones, cojeando todo el tiempo, de falsos comienzos, sino quiero vivir una vida de continuidad y de progreso en ti. Tu me has llamado para ser bendecido. Tu me has llamado para conquistar mi tierra.
Asé tu oración personalmente. Yo no la voy a hacer por vos. Entrega al Señor ahora mismo tu vida y tu corazón. Que se escuchen esas palabras del Señor desde el pueblo de Dios hacia el Señor. Gracias, Señor. Gracias, Padre. Bendice a tus hijos. Queremos una comunidad ejemplar, Padre. Queremos un pueblo de integridad, un pueblo que muestre la vida abundante que Cristo ha venido a darnos en el área financiera, en el área emocional, en el área del carácter, en el área de la salud física. Oh, Dios, gracias. Recibimos tu porción, tu porción para el camino. Nuestras manos, Señor, las abrimos para que Tu pongas en ellas pan, aceite, vino, agua para atravesar el camino de la vida con prosperidad y éxito. Declaro tu bendición sobre este pueblo, Padre. Este año, Señor, ayúdanos a ganar grandes victorias para Cristo Jesús. Ayúdanos a llegar a nuevos niveles de excelencia en ti. Nos comprometemos contigo, Padre. Nos comprometemos contigo, Señor. Oh, espíritu santo, bautiza a tu pueblo con nueva unción, fresca unción. Caminaremos, Señor, ese camino. Nada nos faltará porque Tu estarás con nosotros. Te adoramos, Señor. Te bendecimos. Gracias, Jesús. Gracias, Jesús. Gracias, Señor