27 febrero 2010

Que esperas de Jesus? (Lucas 24:13)

Yo quiero darle las gracias a Dios por el ministerio de jóvenes de esta iglesia, hermanos. Estos muchachos que ustedes ven aquí arriba que ponen toda su pasión para adorar y alabar al Señor, usted tiene que conocerlos a ellos para verdaderamente saber todas las cosas que estos muchachos pasan. Y a través de 3 años,yo he aprendido a apreciar el don y el regalo que estos muchachos son. Yo, por ejemplo, me fijo en Raúl que es un muchacho que está reciente aquí, que acaba de llegar a nosotros, que está cantando aquí enfrente. Raúl salió de ‘Teen Challenge’. Dios lo rescató de las calles, ha transformado su vida y ahora es un muchacho que está encendido por el Señor en una manera que hasta yo mismo me asombro cuando lo veo y es para mi como que un regocijo ver eso, de saber de cómo Dios tiene el poder para tomar a una persona y transformarla por completo cuando esa persona realmente pone su vida en sus manos.

Y no es solamente el sino muchos otros muchachos que estaban aquí, hermanos, muchos de ellos están peleando con llamados ministeriales. Yo tengo una gran carga en mi corazón para orar para que ellos puedan discernir y entender ese llamado que Dios tiene para sus vidas, y yo quiero compartir esa carga con ustedes, para que ustedes también puedan orar por ellos. No tan solamente por ellos sino por toda la juventud que nosotros tenemos en nuestra iglesia. Dios tiene grandes propósitos con la juventud de esta iglesia, tanto adolescentes como jóvenes adultos, y yo se que sus propósitos se van a lograr. Así que pongo esa palabra ahí para honra y gloria de Dios y también para dejarles saber a ustedes, muchachos, que ustedes guardan un lugar bien especial, no tan solamente en el corazón de Dios sino en el corazón de esta iglesia también.

Bueno, vamos a lo que vinimos. Hermanos, yo no se cuántos de ustedes participan en los miércoles en la noche en los tiempos de oración que nosotros tenemos aquí. Yo les recomiendo que si no lo hacen, que lo consideren hacerlo, porque es una gran bendición, sacar tiempo para orar en el medio de la semana. Pero yo recuerdo que hace unos miércoles atrás, yo había compartido una reflexión que era mas bien parte de un estudio personal que yo hice, lo quise compartir con muchos de los hermanos ese miércoles, y hoy quiero traer esa reflexión y compartirla con ustedes en un contexto mayor de aquí en la iglesia. Y yo no se cuántos de ustedes tienen expectativas con respecto a la vida y mayormente cuando estamos hablando acerca de nuestra vida en Jesús.

Hace unos jueves atrás yo recuerdo que yo estaba en la cárcel, en una de las visitas que yo hago para predicar, y uno de los muchachos allí en la cárcel que ha aceptado al Señor, de repente se me acercó a mi y me preguntó: Pastor Omar, yo tengo que hacerle una pregunta. Dime: So what? Esa fue la pregunta que me hizo. After you accept Jesus Christ, so what? Después de que tu aceptas a Jesús, ¿qué pasa, qué más hay? Yo estoy esperando que yo pueda salir de la cárcel para volver a estar con mi familia pero nada de eso ha pasado todavía. Estoy metido en problemas con muchos de los muchachos que están aquí mismo en la cárcel, que son tal vez de otras gangas y yo no quiero buscar problemas con ellos pero ellos si lo buscan conmigo, ¿qué más? ¿qué puedo esperar de esta vida? Y esa mera pregunta me hizo cuestionar a mi algo que muchas veces hay gente que entra en la vida cristiana con las expectativas incorrectas. Y yo entiendo que para uno poder disfrutar la plenitud de lo que es una vida en Jesús, nosotros tenemos que tener una perspectiva correcta de lo que significa tener a Jesús en medio de nuestra vida, de lo que significa el yo decir: Jesús, te acepto en mi corazón como mi salvador personal, que tu eres el que limpia y lava todos mis pecados, me renuevas delante de Dios y eres el que me da la vida eterna. ¿Qué es lo que significa el yo hacer una confesión como esa, y qué implicaciones tiene tanto para mi personalmente como para mi, en vista de otros también? Así que yo quisiera dirigirlos en una reflexión basado en esto pero antes déjame orar. Déjame no decir nada más sin orar.

Dios yo elevo mi corazón ahora mismo delante de ti, Señor porque yo se que estoy delante de tu presencia y compartir tu palabra es una responsabilidad bien grande y yo no lo quiero tomar en una manera mediocre, Jesús. No te pido que me escondas detrás de la cruz porque estoy de frente de ti, Señor, solamente pido que tu tomes el control de mis palabras , de mi corazón, de mi cuerpo, de todo lo que yo soy, mi pasión por ti, mi pasión por tu palabra, toma control de todas las cosas. Tu conoces la necesidad con la cual tu pueblo ha venido hoy delante de ti, te pido que tu palabra como es viva y eficaz puede traspasar a lo más profundo de nuestros corazones, nos inspires, Señor y nos des ese aliento que necesitamos para poder seguir adelante en nuestro caminar contigo. Gracias te doy, Jesús. Hoy llevo cautivo, Señor, todo pensamiento que se revele en contra tuyo, lo llevo cautivo en tu nombre, Jesús, y declaro oídos y corazones abiertos para recibir tu palabra hoy. En el nombre de Jesús, amen.

Quisiera que vayan conmigo a Lucas 24. Es un pasaje que tal vez se usa mucho cuando estamos en el tiempo de Semana Santa, pero yo entiendo que es un pasaje que tiene mucho, hermanos, honestamente hay veces que nosotros leemos la Biblia así a lo loco, y leemos un verso detrás del otro pero no paramos a profundizar en algunas cosas que están allí presentes en la escritura. Y en Lucas, Capítulo 24, versículo 13 hay un relato de dos hombres de camino a la ciudad de Emaús o a la aldea de Emaús, mejor dicho. Solamente voy a leer algunos versos, no lo voy a leer todo porque voy a ir a través de algunos de ellos, pero ustedes me pueden seguir.

Dice así el versículo 13, Lucas, Capítulo 24: “...y he aquí dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús. Estaba a 60 estadios de Jerusalén (más o menos 7 millas y media si lo cambiamos a millas) e iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido, esto es la muerte de Jesús en la cruz, y sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos, más los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen. Y El les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tienen entre vosotros mismos mientras caminan? ¿Por qué están tan tristes? Respondió uno de ellos que se llamaba Cleofás y el le dijo: ¿Acaso eres tu el único turista, forastero en Jerusalén que no ha sabido de las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces Jesús les dijo: ¿Qué cosas?”. Vamos a dejarlo ahí.

¿Qué cosas? Hablando acerca de expectativas, hermanos, este pasaje demuestra a dos hombres que tenían grandes expectativas acerca de la persona de Jesús. Ustedes tal vez se dan cuenta que el pasaje no identifica a estos dos hombres como el círculo de discípulos más cercano a Jesús, el grupo de los 12, 11 en este caso, porque ya Judas había sido eliminado del panorama. Pero ellos dos no eran parte de ese grupo de discípulos más allegados. De hecho, en mi estudio de este pasaje, muchos de los comentaristas dicen que estos dos pueden estar relacionados al grupo de los 70 mencionados en Lucas, Capítulo 10. el grupo de 70 discípulos cuando Jesús envió el grupo de 70 para ir y predicar, como quien dice, preparando el camino también en nombre de Jesús, ellos volvieron y compartieron con Jesús de todas las cosas que habían pasado, de cómo los demonios salían y enfermos eran sanados. Muchos comentaristas los identifican a estos dos hombres como parte de ese grupo de los 70.

Ahora pero hay algo bien interesante de este pasaje que me llamó la atención, que tal vez uno lo lee por encima y es como que está ahí, pero a mi me llamó mucho la atención que después del acontecimiento de la crucifixión en la cruz estos dos hombres, iban de camino ¿a dónde? A Emaús. Saben yo creo que cuando la Biblia pone algún detalle ahí, por alguna razón es. Si dice que estos dos hombre iban de camino a esa ciudad, Emaús, yo me puse a preguntar, y ¿qué es Emaús, dónde está Emaús? Obviamente nos dice que está a una cierta distancia, a unas 7 millas de Jerusalén, y allá iban caminando, pero cuando me puse a indagar acerca de la ciudad de Emaús. ¿Saben lo que significa Emaús? Emaús significa manantiales tibios o baños tibios. Eso es lo que significa el nombre Emaús. Así que yo en mi estudio yo puedo inferir que estos dos hombres después de haber experimentado todas las cosas que experimentaron en el tiempo de la crucifixión y que tal vez sus expectativas se fueron por el piso, estos dos hombres iban de camino a la tibieza, a lo cómodo, tal vez lo familiar, lo conocido para ellos.

Yo no se si ustedes se recuerdan, pero en Apocalipsis dice que más vale que tu seas frío o caliente porque si eres tibio, ¿qué te pasa? Afuera que vas. Y yo me digo que esto es bien interesante porque para nosotros hay algunas cosa tibias que nos gustan, por ejemplo que yo sepa la mayoría de nosotros si por una muestra de manos, si yo les pregunto ¿cuántos de ustedes se bañan con agua tibia? No levantaron la mano. ¿Se bañan con agua caliente? ¿Se bañan con agua fría? Los que no están levantando las manos me están preocupando, saben, porque entonces la pregunta que tengo que hacer es; ¿se bañan, si o no? Si no quieren responder pues yo puedo asumir que la mayoría de nosotros nos bañamos con agua tibia. O al menos en los días de frió el agua caliente predomina. O tal vez algunos de ustedes se coman una sopa. ¿Cuántos de ustedes se comen una sopa bien caliente? ¿Y cuantos de ustedes le echan un hielito a dos para que se enfrié un poquito y después la puedan comer? Yo hago eso. Pero hay veces que las cosas tibias, cálidas es como que es placentero, es lo mismo que con la temperatura. Si está demasiado frió, oh qué frío hace. Si está demasiado caliente, ay, sálvame de este calor! Ahora, pero cuando la temperatura esta en 70 o 75, bien cálido pues, lo tibio, lo cálido, es familiar, es bueno, es placentero.

Pero cuando yo llevo estos conceptos a la vida espiritual, hermanos, lo tibio es un peligro. Lo tibio es un peligro porque demuestra una comodidad, una estabilidad espiritual que es totalmente opuesta a la espiritualidad que Jesús quiere que nosotros vivamos. Me da gracia porque uno le dice: que significa frío. Frío significa estar con el diablo y caliente significa estar con Dios ¿o es viceversa? Y yo lo que puedo decir es, mira, o tu eres frío o caliente con Dios o eres frío o caliente para el diablo. Las dos se aplican a Dios. Eso era algo que yo pensaba cuando era chiquito. Cuando yo leía ese pasaje me decía, bueno caliente será estar con Dios y frío será estar con el diablo, pero no hace sentido porque si el diablo está en el infierno, el infierno tiene que ser caliente, el cielo tiene que ser más friiito, así que cambiaba la perspectiva. Pero ahora que soy grandecito, pues ya puedo decir, uno o el otro, con Dios, o yo estoy frío con Dios, tenue que nada me vuele las azucenas, o estoy caliente, encendido con el Señor.

Y estos dos hombres iban de camino a un lugar tibio, un lugar cómodo, un lugar placentero, y esto me estuvo a mi tan interesante, hermanos, porque aunque eran hombres que no eran del grupo cercano de los discípulos, ellos como quieran tuvieran la oportunidad de experimentar algún contacto con Jesús, tuvieron esa oportunidad de poder estar o ver cómo ahí mismo el Señor les dio poder a ellos para que ellos fueran a cumplir con una misión y volvieron y tuvieron sus experiencias, las contaron, fue algo que ellos pudieron ver. Tal vez eran hombres que vieron cuando El dio de comer a los 5000, cuando vio cuando sanaba a los enfermos y estaba ahí con ellos. Pero no eran del grupo más intimo, era un grupo más superficial que se quedaba ahí en la superficie. Y yo entiendo, hermanos, que cuando estos dos hombres van ahí de camino a Emaús, una vez más, eran hombres que sus expectativas de Jesús fueron tronchadas, fueron quebradas, fueron rotas y entonces dijeron: Bueno, si este Jesús se murió todo lo que El había prometido, todo lo que El había dicho, se fue al aire pues, me vuelvo otra vez para mi casa. Me voy a lo que yo conozco, me voy a lo familiar.

¿Saben por qué yo digo que estos dos hombres tenían expectativas incorrectas? Si ustedes leen conmigo en el verso 19 dice “... entonces Jesús les respondió: ¿qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obras y en palabra delante de Dios y todo el pueblo.” Miren cómo estos dos hombres identificaron a Jesús, primero lo identificaron como un nazareno, segundo como un profeta, poderoso en obras, muchos milagros hacía, y poderoso en la palabra delante de Dios. ¿Saben lo que ellos fallaron? Que ellos no reconocieron a Jesús como el Mesías, no reconocieron a Jesús como el hijo de Dios, no reconocieron a Jesús como el salvador y el Señor y el redentor, no tan solamente de Israel sino de toda la humanidad completa. Por lo tanto el acercamiento que estos hombres habían tenido a Jesús, no había sido uno tan profundo para ellos conocer la real identidad de Jesús y por eso fue que sus expectativas fueron quebrantadas.

En el verso 21 miren como ellos le siguen diciendo: “....nosotros esperábamos que El era el que había de redimir a Israel, y ahora además de todo esto, hoy es ya el tercer día que ha acontecido todo”, lo de la muerte de Jesús. Ellos pensaban que Jesús iba a ser un gran líder político, que iba a traer orden una vez más a Israel. Ya que estaba haciendo todos estos milagros, todas estas señales, pues ellos pensaban; pues este va a ser el hombre que va a restaurar el orden político de Israel, tenemos esperanza, así que nosotros nos vamos a acercar para poder ser parte de ese reino también. Pero esa no eran las intenciones de Jesús. La intención de Jesús era restaurar el corazón de Israel y reconciliarlo una vez más con Dios, no eran de traer un orden político, era restaurar corazones con su Creador. Pero ahí en medio de ese camino a Emaús, estos hombres iban preguntándose, cuestionándose, la confusión que ellos tenían.

Miren, cuando uno se confunde hay veces que uno piensa, dice o hace cosas que no tiene uno ni sentido ni dirección. Eso pasa a una persona confundida no puede coordinar bien, no tiene la habilidad de poder tener una mente y unas emociones estables para poder tomar decisiones que lo puedan ayudar a seguir adelante. Y en ese caso, estos dos hombres, al menos tuvieron la gran idea de irse juntos y no irse uno por un lado y otro por otro lado. Si se hubiesen ido solos, su confusión hubiese sido aún mayor, pero al menos estando juntos tenía la oportunidad al menos, como quien dice, de desahogarse uno con el otro y estar hablando el uno con el otro. Cuéntame tu tus confusiones y yo te cuento las mías. Uno podrá pensar: Omar, pero eso suena como un ciego dirigiendo a otro ciego. No yo lo digo, eran dos ciegos caminándose sus cosas ellos dos solos. Pero estaban juntos, hermanos.

Voy a punto con esto de estaban juntos. Hay veces que cuando uno se confunde, uno como que se encierra en si mismo. Hay veces que la reacción de la persona es encerrarse en si mismo o en si misma, y desconectarse del resto del mundo. Pero estos dos varones decidieron irse juntos, y fue en ese caminar donde Jesús se apareció a ellos. Miren esto que interesante, hermanos. Presten mucha atención a esto, porque esto tiene un punto aquí. Uno puede pensar que si Jesús tenía su grupo de discípulos, más cercano, que entonces Jesús solamente se iba a revelar a ellos, porque eran sus discípulos cercanos, era su circulo más íntimo y uno puede entonces entender si Jesús se va a revelar, pues El se va a revelar solamente a aquellos que más cerca estuvieron con El. Pero aquí yo puedo ver que Jesús decidió revelarse no tan solamente a un grupo íntimo, sino que se reveló también a aquellos que no eran parte de ese equipo, de ese grupo. Y El se acercó a ellos.

Si ustedes se dan cuenta, hermanos, en la Gran Comisión, en Mateo la Gran Comisión, si ustedes la leen bien, no tan solamente los discípulos eran los únicos que estaban allí con Jesús, había otras personas adicionales a los discípulos y cuando Jesús da la Gran Comisión no se la dio a los doce solamente, se la dio a todos los que estaban allí presentes. La revelación de Dios no esta solamente para un grupo íntimo, selecto, la revelación de Dios es para todos. La revelación de Dios es para alcanzar a todo el mundo.

Y ese es el ejemplo que yo puedo ver aquí, de cómo Jesús se acerca a estos dos hombres y les hace entender cosas que ellos no habían podido entender porque no estuvieron en la cena con Jesús, no estuvieron cuando Jesús les lavó los pies a sus discípulos, pero ahí va Jesús y se acercó a ellos. Y esta caminata es bien interesante, en esa caminata Jesús comienza a revelarle a estos hombres todas las cosas que habían de acontecer con respecto a El desde Moisés hasta los profetas. El comenzó a revelarle la Escritura, si ustedes ven donde dice en el verso 27: “...y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas les declaraba en todas las escrituras lo que de El decían”, todas las cosas que tenían que suceder con respecto a Jesús. Pero tal vez estos dos hombres estaban tan metidos en su propia frustración que no podían entender eso. Cuando este pasaje dice que sus ojos estaban velados hay muchos escritores que dicen que fue Dios el que causó que sus ojos estuvieran cegados y que no pudieran reconocer a Jesús cuando estaba caminando con ellos. Pero hay otros que también dicen que por su propia confusión y su propia frustración no les dejó ver a Jesús, no los dejó reconocer Jesús que andaba con ellos.

Y hermanos, esto es algo bien interesante porque muchas veces nosotros podemos estar metidos en una situación y estamos tan enfocados en eso que no nos damos cuenta que tenemos a Jesús, como quien dice, en nuestras propias narices, y no lo reconocemos. ¿Por qué? Porque estamos metidos en una situación, nuestra mente, nuestras emociones, aún nuestro cuerpo, cada célula de nosotros está tan metido en eso que no puede reconocer la presencia de Dios en medio nuestro. Pero ahí van estos hombres, se iban acercando al lugar donde iba llegando y Jesús hizo como que iba en otra dirección. Miren cómo dice, verso 28: “..llegaron a la aldea donde iban y el hizo como que iba más lejos, más ellos lo obligaron a quedarse diciendo: Quédate con nosotros porque se hace tarde y el día ya ha declinado”. Y a mi me estuvo tan interesante esa acción de Jesús. Primero se apareció a ellos en el camino; segundo cuando ya se iban acercando El hizo como que iba en otra dirección. Y esto me da a entender dos cosas: 1) que Jesús no se impone a ninguna persona. Esa frase que nosotros decimos, que el espíritu santo es un caballero que no va a obligar a nadie, esa frase que nosotros muchas veces oímos de predicadores y aún gente cuando hablan acerca de su experiencia con el Señor, yo entiendo que sí que el Señor no se impone a nadie. El no va a causarte a ti que tu, como quien dice, torcerte el brazo detrás de tu espalda para decirte: Acéptame ahora. No, Jesús no va a hacer eso.

Al contrario en Apocalipsis dice: Estoy aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Qué dice después? Si alguno oye mi voz y me da permiso para yo romper la puerta y entrar entonces estamos bien. Yo voy a venir con el equipo de SWAT de la policía, romper la puerta y voy a entrar, voy a ser morada con ellos. No, lo que dice es: si alguno oye mi voz, y abre, yo entonces voy a entrar, voy a morar con ellos, voy a cenar con ellos, voy a compartir con ellos. Jesús entonces entró porque estos hombres lo invitaron a estar con ellos. Miren qué interesante. ¿Qué fue lo que terminaron compartiendo? Terminaron compartiendo una tremenda torta de pan, “...Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio, entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron más El se desapareció de su vista”. Y entonces llego al verso que más me gusta de todo este pasaje. Mirem como ellos dicen: “no ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras. ¿Cuál fue el momento donde estos dos hombres pudieron entender que tenían a Jesús delante de ellos? Cuando estaban compartiendo el pan. Pero si ustedes lo ven en una manera más profunda, era cuando estaban reunidos en la hermandad con Jesús. Esa conexión de hermanos, esa conexión de compartir lo que ellos tienen, lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, fue ahí donde la revelación de Dios se hizo clara delante de ellos.

¿Saben qué, hermanos? Este pasaje representa muchas cosas de nuestro andar en nuestra vida cristiana con Jesús. Todo, todo este pasaje tiene algo que decirnos a nosotros. Muchas veces, hermanos, nosotros llegamos a aceptar a Jesús con expectativas incorrectas. Llegamos a Jesús porque queremos que El se encargue de nuestra esposa, o se encargue de nuestro esposo. Llegamos a Jesús porque tengo unos hijos que son unos bandoleros y me están causando trabajo y están en la cárcel metidos a cada rato, y llego a Jesús para que El los arregle, para que El se encargue de ellos. Llego a Jesús porque estoy en bancarrota y necesito dinero y yo necesito que el Señor me provea dinero. Llego a Jesús, porque tengo un problema en mi familia, sea en Puerto Rico, en Guatemala, en la Patagonia, allá en Argentina.

Y yo vengo entonces a Jesús para que Jesús se encargue de esa situación, y saben qué, aunque yo se que el Señor se puede encargar de todas esas situaciones y mucho más, pero si eso es lo que te está moviendo a ti a aceptar al Señor, estás haciendo una decisión incorrecta. ¿Por qué? Tu decisión por Jesús es porque quieres tener un encuentro y una relación con El. El propósito principal de Jesús es de restaurar y reconciliar tu corazón con Dios, no es de darte dinero, no es de darte un trabajo, no es de arreglar tu hijo que está en la cárcel. El propósito inicial de Jesús es de limpiarte a ti de todo pecado y restaurar tu condición de una naturaleza caída, a una naturaleza totalmente restaurada y reconciliado una vez más con tu Creador, Dios y Padre de cada uno de nosotros. Ese es el propósito inicial de Jesús. Una persona que viene aquí al altar: Si, yo quiero aceptar a Jesús como mi Señor y Salvador y lo confieso y aquí estoy pero tengo estos problemas y bla, bla..... y por ahí sigue la lista.

Y después se va de aquí, vuelve y se sienta y sigue llevando su vida normal común y corriente. Saben qué es eso? Yo le doy valor a eso, yo se que eso comienza algo en la persona, pero si la persona se queda solamente en esa decisión, se está quedando en la superficie. Le está pasando como a estos dos hombres, conocieron a Jesús solamente de la superficie y no tuvieron la iniciativa de acercarse aún más. No tuvieron la iniciativa de conocer a Jesús mucho más profundo, solamente se quedaron viendo todas estas cosas, ahí lo vamos a dejar. Eso no es suficiente. Yo se que este hombre va a hacer algo y espero entonces que lo haga, pero sus expectativas eran totalmente incorrectas, y si nosotros tomamos una decisión por Jesús, que se queda así en la superficie también hermanos, nuestras expectativas tarde o temprano se van a frustrar. ¿Por qué? Porque estamos esperando que el Señor haga algo, porque la intención de nuestro corazón es: si Señor yo quiero que tu pongas, a, b y z en su orden y eso es lo único que quiero de ti.

Pero el Señor te está mirando y te está diciendo: Tu quieres que yo haga de la A a la z, pero yo quiero de la A a la z en tu corazón. Y que va a pasar con esa parte? Si yo no tengo esa parte primero, el resto no va a caer en su lugar. Y entonces cuando el Señor no obra como nosotros esperamos, ¿qué pasa? Nos rebelamos y para donde corre cada cual? Cada cual se va de camino a su Emaús. Cada uno de nosotros incluyéndome a mi mismo, cuando las cosas que yo estoy orando, las cosas que yo estoy esperando de parte del Señor, no se dan, uno se decae. Bueno, yo esperaba que el Señor hiciera esto, yo esperaba que para este momento en mi vida yo pudiera haber alcanzado esto, esto y esto y todavía no lo he alcanzado. ¿Qué pasa? Que por tener mis expectativas incorrectas, me voy con el rabo metido entre la patas de camino a un Emaús. Me voy de camino a un baño tibio, me voy de camino a lo que parece ser cómodo, a lo que parece ser familiar para mi. En otras palabras me estoy dando a la escapada, me estoy escapando de lo que el Señor verdaderamente quiere para mi.

Cuando el Señor pide tu vida el te está pidiendo algo bien grande. La vida de uno muchas veces, uno la cuida un montón, uno quiere tener control de esa vida y cuando el Señor te está diciendo a ti: No, yo quiero total control de tu vida... Me estás pidiendo algo bien grande. El yo entregarle mi vida al Señor tiene unas exigencias que muchas veces, incluyen o la mayor parte de las veces, incluyen un sacrificio bien grande de parte nuestra, hermanos. Y cuando nosotros no pensamos en nuestro interior que no podemos vivir de acuerdo a esas expectativas que el Señor tiene de nosotros, entonces cogemos la ruta de escape: Ok, esto no es para mi. Hay mucha gente que puede reaccionar de distintas maneras. Hay gente que en su reacción cuando no ocurre lo que esperan del Señor se deprimen y se aíslan y ahí se quedan, se olvidan de que existe un Dios. Hay otras personas que lo hacen aún peor: hay personas que cuando no reciben lo que esta supuesta fe cristiana prometió que le iba a dar, no tan solamente se deprimen y se frustran sino que se convierten en expertos críticos de la vida cristiana y se atreven a decir que no vale la pena vivir para Dios.

Pero también hay personas que aunque tal vez sus expectativas no son llenas, y tal vez experimentan un período de frustración con todo y eso, se mantienen firmes y perseveran hasta alcanzar lo que están buscando. Y este es el ejemplo, hermanos, que yo entiendo que nosotros debemos seguir. Y tal vez ustedes o alguien que ustedes conocen se pueden identificar con esos otros ejemplos que yo mencioné, pero cada una de esas situaciones hermanos cumple un propósito específico en usted. Aun cuando sus expectativas no son llenas, no son satisfechas, eso puede servir para ustedes discernir e identificar que fue lo que los movió a ustedes en primera instancia.

Yo reconozco, hermanos, un pequeño testimonio aquí, que no creo que yo lo haya compartido antes. Cuando yo llegué aquí a Massachussets estaba estudiando en el seminario, a unos 25 minutos al oeste de aquí, yo recuerdo que yo llegué aquí convencido de mi llamado al ministerio y que yo estaba dispuesto a resistir todo y no hizo más que llegar la primera nevada, hablando de frió y caliente, no hizo más que llegar la primera nevada, hermanos, y yo me encontré en mi pequeño cuarto 10 por 10, sentado en una esquinita en el piso, diciendo: Señor esto no es para mi. ¿Qué yo hago aquí? Yo me ponía a pensar a veces, en el campo allá donde mi tío Eldo y mi tía Marisa, pastores y su esposa, una casita de campo allá en Ceiba, yo recuerdo que yo siempre iba para allá, y una parte de mi rutina era subir hasta la punta del monte donde yo podía ver toda la costa este de Puerto Rico completa.

Ese era mi lugar de encuentro, mi pequeño cielo. En esa montaña allá arriba. Yo me ponía a pensar en eso y cuando yo miraba por la ventana lo que yo veía era todo blanco. Y la nieve no caía de arriba hacia abaja, sino que caía de lado también. Yo me decía: ¿Qué yo hago aquí? Yo pude haber estudiado allá en el seminario en Puerto Rico, y yo aquí. Mi novia está allá, mi familia está allá, mis amigos están allá, ¿qué yo hago aquí? Hermanos, no se lo niego, por 3 meses yo caí en una depresión, por 3 meses, una depresión bien fuerte y yo lloraba todas las noches y no se lo decía a nadie, mis notas empezaron a irse de picada. Una noche llamé a mi madre: Mira, prepara las cosas que voy a volver para atrás. Yo recuerdo que ella con lágrimas en sus ojos, al menos yo no la veía pero al menos las escuchaba, con lágrimas en el teléfono ella me decía: Omar, yo quisiera que te vinieras para acá también, pero a ti el Señor te ha llamado para algo y por algo tu estás allá.

Yo recuerdo que esas simples palabras, y ese momento de frustración y depresión en el cual yo estaba se tornó en un momento de discernimiento intenso, hermanos, que ustedes no tienen idea del dolor que a mi me causó eso. Yo estaba en un momento decidiendo: Señor o te sirvo a ti o vuelvo para atrás como era todo antes, o acepto lo que tu tienes para mi aquí, o cojo mis maletas y me voy de camino a Emaús. Digo, no es que Puerto Rico sea un lugar tibio, pero ustedes entienden el mensaje. Al menos el agua es tibia allá.

Esa pelea que yo tenía en mi corazón, hermanos, sirvió para yo poder identificar cuáles eran mis intenciones y las razones por las cuales yo estaba aquí. No ha sido fácil, pero yo me dije: Señor, si tu tienes algo conmigo, yo quiero que eso se cumpla a su capacidad. Si hay algo que tu quieres con este vaso tan vil, hazlo Señor. Si tu a través de este proceso, tu me quieres romper a mi y cambiar mi perspectiva para que yo pueda entender aun más lo que tu quieres hacer conmigo, hazlo. Hermanos desde entonces estoy aquí todavía.

Miren los propósitos que Dios tenía que yo estoy aquí ahora hablando con ustedes. ¿Si he crecido? sí, he crecido, pero ¿saben para qué sirvió eso? Esa experiencia sirvió para el Señor decirme: Omar, no basta con conocerme a medias, tienes que entrar más adentro. Tienes que conocerme más. No basta con lo poquito que tu viste y viviste allá en Puerto Rico, tu tienes que vivir más. Yo te estoy retando a que tu vivas más. Y ese mismo reto que yo recibí, es el mismo reto que yo les extiendo a ustedes hoy. Dios nos reta a nosotros día tras día a no quedarnos en la superficie y hermanos, hay tantos pasajes bíblicos que reflejan esto.

Miren la visión del profeta Ezequiel, cuando el estaba con este varón de Dios que se le apareció y salían estos ríos del templo. ¿Ustedes se recuerdan de esa visión? El ángel midió cierta distancia y el caminó y el agua llegaba a los tobillos, después midió de nuevo y le llegaba a la rodilla, después subía hasta la cintura, después subía más hasta el cuello hasta que no podía hacer nada más sino que nadar. Profundidades, hermanos, no basta con ser del grupo de los 70, hay que ser parte del grupo de los 12. No basta con conocer las señales y milagros de Jesús, hay que conocerlo donde el me puede ver los pies, los cayos que tengo y dejarlo que el me lave los pies a mi.

Y algo que muchas veces la gente pasa por desapercibido, es el mero hecho de cómo Dios se revela a través de su cuerpo, de cómo Dios se revela a través de su iglesia, esa imagen de cómo Jesús se sentó con ellos a la mesa, partió el pan, compartió con ellos y sus ojos fueron abiertos, las confusiones se fueron, pero sus ojos fueron abiertos en ese momento. Eso es lo mismo que pasa cuando todos nosotros nos reunimos domingo tras domingo, miércoles tras miércoles, sábado tras sábado, o en cualquier otra célula o en cualquier otra actividad donde cuerpo y espíritu se reúnen: revelación de Dios se da. Y aquí es donde mucha gente no pueden entender o aceptar esto.

Porque hay gente que por tener la perspectiva incorrecta, llegan a la iglesia y lo único que pueden ver es un grupo de personas enfermizas, con malas mañas, con malas costumbres, con carácter, con actitudes, no me llevo con esta persona, y porque no me llevo con esa persona, no lo quiero ver o no la quiero ver, y por lo tanto ¿cuál es la decisión? No voy para la iglesia,... oh aquí no pasa, eso es en otras iglesias. Pues para que ustedes se lo cuenten a otros que están en otras iglesias entonces.

Hermanos, nosotros nunca podemos equivocarnos que lo que la iglesia significa es un cuerpo, y es el cuerpo de Cristo. Y aquí si habemos un montón de personas con distintos trasfondos, con distintas maneras de pensar, con distintas maneras de acercarse a la vida y de hacer cosas en la vida, pero a través de esa misma diversidad, es que el Señor se revela a cada uno de nosotros. Es a través de yo compartir con hermanos que son de Brasil que yo puedo ver como el Señor se ha revelado a sus vidas y como esa misma experiencia pueden nutrir la mía que soy de Puerto Rico, y estamos aquí en Massachussets los dos. Es a través de esa diversidad que yo puedo ver un muchacho que está metido en la cárcel, que estuvo en un programa que su vida es un desastre, y de repente el Señor lo transforma y el comparte esa experiencia conmigo, y eso me da a entender que el Señor está en acción en medio de su pueblo. Es a través de eso, que aunque tal vez yo puedo tener un problema con alguna persona en la iglesia, pero porque tenemos la perspectiva correcta de que tu eres un hijo de Dios, de que yo soy un hijo de Dios y aunque tal vez yo te falté el respeto y tu me faltaste el respeto, pero porque tenemos a la perspectiva correcta, esas cosas se pueden sanar y restaurar y podemos seguir adelante, viendo la revelación de Dios en medio nuestro.

Yo les quiero dar un ejemplo bien reciente, acabadito de sacar del horno: voy a usar a mi querido hermano Miguel de ejemplo. Miguel, ¿me das permiso? No te apures, no te voy a poner tanto en el spot. ¿Cuántos de ustedes dicen que Miguel tiene un carácter único? Al menos los que conocen a Miguel. Miguel tiene un carácter único. Tengo jóvenes acá arriba que pueden decir lo mismo también. Pero para mi, Miguel, se ha convertido en una parte tan vital en mi vida, la primera vez que yo lo conocí el vino y me saludó con un beso. Me lo plantó en el cachete. Y yo me quedé como que: Aja? O eres portorriqueño o eres de algún lugar en Europa que se saludan con un beso. Yo me quedé medio patidifuso, como ¿que es esto? Pero eso me demostró algo de el. Si usted lo conocen a cualquier persona, el saluda a la persona así. Yo lo empecé a conocer a Miguel y yo pude identificarme mucho con el, pero llegó un momento en que Miguel y yo tuvimos un trueque, tuvimos un pequeño problema y yo: aquí se fue ajuste Miguel conmigo, yo estoy seguro que Miguel decía lo mismo de mi: Aquí se fue ajuste Omar conmigo, olvídate. Pero yo entiendo que el es un siervo de Dios y el entiende que yo soy un siervo de Dios y hubo un día, yo voy y lo visito a la casa, nos sentamos en el sótano de el y empezamos a jugar un poquito de Play Station. Como mi esposa no me deja tenerlo, cada vez que yo voy allá pues, ahí es donde yo me desahogo y me curo un poquito y me voy a jugar Play Station allá con Miguel.

Pero de repente dejamos de jugar y comenzamos a hablar de lo que había pasado. Y, hermanos, no hay nada mejor, no hay nada mejor que uno ser totalmente honesto y transparente con una persona. Yo pensaba que de ese problema que Miguel y yo tuvimos, yo pensaba que íbamos a ser enemigos por siempre, pero cuando nosotros nos sentamos a hablar en el sótano de su casa y hasta terminamos llorando juntos. Hermanos, eso fue un “eye opener”, esa fue una experiencia para abrir nuestros ojos y dejarnos saber que al Señor que el y yo servimos, se va por encima de lo que nosotros dos podamos experimentar. Y ahora hermanos, el se ha convertido en una persona que ha ayudado a que mi vida, mi relación con el Señor, que mi ministerio pueda crecer a un nivel mucho mayor, y yo estoy seguro que de la misma manera, aunque el es mucho mayor que yo, yo estoy seguro que yo también he ayudado a su vida a crecer y a desarrollarse también.

Ahora ¿cuál es el punto, con yo mencionar estas cosas, hermanos? Yo digo, para que nosotros no perdamos de perspectiva, y el nosotros reunirnos como cuerpo de Cristo tiene un propósito bien particular. Ese concepto de nosotros ser la iglesia, el cuerpo de Cristo sobrepasa toda diferencia que usted y yo podamos tener. Que si usted es de una cultura y yo soy de otra, y tal vez digo una palabra que para usted pueda ser ofensiva, pero para mi no, por ese pequeño mal entendido pues ya... polos opuestos, pues no me uno más con Omar por eso que pasó. Eso no puede ser así en el cuerpo de Cristo. En el cuerpo de Cristo si yo dije algo mal yo me tengo que acercar a usted y decir, yo creo que esta palabra que yo dije le cayó mal, ¿verdad? Y yo creo que usted me debe dejar saber: Mire, pastor Omar, esto en mi país significa esto, esto y esto.

Hace poco yo me estaba tomando unas pastillas, y en Puerto Rico nosotros decimos que cuando una persona se toma muchas pastillas, yo digo que voy a sonar como una maraca, por las muchas pastillas que a veces que bebo, entre vitaminas y pastillas para el dolor de cabeza o algo, y hay veces que termino diciendo: Voy a sonar como una maraca. Pero lo dije delante de una persona que su cultura “sonar como una maraca” significaba que era una mujer prostituta, y cuando dije eso la persona se me quedó mirando como que pastor Omar, usted no quiere decir eso de frente a mi, y yo: pero, ¿qué significa eso? es una maraca y ya sea como que: Ay, Omar, no!! En la comunicación pudimos entender, yo pude entender lo que significaba para esa persona y ella pudo entender lo que significaba para mi. Pero si no había esa interacción, hermanos, no podíamos llegar ni a tres y dos. Y es el ejemplo que veo con estos dos hombres, es eso mismo.

No tan solamente estaban compartiendo el uno con el otro, sino que en ese compartir Jesús se hace presente y en esa reunión es donde sus ojos son abiertos por completo para yo poder entender cual es su situación, cual es su condición delante el uno del otro y delante de Jesús también y lo mismo pasa, hermanos cuando nosotros estamos aquí. ¿Tu quieres conocer al Señor? Ah, me voy a quedar en mi casa solamente orando como dice en la Biblia, me encierro en el cuarto y el Señor que me oye en privado me va a recompensar en público. Mira, si está bien, pero eso no es suficiente. Eso no es suficiente, tu tienes que estar aquí también, buscar la presencia del Señor aquí en la Congregación de los hermanos y hermanas. No es suficiente con quedarnos en la superficie es necesario profundizar aun más. No basta con yo venir aquí y orar; Señor te acepto, y ya, ahí se queda. Si te acepto, ¿qué tengo que hacer? ¿cuáles son las implicaciones para mi vida? ¿cómo te tengo que buscar? ¿cómo puedo aprender a orar? ¿cómo puedo aprender a leer la palabra? ¿cómo puedes aprender eso? Conéctate con el cuerpo de Cristo y lo vas a saber.

Los invito a que se pongan de pie, hermanos. Cada uno de nosotros tenemos un Emaús. Escuchen bien, cada uno de nosotros tenemos un Emaús. ¿Que significa eso? Cada uno de nosotros tenemos un lugar cómodo a donde vamos cuando las cosas no salen como nosotros esperábamos. Hay algunas personas que su Emaús, es una botella de ron. Hay algunas personas que su Emaús es un club nocturno. Hay algunas personas que su Emaús es encerrarse en si mismo o en si misma. Hay otras personas que su Emaús es ir y gastar todo el dinero que tienen. Pero sea cual sea tu Emaús, ese no es el camino que el Señor quiere para ti. El sí se puede revelar a ti en ese camino, pero esa no es la dirección final que El quiere que tu tomes. La decisión final que El quiere que tu tomes es el camino que va hacia El, el camino que va hacia Jesús. Es un camino que tiene unos estándares de vida que van por encima de los estándares de este mundo, como son unos estándares tan difícil, muchas veces, la gente no lo puede entender y tienen expectativas erróneas, cuando toman una decisión de entrar en ese camino. Pero, hermanos yo quiero decirles a ustedes hoy que yo prefiero que ustedes vivan ese camino a que vivan el camino de hoy día. Yo prefiero que ustedes estén en el camino de los estándares de Jesús a que estén en los caminos estándares de un mero Emaús.

Dios se revela a ti. Dios, escucha bien, Dios se revela a ti a tu persona, a tu corazón. No tan solamente se revela a los pastores y a los diáconos de la iglesia, Dios se revela a ti. ¿Por qué? Porque tu eres importante para el. Tu, hombre que me escuchas, tu eres importante para el Señor. El Señor quiere algo contigo. Tu, mujer que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Joven que me escuchas, niño que me escuchas, el Señor quiere algo contigo. Hay algo que El ve en ti que El quiere usar. ¿Cómo nosotros vamos a responder? Vamos a tener expectativas egocéntricas donde solamente queremos que el Señor obre en favor de nosotros, o vamos a tener las expectativas correctas del Reino, que si yo me acerco al Señor es para estar cerca de El. Y que una vez yo esté en contacto con ese corazón de Dios, ¿sabes que? Ya lo sabemos, todo lo demás viene por añadidura. Pero, ¿sabes que es lo que está en el centro del corazón de Dios? Tu y yo. Gente, la gente es lo que está en el centro del corazón de Dios, es su creación y el Señor se mueve en nosotros para también ser de bendición a otros.

Muchas veces esto se puede experimentar a través de un calentón en el corazón, muchas veces se puede experimentar en el circo apacible también. Pero de una manera u otra el Señor se revela a tu vida. Y yo quiero invitar ahora, en este momento, si hay alguien que no ha tomado esa decisión de decir: Señor yo no te reconozco a ti como el Nazareno, no te reconozco a ti como un profeta, no te reconozco a ti como a un buen hombre, te quiero reconocer a ti como el Mesías, como el Hijo de Dios, como mi Señor y como mi salvador. Si hay alguien que no ha tomado esa decisión yo quiero abrir esta oportunidad para que tu tomes esa decisión, que tu puedas levantar tu mano y decir Señor, yo quiero que tu seas el Señor de mi vida. Yo quiero dar esa oportunidad para que tu puedas levantar tu mano y tomar esa decisión ahora.

I want to pray for this brother right here in the front. I want to pray for your first.

Yo quiero que todos nosotros como iglesia también podamos orar por el. Toma esa decisión hoy. He’s taking that step today, making the Lord Jesus, the Lord and Savior of his life.

Jesús ahora mismo como iglesia, como cuerpo, nosotros elevamos este hijo tuyo delante de ti, Señor. Padre, James te pertenece, el es tuyo Jesús.

We love you, Lord Jesus. He belongs to you and you come right to his side when he’s on his way to Emaús, Lord Jesus. And it is right there where you reveal to him, you reveal to his life, that you love him, that you care for him and that you want to restore his whole life completely. Father, I pray that your holy spirit may be upon him right now and that You may make him a new creature completely, Lord God. His mind, his spirit, his heart, his body that every cell that is within him, Lord Jesus, may come to know who you are. But that that decision may not stay on the surface, that it may go deep, deep within you, every day, Lord Jesus. I pray that you may move him to the depth of your love, even more every day. God I give you thanks for him and I pray that you may continue to cover and guide him.

Y ahora, hermanos, yo quiero hacer una oración por nosotros también. Yo se que todos nosotros tenemos expectativas de algo que el Señor esperamos, que esperamos del Señor. Muchas veces podrás haber experimentado frustración porque esa expectativas no se han cumplido, al menos como tu esperas, pero yo soy de los que creen que Jesús trabaja tras bastidores también, que aun cuando tu no te estás dando cuenta, el Señor está haciendo algo en tu favor, pero reconocer que el Señor lo que quiere es tu corazón día tras día, noche tras noche. Eso es lo más que el Señor desea, tenerte a ti. ¿Sabes por que? Porque una vez que te tiene a ti, una vez que tiene tu corazón, todo lo demás fluye. No tan solamente las cosas para tu propia vida, sino también para aquellos que están a tu alrededor. No tomemos en vano, hermanos el tiempo de nosotros reunirnos como iglesia porque es ahí donde el Señor también se revela a tu vida en una manera mayor, más profunda.

Yo hago un llamado ahora para todos nosotros, hermanos a no quedarnos en la superficie, a no conformarnos con ser de los 70, sino entrar al circulo más interno de la vida de Jesús. Yo quiero retarlos a todos hoy a esto y si ustedes quieren aceptar ese reto, si ustedes lo sienten así, escuchen bien, yo quiero que tu levantes tu mano, porque yo quiero orar por ti y si quieres venir acá al frente, te invito a que vengas al frente, yo me voy a parar aquí también. Yo los invito hermanos, que si ustedes quieren tener un tiempo de oración, yo creo que es necesario que nosotros tomemos esta oportunidad. ¿Cuántos de ustedes han ido de camino a un Emaús cuando tal vez no recibieron lo que esperaban del Señor? Pero, aun de camino a tu Emaús, el Señor está presente, el Señor está presente en tu vida.

No podemos dejar que nada cegué nuestros ojos, sino que siempre tenemos que mantener nuestros ojos pendientes delante del Señor, a ver como el Señor trabaja muchas veces tras bastidores en nuestros vidas, aún a través de situaciones dolorosas pero el Señor está ahí. Hasta me atrevo a decir esto, si tu quieres también esta oportunidad para reconciliar ese contacto, esa relación que tu tienes con el Señor, yo te invito a que también tu vengas aquí. Yo se que el Señor está aquí, si tu quieres reconciliar esa experiencia, ese primer encuentro que tu tuviste con el, yo quiero invitarte a que tu tomes esta oportunidad para decir: Señor aquí estoy,. Yo necesito renovar mis votos contigo. Yo necesito que tu puedas venir y tocar mi vida una vez más y que abran mis ojos para yo poder ver claramente dónde tu estás en mi, yo pueda caminar firmemente en tu dirección, no en dirección a un Emaús, no como una forma de escape, sino que yo pueda caminar en dirección a ti.

20 febrero 2010

Dios no se tarda (Exodo 13:17)

¿Cuántos han escuchado el dicho que dice que Dios siempre está a tiempo, que nunca llega tarde? Todos hemos escuchado esto, de verdad. Cuántas personas aquí en algún momento habrán pensando, ¿de verdad Dios siempre está a tiempo y nunca llega tarde? Seamos honestos. Ha pasado por algún momento en tu vida que tu piensas, Señor ¿cuándo? Y parece que se detiene mucho, muchas veces. Vivimos en una sociedad en la cual tenemos todo rápido, comida rápida, dinero rápido, tocas unos botones y ya.... se te da dinero en la máquina de dinero. Así de fácil. Pero Dios no es una máquina de ATM. Tampoco le gusta la comida rápida. Nuestro Dios es un Dios que para El un día es como mil años y cuántos sabemos que para nosotros mil años es como diez mil años para esperar. Así que a veces parece que estamos nosotros esperando largo tiempo para que El haga algo en nuestra vida y Dios está ahí, parece que no llega, pero Dios está haciendo algo y quiere que nosotros sepamos que el nunca llega tarde.

Éxodo 13, versículo 17 a 18. Habían salido de Egipto el pueblo y van escapando de sus enemigos y mira lo que el Señor hace en ese momento. “...Y luego que Faraón dejó ir al pueblo Dios no los llevó por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo y subieron los hijos de Israel de Egipto armados”. Dios no guió a su pueblo a salir por el camino más rápido. Los guió por el camino más largo. Hay veces en la vida que Dios quiere que sepamos que el camino largo es el camino correcto.

2:41 ¿A cuántos le gusta eso? Muy bien, tenemos un pueblo honesto aquí. Tuvimos una cita con las autoridades de la ciudad para aprobar el proyecto que queremos hacer aquí al lado, el proyecto de un nuevo santuario que estamos pidiendo al Señor darnos recursos y permisos para edificar un nuevo santuario sobre el parque o aquí. El pastor va a estar hablando más de eso, y el tuvo una cita con las autoridades para buscar aprobación y yo le digo: Bueno, Señor vamos a orar en el culto, que el Señor te abra la puerta ya. El dice: ¿sabes qué? yo tengo un sentimiento malo en el estómago que el Señor me va a obligar a tomar un camino más largo y que esto no va a ser una victoria rápida, fácil, que por alguna razón Dios quiere hacerme sufrir un poco. Y reunirme con grupos del vecindario para buscar su aprobación, aquí, asociaciones de nuestros vecinos, y así se dio la cosa. Que no va a ser nada fácil, nada rápido, el tiene que tener reuniones con muchos grupos de vecinos que tienen opiniones muy fuertes de lo que quieren en su vecindario y lo que no quieren. El pastor está obligado a presentar la visión a muchos grupos y pasar por un proceso largo y yo quisiera que fuera rápido y fácil, pero Dios no siempre obra de esa manera. Así es que vamos a estudiar por qué es que Dios te obliga a cocinar largo rato a veces, y sufrir. Vamos a orar.

4:26 Padre, en el nombre de Jesús, estamos delante de ti en esta mañana y te damos gloria porque tu sabes lo que estás haciendo en nuestra vida, y Padre hay hijos e hijas tuyos que están aquí delante de ti en este día, que están sufriendo, algunos de ellos están pasando por procesos largos de esperar en ti, de esperar para que cumplas tus promesas en sus vidas y Padre, yo te pido en este día Señor que nos des una palabra fresca que podamos escuchar, no solamente una palabra intelectual, sino la rema de Dios, una palabra viva, Señor, que nos haga saber que tu estás con nosotros en el camino largo. En el nombre de Jesús, amén.

5:16 Así que Israel quería escapar fácil, rápido y Dios dice: ¿Sabes que? Les voy a guiar por un camino extendido porque si tu tomas el atajadero, el atrecho, el camino más corto, te vas a encontrar con unos ejércitos muy fuertes y te va a meter con problemas. A veces Dios sabe mejor lo que nos espera a la vuelta y nos guía por un detour, por otro camino y no sabemos que estamos evitando problemas grandes, pero El si sabe. Pero es más, parece que Dios mismo los metió en problemas, porque terminaron delante del Mar Rojo y ¿cómo va a hacer? Parece que no tiene sentido. Pero Dios si sabe lo que está haciendo.

Quiero que vayan conmigo también a Éxodo 23, 10 Capítulos después. Cuantos sabemos que un trabajo de calidad requiere tiempo. El año pasado compramos un condo, aquí en Dorchester, mi esposa y yo, una casa linda, vieja y la personas que estaban vendiéndolo hicieron el trabajo de renovación de la casa y parece que yo tenía mis pensamientos que no estaban haciendo el trabajo bien, porque hacían todo rápido, todo muy rápido y yo les dije: Mira, tomen su tiempo. Haz el trabajo bien. Y dicen: Oh, si, si, estamos haciendo el trabajo bien. Yo invité unos hermanos de la iglesia que son expertos en tales cosas y un hermano ahí mirando al trabajo, la pintura, los pisos, y las cosas en el baño, the tiles en el baño tenían una mirada de horror. Y uno casi con lagrimas le miró al otro y dijo: chapuceado. Y yo sin saber lo que significa “chapuceado” sabía que no era nada bueno. Y el otro le mira a ese hermano y dice: chapuceado sobre chapuceado. Y yo.... cómo va a ser. Porque así son las cosas rápidas. Dios se toma su tiempo para hacer un trabajo de calidad. ¿Cuántos sabemos que un niño a veces quiere que tu le des la respuesta a un problema de la escuela? Tal vez está haciendo su trabajo de matemáticas, y dice: Mira, quiero tu ayuda papá, mamá. Ok, yo te ayudo. Bueno, házmelo. Do it for me! El padre dice; Mira, tu tienes que sufrir un poco. Yo no te voy a solucionar todos tus problemas. Tu tienes que estar allí, trabajarlo para que tenga un beneficio a largo plazo. Nuestro Señor no hace las cosas a medias, no hace cristianos chapuceados. El quiere cristianos de calidad.

8:24 Sabes que voy a aprovechar. You’ve got to hear Mark’s testimony. Hace 23 años atrás en una noche un amigo mío de echo, en la universidad compartió el evangelio con un joven estudiante. El joven escuchó el evangelio y aceptó la palabra, después oraron juntos y echaron fuera unos demonios, echo fuera los demonios de la persona. Y después ora por el, la persona recibe el espíritu santo y se echa a hablar en lenguas. En tres horas aceptó a Cristo, fue liberado y lleno del espíritu santo, pero costó 23 años para que este joven se preparara para cumplir el llamado que Dios tenía en su vida. Mark Muller ahora es un hombre refinado por el fuego de Dios después de 23 años de orar, de servir, de aprender, de estudiar, solamente ahora está entrando en su llamado. Pero muchos de nosotros no somos así. Lo queremos ya, lo queremos rápido, queremos la victoria hoy, no me hables de mañana, mucho menos de 20 años en el futuro. Queremos dinero rápido. ¿Cuántos sabemos lo que pasa con el dinero que se gana rápidamente? Por lo general se pierde al próximo día, así que está bien, que gane la lotería, queremos esto pero sabemos que las cosas rápidas no duran muchas veces.

10:04 Éxodo 23, 27 a 30: Dios está hablando con Moisés, hablándoles de cómo el va a ganar la batalla por ellos. “Yo enviaré mi terror delante de ti y consternaré a todo pueblo donde entres y te daré la cerviz de todos tus enemigos. Enviaré delante de ti la avispa que echa fuera al Heveo, al Cananeo y al Hetheo de delante de ti. No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta y se aumenten contra ti las fieras del campo.” Dios puede ganar la batalla en un abrir y cerrar de ojos. Puede echar fuera tus enemigos, puede hacer la obra en tu vida, del día a la noche. Y si, El hace ciertas cosas rápidas, pero la obra que dura, la victoria que está establecida es algo que cuesta tiempo para hacerlo. Si los israelitas hubieran conquistado la tierra en un solo año, no hubieran tenido las personas, ni la capacidad para edificar casas y habitar las casas, sembrar campos y hacer crecer comida y en ese tiempo los animales hubieran venido y comenzado a vivir ahí en sus tierras, porque no tenían personas, ni tiempo, ni capacidad para habitar la tierra. Había tiempo si, para conquistar pero no para habitar la tierra victoriosamente. Dios no quiere solucionar tus problemas rápido y después tu caigas y estas peor que antes. La Biblia dice que cuando un demonio sale de una casa busca 7 más feos, demonios más feos que el, y vuelve a la casa, encuentra la casa vacía y llena la casa otra vez y la persona está peor que antes. Dios dice, yo voy a echar los demonios cuarto por cuarto por cuarto. Por esto que la liberación, a veces es un proceso largo porque Dios a veces, echa fuera el demonio, o te ayuda con cierto problema para que puedas hacer cambios que van a durar a largo plazo.

12:40 Yo tengo muchos amigos que están saliendo de los vicios, de la droga, del alcohol y para muchos de ellos Dios hace la liberación en un instante. Vienen, se ora por ellos, son liberados pero después queda la sorpresa de que Dios quiere que ellos sigan un proceso largo de muchos años para que haya cambio permanente en sus vidas.

¿Cuántos sabemos que no aprendemos a ser malos, como somos todos, en un solo día? Cuesta muchos años para aprender a pecar muy bien. Cuesta muchas acciones repetidas para aprender y formar hábitos malos, hacíamos cosas por años y un hábito malo no se deshace en un instante. Requiere muchos años de una forma de vivir diferente para establecer nuevos patrones para que no dure solamente un año en el Señor, sino que dures para largo plazo. Dios no quiere cristianos chapuceados, quiere cristianos maduros y establecidos.

13:57 Pensamos en el rey David, muchos somos como el. El profeta Samuel echó aceite sobre el y le dijo: tu estás ungido hoy, en este día, eres ungido como el rey de Israel. David, un joven de 15, 16 años. Para nosotros muchas veces Dios te da un unción y te da un llamado, te dice que yo tengo grandes cosas para ti y pensamos que mañana nos vamos a parar a predicar y tres mil personas se van a arrepentir como pasó con Pedro. Pero lo que pasó con David fue obligado a pasar por un proceso de 10 a 15 años de guerra contra el rey Saúl, tenía que andar corriendo en el desierto, tenía que estar escondido de sus enemigos. El rey David andaba más como un fugitivo. Tu has visto la película El Fugitivo. David andaba así por mucho tiempo, corriendo como un loco, haciendo guerra, y aún al llegar a ser rey después de la muerte de Saúl, pasaron 7 años más antes de que el tomara autoridad de toda la nación. ¿Por qué tanto tiempo? ¿por que tanto lío? ¿por qué es que Dios te obliga a veces a pasar por procesos largos y duros y difíciles en la vida? Sabemos que el rey David, durante este tiempo de estar corriendo de sus enemigos conoció a otros fugitivos, otras personas que estaban rechazadas de la sociedad y se juntaron a David, personas malas, personas endeudadas, personas escapadas de la cárcel, se juntaron a David y juntamente con David estos hombres llegaron a ser un ejército establecido, un ejército de hombres valientes. Si Dios le había puesto a David de día y noche estar ahí sin ayuda, sin ejército. En estos años el aprendió a hacer guerra, aprendió a ser un líder, aprendió a buscar ayuda de Dios y guianza de Dios, Dios le dirigió y también en estos años Dios le hizo saber a toda la nación que el rey Saúl era malo y rechazado para que el reino de David fuera establecido firmemente. Si nosotros queremos ministerios establecidos, vidas establecidas, tenemos que estar dispuestos a pagar el precio, a ser personas bien echas, personas maduras.

Saben que pensando en comida, yo no se mucho para cocinar, pero yo he observado que la comida hecha al instante como echar agua, que yo hacía mucho de esto cuando era soltero, por lo general no sabe muy bien. La comida rápida no sabe bien. Otro problema, pones un bizcocho en el horno y después tienes hambre y lo sacas antes del tiempo y ¿cómo sabe? In English it’s “half baked”, medio cocinado en español. A mi no me gusta la comida media cocinada y a Dios no le gustan cristianos medio cocinados.

17:35 Primero vamos a decir yo no quiero ser un cristiano medio cocinado. Yo no les obligo a decir muchas cosas pero les voy a obligar: No quiero ser un cristiano medio cocinado. No quiero ser un cristiano chapuceado.

Moisés, ¿qué pasó con Moisés? Un hombre joven llamado por el Señor, un hombre ungido, 40 años, criado en el palacio de Faraón y el sintió dentro de si el llamado de ayudar a su gente, y un día el vio un egipcio maltratando a un hebreo y el entra y mata al egipcio y después lo esconde porque el siente que “yo voy a ser el salvador de mi gente”. “Yo voy a ser un gran líder”. Y después el próximo día el se mete en una discusión entre dos hebreos y les dice: Mira, ¿por qué están discutiendo? son hebreos. La cosa es que Moisés aparece con el ego bien desarrollado, para decir: aquí estoy para salvarlos a todos. Y qué dicen los hebreos a Moisesito: Joven, lleno de vigor y unción, ¿y tu quién eres, quién te crees? Seguramente hay dichos en español para decir: Who in the world do you think you are? No se cómo decirlo pero ustedes saben como decirlo. Moisés se asusta, se va corriendo al desierto, pasa 40 años viviendo en el desierto, un don nadie. He had to live 40 years as a nobody. Una persona desconocida por 40 años y después Dios aparece a Moisés y le dice: Yo te he llamado a liberar mi pueblo de Egipto y ahora Moisés, ¿qué dice? Muy bien, yo se que soy el líder para conquistar al enemigo. El dice: ¿quien soy yo para hacer esto? ¿cómo puedo yo hacer esto? Yo no soy nadie. Y Dios dice: Ahora si estás calificado para la obra. Dios a veces te tiene que cocinar más. A los 40 años Moisés estaba medio cocinado, después de 40 años más en el horno del desierto, salió bien listo para la obra.

¿Cuántos sabemos que Dios nos cocina bien? Pero para hacerlo tiene que prender fuego a veces. Fuego duro, fuego lento, pero prende fuego. Todo es para que estemos bien preparados, bien sabrosos, no medio cocinados.

20:37 El Apóstol Pablo, quiero que vayan conmigo, Hechos, Capítulo 9: El Apóstol Pablo es convertido como ustedes saben, era un hombre bien malo, andaba matando cristianos y un día en su caballo buscando matar más cristianos Dios lo tumba de su caballo y le dice: ¿Por que me persigues? Después de 3 días de estar ciego y todo asustado, el Señor envía un discípulo desconocido, Ananías, no sabemos más de el, ora por Pablo. El recibe su vista, esta lleno del espíritu santo y le dice: tu estas llamado a proclamar mi nombre a los gentiles, así que Pablo hace precisamente lo que cualquiera de nosotros haríamos sintiendo el llamado de Dios: Versículo 20, Hecho 9 dice: “... enseguida predicaba Cristo en las sinagogas diciendo que este era el Hijo de Dios”. Comenzó el próximo día a predicar, gracias a Dios “...y todos los que le oían estaban atónitos y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los invocaban este nombre, y a eso vino acá para llevarnos presos ante los principales sacerdotes. Pero Saulo mucho más se esforzaba y confundía a los judíos que moraban en Damasco demostrando que Jesús era el Cristo.” Y vamos a ver el fruto de su ministerio.

22:50 Versículo 23: “...Pasados muchos días los judíos resolvieron en consejo matarle.” Bueno, mucho éxito tu primer día de ministerio. Primero, los sorprendiste. Segundo, los confundiste. Tercero, querían matarte. Bienvenido al ministerio, Pablito. Esto no está mal. No es su culpa, pero en el futuro cuando el predicaba multitudes de personas se convertían. Saulo, en ese tiempo tenía el nombre Saulo, tuvo que escapar al desierto y pasar tres años cocinando en Arabia y volvió de ese tiempo listo para predicar el Evangelio y llegar a ser el gran Apóstol Pablo. Con esto no digo que uno no debe comenzar ya. Yo conozco personas aun antes de conocer a Cristo, comenzar a evangelizar. Yo conozco personas así. Fuimos en viajes misioneros, cuando estudiaba en la universidad, y a veces personas inconversas querían acompañarnos, y ellos andaban con nosotros y decían: Mira, yo no soy cristiano pero ellos creen que Jesús es el Señor y que tu tienes que aceptarlo para ser salvo, así que yo todavía no pero... y personas respondieron, así que Dios uso hasta caballos para hablar la palabra de Dios como hizo con los profetas, no. Así que Dios usa a todos desde el primer día de aceptar a Cristo, pero muchas veces esperamos ser la gran cosa del día a la noche y Dios dice: Yo quiero que tu seas preparado, que estudies, que ores, que te prepares, que recibas mentoría y discipulado, que llegues a ser con tiempo un cristiano maduro y establecido. Comienza ya, pero prepárate para toda la vida de ministerio, así que no vamos a ser cristianos medio cocinados.

24:57 Hay una tercera razón que a veces Dios te pasa por situaciones de esperar mucho tiempo. La primera razón es que El no quiere cristianos superficiales; numero dos, a veces lo hace para formarte en formas que no hubieras sabido antes; numero tres, Dios es un gran novelista, escritor de novelas. El escribe nuestras vidas como si fuera una película más interesante que cualquier película en el cine y El sabe hacer las cosas amén, interesantes. Y El sabe escribir una historia linda y a veces Dios te obliga a pasar por líos para después sacarte del lío para que tengas un testimonio pero bien picante que contar. Esto no es solamente para hacer la vida interesante, es para que aprendamos que Dios vive. Si nunca estamos en lío, en problemas, nunca conocemos el Dios que nos puede sacar de toda prueba. Si nosotros nunca pasamos por hambre, no sabemos lo que es Dios alimentarnos con su propia mano.

Yo quiero que pensemos juntos en la historia de Adán y Eva. A veces pensamos que si yo paso por un tiempo un proceso largo, un tiempo de esperar algo, pensamos que estamos mal, tal vez es que estoy en pecado y Dios me está disciplinando o pensamos que tal vez soy inmaduro y Dios me está formando. A veces no es ninguna cosa así. No estás mal, no estás en pecado, pero Dios está haciéndote, obligándote a pasar por un tiempo de esperar algo para enseñarte su poder en una forma especial.

26:48 Pensemos en Adán y Eva. Tenemos Adán sin pecado, fresquito, ni ha tenido tiempo para pecar, y está ahí solito en el huerto de Edén y Dios dice: No está bien que el hombre esté solo. Pero bien Dios ¿por qué no hiciste a Eva ahí al lado? ¿por qué hacerle pasar por un tiempo de no estar bien? No hay pecado, no hay problemas, pero Adán está con algo que el necesita que no tiene al lado. Y yo me pongo a pensar, ¿por qué lo hizo así el Señor? ¿por qué no lo hizo desde el principio? Yo me pongo a pensar que Dios quiere hacer la vida más interesante a Adán. Aun en el huerto de Edén. Yo me pongo a pensar cómo sería después de muchos años, con los nietos preguntando a Adán y Eva, Mira, abuelito, abuelita, cuéntanos la historia de cómo es que ustedes se conocieron. Y Adán, ¿qué va a decir? Bueno, el Señor me hizo, amanecí, yo me desperté y ahí estaba, siempre. Dios dice: sabes qué Adán, yo no quiero que la tomes por sentado. No quiero que tu asumas que esto es automático. Yo quiero hacerte pasar por un tiempo de necesidad así que el anda conociendo animales por mucho tiempo. Poniendo nombres, analizándolos, se da cuenta que no, no, no..... Después Dios le obliga a dormir por mucho tiempo, hay un sentido de ansiedad en el texto que dice: Para Adán no se encontró ninguna compañera idónea, y después se pone a dormir y Dios hace esta cirugía, saca la costilla y .... hace a Eva. Se despierta, se la presenta y en el hebreo dice: Guau! Literalmente en hebreo es: Por fin, guau! Esta es carne de mi carne, huesos de mis huesos.

Por pasar por un tiempo de necesidad el llegó a reconocer que es Dios que suple las necesidades que el tiene, que el no las suple el solo. Muchos de nosotros tenemos que pasar por un desierto y pasar hambre para que Dios saque agua de la roca, pasar hambre para que Dios nos de pan en el desierto para aprender que no es solamente del pan que yo vivo, sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová, que yo vivo. Que es El que provee, pensemos en Abraham. Dios les hace promesas, tu vas a ser un gran padre de naciones. El tiene 75 años, parece que en esa época era posible tener bebes a los 75 años, la esposa con sesenta y pico. Pero Dios le hizo esperar 25 años hasta que tenga 100 años y la esposa 90, muchos años, ancianitos, y después Dios dice: ahora están listos para tener un bebé. Dios quería hacerlo claro que eso no es de ustedes. Yo hice esto en tu vida, así que te hice pasar por un tiempo de esperar para que yo haga un milagro para tu saber que yo soy el Dios de la vida.

Como Lázaro que está muerto y Jesús no espera un día, ni dos días, Jesús espera 3 días hasta que esté bien muerto, pero bien muerto y lo levanta diciendo: Yo soy la resurrección y la vida y yo quiero hacerlo bien claro, que yo soy el Dios de milagros, pero para enseñarte mis milagros tengo que pasarte por procesos, para que recuerdes que soy yo el que lo hizo. Después con Abraham, con el bebé, llegó a ser un joven y Dios le pidió a Abraham ofrecer a Isaac y ¿cómo es que el pudo hacerlo? Yo creo que Abraham pudo ofrecer su hijo, Isaac, porque el se decía: Yo sirvo a un Dios que hasta puede levantar los muertos y por esto que yo confío en Dios porque he aprendido a confiar. Pero uno aprende en el desierto para ser bien preparado para estas cosas. Así que hay procesos largos.

31:53 Hermanos, yo pienso en el pueblo de Israel, Dios no solamente los sacó de Egipto, El hizo que el corazón de Faraón se endurezca para ponerles muchos problemas, para poder sacarlos con gran gloria, para darles un testimonio. Dios quiere darte un testimonio. Si tienes un problema en este tiempo, cuan más grande sea el problema así de grande va a ser la liberación que Dios va a hacer en tu vida. The bigger the mess, the bigger the testimony. Más grande el lío, más grande el testimonio de lo que Dios puede hacer en mi vida.

Saben que muchas veces yo pienso que si me está costando mucho tiempo hacer algo, siento que estoy mal, o que estoy fuera de la voluntad de Dios. Pero yo he aprendido que a veces, cuando las cosas son más complicadas, a veces significa que Dios está más involucrado que lo normal. Déjenme explicarlo: yo creo que hay ciertas decisiones en la vida que Dios te guía ya, te enseña qué hacer, pero hay otros momentos, y El dice: Mira, Yo voy a dejar que tu escojas hacer lo que tu quieres, y después Dios te bendice. Pero hay otras veces que Dios tiene un plan tan específico para ti que te hace, y te obliga a vagar un poco en el desierto hasta encontrar el camino correcto.

Por ejemplo: yo hace 7 años atrás andaba buscando iglesia, yo siempre en cualquier lugar donde yo iba, para estudiar o para trabajar o vivir en otro lugar, yo siempre encontraba iglesias rápido. La primera iglesia que yo visito, sentí la bendición de Dios, me quedé y era bendecido. Siempre era algo fácil para encontrar iglesia. Después yo vengo aquí para estudiar en un instituto bíblico por aquí, y yo ando buscando iglesia y por mi vida no podía encontrar una iglesia donde yo me sintiera bien, que el Señor me quería allí. Y me puse a pensar: ¿qué seminarista más tonto no puede encontrar una iglesia? Es que estoy estudiando la Biblia y no puedo encontrar una iglesia, qué problema. Dios tal vez estoy lejos de tu voluntad, tal vez es que no te estoy escuchando bien. Por fin, después de dos años de visitar iglesias diferentes, un seminarista me invitó aquí y yo vine y fijate que yo sentí, qué iglesia interesante. Hay mucha bulla y todo en español, no entiendo casi nada pero muy interesante. Y conocí al pastor en el baño abajo, el pensando que yo venía para registrar el culto en inglés y el me habla ahí en el baño y yo sentí: ¡qué iglesia interesante! Tal vez vuelva a visitarla. Pero no sentí que: esto tiene que ser la voluntad de Dios, solo sentí que era una iglesia muy interesante. Y después de unos meses yo decidí tratarlo otra vez. Y yo sentí: yo me quedo aquí un tiempo, a ver lo que sucede. Y me cayó bien el pastor y la iglesia y aprendí a sentir en casa. Pero aún entonces no sabía con seguridad lo que Dios tenía para mi. Hasta que el Señor me dio una beca para viajar por Latinoamérica, en ese momento yo sentí: Ok, aquí me quedo. Voy a aprender el español, comer comida latina, tal vez me quedo aquí en esta iglesia. Gracias a Dios.

35:47 Fue un proceso largo, no fue un proceso claro, un proceso rápido. Fue un proceso muy como se dice en inglés “it was a hit or miss process”, tratando cosas. Y después yo reconozco que me costo tiempo encontrar esta iglesia porque Dios quería cerrar cada puerta para asegurar de que no me pierda en un lugar donde El no quiere que yo estuviera. A veces El tiene un plan tan especial que El te va a complicar la vida hasta que tu encuentres el camino correcto que El tiene para ti. Y cuesta tiempo!

Un amigo mío para terminar con esto y después vamos a orar, estaba estudiando y el era el mejor estudiante del seminario, sacaba todo “A” y después de graduarse el solicitaba para buscar becas para estudiar su doctorado, y toda escuela lo rechazó. Estaba rechazado por todas las escuelas y me pongo a pensar: Pero, Señor ¿cómo es? El es un estudiante inteligente, está ayunando y orando, ¿por qué es que estás cerrando tantas puertas? El quedó ahí sin nada que hacer y decidió: Bueno, me quedo aquí un año más, no se a qué, a trabajar.... y en ese año el conoció una muchacha en el seminario y terminó casándose con ella. Y después nos dimos cuenta: Ah, por eso que el Señor te cerró la puerta para que tu estés donde tenías que estar. Pero tal vez tu no sabes por qué Dios te está obligando a pasar por un desierto. Tal vez no sabes por qué hay tantas puertas cerradas. Lo que quiero decirte en esta mañana es que Dios sabe lo que está haciendo. El quiere cocinarte, cocinarte bien, esto es bueno no malo. Quiere prepararte para que seas un cristiano establecido, sabroso, preparado. El quiere que tu estés donde tienes que estar y a veces te obliga a pasar por un proceso largo para hacerlo. Nos toca a nosotros perseverancia, no te rindas, se fiel cada día porque está contigo, y El sabe lo que está haciendo, y sabe hacer cumplir su propósito en tu vida.

38:11 Vamos a orar. Los invito a ponerse de pie. Y vamos a cerrar este tiempo con oración. Padre, en el nombre de Jesús, gracias Señor que tu sabes lo que estás haciendo, Señor. Tu sabes, Señor que aún cuando hay complicaciones Tu estás en las cosas, Señor y estás obrando Señor, tal vez no en la forma que nosotros queremos, pero tu estás haciendo una obra profunda en nosotros. Padre, en el nombre de Jesús te pido por tus ciervos que están aquí delante de ti, te pido, Señor por un espíritu de paz, un espíritu de seguridad, Señor porque Tu eres el Dios que haces que todas las cosas te ayuden a bien para los que te aman y son llamados conforme a tus propósitos. Padre, en el nombre de Jesús, yo te pido Señor que estemos seguros de tu guianza en nuestra vida. Yo voy a hacer una oración, puedes orarlo conmigo.

39:19 Padre, te doy las gracias porque tu estás en control de mi vida. Te doy todo el control para guiar mis pasos. Te seguiré, Señor. Pasaré por tus procesos, Señor para ser el hombre o mujer de Dios que tu quieres que yo sea. Gracias, Señor. Oh, espíritu santo consagra a tu gente.

13 febrero 2010

Cristianos y los asuntos del Cesar (Ester 4:13)

Quiero leer un par de versículos del Libro de Esther. Vamos al Capítulo 4. Vamos al versículo 13. Y es un pasaje que muchos hemos escuchado antes. Es un pasaje que conocemos y se ha aplicado en muchas diferentes maneras, pero quiere aplicarlo en el sentido de este tema que me concierne en esta mañana. Dice aquí: ... Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tu y la casa de tu padre pereceréis, y quien sabe si para esta hora has llegado al Reino.”
Quiero leer un par de versículos del Libro de Esther. Vamos al Capítulo 4. Vamos al versículo 13. Y es un pasaje que muchos hemos escuchado antes. Es un pasaje que conocemos y se ha aplicado en muchas diferentes maneras, pero quiere aplicarlo en el sentido de este tema que me concierne en esta mañana. Dice aquí: ... Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tu y la casa de tu padre pereceréis, y quien sabe si para esta hora has llegado al Reino.”

Padre nos encomendamos a ti, Señor, en un tema delicado y pedimos tu sabiduría y tu dirección. Guíanos al deliberar, al meditar sobre tu palabra, Señor. Que sea con tu bendición. Guarda nuestra boca, Señor de excesos o de espíritu que no sea conveniente, Señor a tu lugar de adoración. Ayúdanos a hablar en una forma sobria y humilde, Padre para gloria tuya y para bendición de tu pueblo. En el nombre de Jesús. Amen.

Esta es la primera vez en 20 años de ministerio, con esta iglesia que yo hablo sobre este tema de la participación política del hijo de Dios, de la hija de Dios. Y no lo digo sino quizás para mi vergüenza, porque es un tema muy importante para el pueblo de Dios. Porque yo creo que en realidad la participación del hijo o la hija de Dios en el proceso secular es algo que debe permear todos los aspectos de la vida, debe estar integrado a todas las demás cosas. Yo creo que la participación del cristiano en el proceso político es algo que es casi como que se sobreentiende hasta cierto punto y que nosotros tenemos que estar en cada... Yo he predicado sobre eso en muchos diferentes sermones, y yo creo que el envolvimiento de nuestra iglesia en el trabajo comunitario, su creciente involucramiento en diferentes áreas de la vida de la comunidad, expresa ese sentido y por eso quizás nunca le he dedicado un tema específico a este asunto, pero yo creo que los tiempos en que vivimos, es importante que la iglesia tome tiempo para reflexionar sobre estas cosas en una manera específica y deliberada.

Yo creo que el deber de la iglesia, en este caso, en tiempos de mucha polarización y donde hay posiciones claramente definidas y donde hay mucha lucha y mucho conflicto entre diferentes grupos, y también hay tanta confusión en nuestro tiempo, yo creo que el llamado de Dios a su iglesia es que los líderes espirituales le proveamos al pueblo guianza, consejo, por lo menos hasta donde nosotros podemos, donde tenemos luz y eso quiere decir que quizás nos vamos a equivocar.

7:16 Tenemos que hablar, tenemos que hacerlo con humildad. Yo se que ustedes como gente madura en el Señor, se sentirán libres para hacer sus propios pensamientos y discrepar o estar de acuerdo, por eso es que es tan importante conocer la palabra de Dios porque esta sí es absoluta, esta nunca se equivoca.

8:54 Creo que la palabra del Señor no está condicionada a la historia, ni a los eventos, ni al corazón de la gente, contiene elementos sumados pero la palabra de Dios es absoluta y es eterna, y es confiable y una vez que nosotros sabemos que dice la palabra del Señor no tenemos derecho de discrepar de ella. Una vez que nosotros sabemos lo que es la palabra del Señor tenemos que sujetarnos a ellos. En última instancia, yo creo que gran parte de la división que hay en el mundo hoy en día, cristiano y en la sociedad, gira en una manera u otra alrededor de ese elemento básico. ¿Qué vamos a hacer con la palabra de Dios? La vamos a relativizar y la vamos a hacer algo subjetivo abierto a cuestionamiento o vamos a someternos a ella y creer. Esta es la palabra del Señor y por lo tanto callemos y sometámonos a ella.

11:33 ¿Qué hacemos cuando la palabra del Señor nos pide que hagamos algo que no es agradable para nosotros? ¿La echamos a un lado o nos sometemos a ella? Lo primero que quiero decir, hermanos, es que nosotros estamos llamados como pueblo de Dios a participar en los procesos humanos. ¿Si o no?

Cristo dijo que estamos en el mundo aunque no somos del mundo. Cristo dijo que estamos en el mundo y eso quiere decir que mientras estemos aquí tenemos que participar de ciertas cosas. El dijo “dadle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, Algunas veces es interpretado como eso quiere decir que al Cesar que breguen los del Cesar con los asuntos del Cesar y nosotros nos vamos a concentrar en los asuntos de Dios. Yo no creo que eso fue lo Cristo quiso decir, sino lo que El dijo es... Como ese otro pasaje que dice que al que hay que darle honra, dele honra. No le deban a nadie, nada. Al que honra, honra; al que respeto, respeto, etc. Hay cosas que hay que darle al Cesar porque le pertenecen a el y Dios es un Dios que se sujeta, hermanos a sus propios dictados y El ha establecido un sistema social, un sistema político para que la gente se mueva dentro de el. Dios ha establecido orden, ha establecido una sociedad y ha establecido también principios espirituales eternos y nosotros tenemos que saber cuando movernos en un mundo y cuando movernos en el otro.

Entonces a veces nuestra identidad humana nos va a llamar a ser ciudadanos y ser respetuosos de las leyes y participar en los procesos sociales, políticos y en otras ocasiones, como miembros del Reino de Dios, vamos a tener que participar en las cosas espirituales. Pero, hermanos, abandonemos esta idea esquizofrenica de una división rotunda entre una cosa y la otra. Las dos cosas son parte de nuestro llamado y de nuestra identidad.

15:51 Ahora, hay una cosa importante, otro punto importante es este; que cuando los reclamos de Dios y del espíritu están en contradicción con los reclamos de Cesar, ¿a dónde va a estar nuestra lealtad? Con Dios, con la palabra de Dios y con el espíritu.

Cuando nosotros nos encontramos una situación de contradicción entre los reclamos del Cesar y los reclamos de Dios, con temor y temblor nosotros tenemos que decir: no voy a obedecer. Como le dijo el Apóstol Pedro a los miembros del sanedrín que querían que dejaran de predicar, dijo el: Es más importante obedecer a Dios que a los hombres. En todo lo posible hermanos, nosotros como ciudadanos, como gente que se mueve en el reino material humano, nosotros debemos ser muy respetuosos de las leyes, siempre y cuando esas leyes no contradigan leyes superiores que vienen del Reino de Dios. Nosotros tenemos que obedecer siempre los principios del Reino de Dios y por eso es que tenemos que ser gente respetuosa de las leyes. El Apóstol Pablo habla de que nosotros respetemos las leyes. Yo creo que el cristiano escoge la rebeldía solo como una postura de último recurso. Yo creo que la inocencia que Dios nos da es una inocencia que no es estupidez. Nosotros podemos juzgar. Dice la palabra que el hombre espiritual juzga todas las cosas pero el amor de Dios, lo que pasa que el discernimiento del cristiano es un discernimiento sano que está templado por el amor de Dios, no tiene púas, y esa es la diferencia.

21:1 Así que nosotros tenemos que discernir todas las cosas. Otra cosa también muy importante es que hay ocasiones en que nosotros tendremos que, con dolor de nuestro corazón, quebrantar las leyes.

Daniel tuvo que resistir al rey cuando el rey le pidió que no orara al Señor. Este hombre es la parte del sistema pero tenía también mucha, mucha integridad. Nosotros tenemos que votar por eso es que es importante votar. El sistema político en que nosotros estamos es un sistema representativo y si nosotros queremos que ese sistema funcione bien, tenemos que participar en el. Tenemos que dejar saber nuestra opinión, tenemos que participar. Yo creo que eso es parte de respetar las leyes. Yo no creo que sea una cosa opcional, para nosotros respetar el sistema yo creo que dejar saber nuestra posición. No podemos ser neutrales.

23:35 Esto es lo que yo veo aquí en el Libro de Esther, Esther estaba en una situación bien difícil. Era una situación extremada donde Esther tiene que tomar una decisión, ¿participo en le proceso político o simplemente me abstengo de hacerlo? Ustedes saben la historia, había un decreto que había sido dado por el rey sin el saber, lo habían manipulado para que el diera este decreto, de que todos los judíos tenían que ser exterminados. Saben que el odio contra los judíos no es algo del siglo XX, es algo que está hace mil años. Hay principios espirituales involucrados en ese odio contra los judíos.

Era una ley de la tierra. Era un decreto ya que estaba en el sistema, Cesar había declarado que los judíos tenían que morir. Esther al principio no hizo nada sobre el asunto. El tío de Esther estaba orando pidiendo una solución y le envía a Esther un mensaje, que dice: Ester, tu tienes que hacer algo. Y le dice: Mira, Y si tu no haces nada, Dios en su misericordia, el va a encontrar una manera porque el es el Señor. Pero, te habrás perdido una oportunidad de ayudar, y quién sabe en las primeras matanzas que hagan, tu también te vas a ir. No creas que porque tu eres la reina te vas a escapar. Así que es en tu propio interés también que tu participes en este asunto. Y el dice: Y quien sabe si tu has venido al reino para un momento como este. Y el añade estas palabras famosas. ¿Por qué? Porque Mardoqueo vio a esta mujer en una posición de poder, acceso directo al rey, ella puede hablar en una manera que nadie, ningunos de nosotros puede hacerlo. ¿Y quien sabe si Dios la ha puesto ahí para eso?

Hay algo maravilloso en el Libro de Esther, no es un libro de eventos sobrenaturales sin embargo es un libro que muestra la intervención divina en todo momento. Pero la presencia de Dios está ahí trabajando en ese libro continuamente en la historia, porque Dios muchas veces obra naturalmente para llevar a cabo procesos sobrenaturales. Muchas veces nosotros vamos a ser los agentes de Dios en la historia. No creamos que Dios siempre va a abrir el Mar Rojo o va a enviar unas plagas o va a hacer milagros inmensos para llevar a cabo su obra. Muchas veces nosotros vamos a tener que ser los agentes de Dios, vamos a tener que ser la voz de Dios, las manos de Dios, la mente de Dios.

29:16 Mi punto es que tu y yo somos Esther en este tiempo. Es importante esa expresión “en una hora como esta”, “en un tiempo como este”. Era un tiempo de urgencia, era un tiempo de gran peligro, era un tiempo donde todo estaba en juego. Era un tiempo que nadie se podía a dar el lujo de pensar demasiado en esto o en lo otro, buscarle 5 patas al gato. Había que actuar, había que hacer algo. Hay veces en la historia de la humanidad, hermanos en que uno tiene que pararse y decir: Esto es lo que hay que hacer. Y como dijo Martín Lutero “...esto es lo que yo creo, y no puedo creer otra cosa. Dios tenga misericordia de mi”.

Yo creo que nosotros estamos en un tiempo de la historia en este país y yo creo que en toda la humanidad de un cruce de caminos, donde la humanidad tiene que decidir cómo vamos a vivir en los próximos 50 años. Yo creo que nosotros tenemos que discernir los tiempos. Y tenemos que entender que no estamos bregando solamente con el matrimonio homosexual, o el aborto o el clon o estos temas. Estos asuntos son simplemente ilustraciones, son simplemente temas que saltan de una matriz mucho más abarcadora. Yo creo que el discernimiento que Dios quiere de nosotros es que nos preocupemos más por el proceso que estamos viviendo que por este asunto o el otro, o el otro. La pregunta que yo me hago continuamente es: ¿mi participación en el área secular, cómo afecta el proceso que está viviendo la humanidad ahora mismo? Si yo afecto el proceso todas las cosas especificas se van a caer en su lugar en el momento. Ahora mismo yo creo que hay dos visiones del mundo que están en competencia. Una visión del mundo es humana, secular histórica, su Dios es la razón.

35:12 Y la otra visión del mundo es una visión que todavía está condicionada por el espíritu y por la palabra de Dios. Y que busca la revelación divina, y que piensa en términos absolutos y que sujeta el entendimiento humano al entendimiento divino y que tiene temor esencial de Dios. Hay un temor de la palabra de Dios y su orientación es más espiritual que terrenal. Yo creo que eso es lo que está ahora mismo debatiéndose en nuestro tiempo. ¿Por cuales de esas dos opciones nos vamos a ir? Yo creo que cuando nosotros votamos, o nos movemos en el mundo político, tenemos que preguntarnos. Yo no estoy aquí para decirles, vote por este o vote por el otro. Pero estoy aquí para decirles que si usted va a escoger por quién va a votar y cómo va a participar,........ las posiciones de ese candidato o de ese partido, o de ese movimiento expresan el espíritu esencial que yo veo en la palabra de Dios o no.

Nosotros tenemos que preguntarnos: ¿las acciones, las posiciones de esos candidatos avanzan, tienen amor por la iglesia de Jesucristo, tienen respeto por la iglesia de Jesucristo, avanzan los intereses del Reino Dios en última instancia? No se preocupe por otras cosas. No importa cuán preocupado este un candidato por la justicia social, hermanos, si su posición está conflicto con la palabra de Dios, no importa cuantas buenas intenciones tengan, a la larga van a fracasar y no nos vamos nosotros a beneficiar.

Si los principios de los políticos no están fundamentados en la palabra del Señor, no digan, no importa que quieran hacer el bien a los hispanos o a los americanos, a la larga eso no nos va a beneficiar. Cuando un candidato tiene el temor de Dios en su corazón, y está alineado con los principios divinos, aunque cometa graves errores, a la larga Dios va a guiar su corazón hacia lo correcto y nos va a bendecir al final. Nunca elija un candidato porque es para su interés. Quizás usted a corto plazo pierda, pero a largo plazo Dios lo va a bendecir. Eso es importante. No juzgue un candidato tampoco por carisma o por cuan atractivo sea, o cuan bien hable. Júzguelo por los principios. No juzgue solamente por retórica, sino juzgue por la palabra de Dios.

42:55 Gracias Señor, Esther hizo lo que tenia que hacer. Esther usó su posición. Esther le habló al rey, usó su posición. Ella votó en un sentido, confrontó al rey, con respeto, y el rey cambió su posición. Hay veces, hermanos, que tenemos que ser muy confrontativos y al mundo no le va a gustar que seamos confrontativos. Muchas veces, hermanos, en el mundo vamos a tener que estar en conflicto con las gente que amamos. Nos van a decir que odiamos. Cuantas veces me dijeron a mi: “Tu estás lleno de odio”, cuando estuve allí en el State house, continuamente nos decían: Ustedes odian. Pero a veces, hermanos, para hacer las cosas correctas tenemos que confrontar, tenemos que ser decisivos porque los tiempos son difíciles.

Este es un tiempo en que Dios nos llama como Esther, a ser firmes a ser claros y a tomar una decisión clara, pero por sobre todo, hermanos, participemos en el proceso si podemos hacerlo. Queremos ayudarle en todo lo posible. Si usted necesita información vamos a tratar de dársela. Si necesita cualquier cosa, yo quiero que nuestra iglesia se asegure de hacer lo que tiene que hacer.

Eso es lo único que a mi me interesa y la parte suya va a ser dar un paso de fe. Usted va a entrar en algo que quizás nunca lo ha hecho. Usted quizás no habla bien inglés, y quiero ayudarle en todo lo posible en las próximas semanas. Si usted no se siente cómodo pero de un paso de fe, aunque sea regístrese hoy y ya veremos como le ayudamos en todo lo demás.

Queremos ayudarle en eso, hermanos. Vamos a bajar nuestras cabezas un momentito. Si yo les he inquietado eso es bueno, es bueno. Quizás no lo he hecho con toda la gracia que quisiera pero es un tiempo urgente. Padre, pedimos tu sabiduría. Queremos, Señor, como esas masas, ahora mismo atmosféricas que chocan unas con las otras en esos huracanes, que tu nos ayudes a discernir una esencia de la otra y a poner cada cosa en su lugar. Dale sabiduría a tu pueblo. Dale sabiduría a los EEUU en este tiempo. Que tu reino sea avanzado, que tu reino sea afirmado, eso es lo que pedimos, Señor. Que el hombre de tu escogencia sea el que esté en el poder. Señor, pedimos hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo, en estas elecciones Señor. Y cambia nuestros corazones. Padre, pedimos que la justicia y el amor y la verdad prevalezcan en esta nación y en estas elecciones y danos sabiduría. Gracias. Te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús y nosotros decimos Amen. Amen.

06 febrero 2010

Pelea por tus bendiciones

Punto principal: Dios espera que acudamos a El en toda circunstancia, especialmente cuando se trata de pelear por tus bendiciones.

Referencia: 1 Samuel 30

Breve historia de los Amalecitas.

Jehová se enfureció contra Amalec y dijo que El tendría guerra con Amalec de generación en generación. (Éxodo 17:6)

Israel peleó contra Amalec, ya que éstos intentaron impedirle el paso a través de su territorio. (Deuteronomio 25:17-19)

Más tarde los Israelitas se enfrentaron a los amalecitas bajo las órdenes de su primer rey, Saúl, a quien Dios le había ordenado que exterminara a todos ellos ya que Dios no quería ni un amalecita en la tierra prometida. Pero el rey desobedeció a Dios; capturó al rey de los amalecitas y tomó para sí lo mejor del ganado. Esta es la manera en que el rey Saúl fue desechado como rey por Dios. (1 Samuel 15)

David es escogido como sucesor del rey Saúl, no sin antes pasar por muchas pruebas antes de reclamar su trono.

Este sermón trata de una de las últimas batallas de David antes de ser proclamado rey.

1 Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.

2 Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino que se los habían llevado al seguir su camino.

3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos.

4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas.

6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.

7 Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David.

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

Quiero parar aquí y analizar algunos aspectos de la vida de David hasta este momento.

1. David sigue su propio entendimiento al irse al territorio de los filisteos. La Biblia no hace mención de David pidiendo dirección a Dios por esta acción que va a tomar.

El se concentra en su enemigo el rey Saúl que lo persigue día y noche y dice en su corazón que cuando el rey se dé cuenta que ha abandonado el país, él no le buscará más, y eso es lo que sucede cuando el rey se da cuenta de que David no está más en el territorio. (1 Samuel 27) Estancia entre los filisteos 1 año y 4 meses.

2. David es rechazado por los filisteos cuando éstos se disponían a pelear en contra del rey Saúl. (1 Samuel 29)

3. David y sus seguidores son robados por los amalecitas.

4. David es culpado por los suyos de la desgracia de su pueblo.

5. David se acuerda de su Dios y le consulta.


6. David obedece.

9 Partió, pues, David, él y los seiscientos hombres que con él estaban, y llegaron hasta el torrente de Besor, donde se quedaron algunos.


10 Y David siguió adelante con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor.


A diferencia de David, 200 hombres prefieren quedarse en el arroyo Besor, están cansados para rescatar a sus esposas y a sus hijos; ellos se concentran en sus propias necesidades en ese momento. Recuerden que les había tomado 3 días para llegar al campamento que encontraron en llamas y saqueado.

Mi pregunta es: ¿cuántos han llegado al arroyo Besor? y ¿cuántos hay en este momento entre nosotros que están muy cansados para pelear por sus esposas, por sus hijos, por la ciudad en que viven, por su trabajo? ¿Cuántos están cansados de hacer favores y han decidido: no más, olvídalo todo?. ¿No es la iglesia el arroyo Besor donde encontramos este tipo de personas?

Ahora bien, hemos identificado a estas personas en el arroyo Besor. ¿Qué haremos con ellas? ¿Las humillaremos? ¿Las maltrataremos? ¿Nos reiremos de ellas? O, ¿las dejaremos descansar? O por el contrario, ¿haremos como Jesús con sus discípulos? El les dijo: -Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. (Marcos 6:31)

O éste: -Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28)

David continúa con 400 hombres tras los amalecitas. Se quedaron 200 hombres en el Arroyo Besor. David les permitió quedarse allí.

¿Cuántos sabían que había una pelea?¿200? ¿400 ? O, ¿los 600? Claro que los 600 sabían que había una pelea por delante, pero 400 no se desviaron de su objetivo; 400 de los 600 pusieron a un lado el yo, y fueron adelante para rescatar lo que se les había robado; sus esposas, sus hijos, su identidad e incluso lo que no era de ellos, rescatar lo que les pertenecía a los 200 que se quedaron en el arroyo Besor. Por eso, si tú estás en el torrente Besor, tú que me estás escuchando, descansa que no solamente habrá una batalla por librar; necesitaremos refuerzo con energía renovada para la próxima batalla. Ciertamente ésta fue la última batalla de David antes de ser nombrado rey, pero no fue la última de su vida.

11 Y hallaron en el campo a un hombre egipcio, el cual trajeron a David, y le dieron pan, y comió, y le dieron a beber agua.

David obedeció, salió en busca de lo que perdió, como Jehová se lo había dicho, aún con 400 hombres él continuó, puesta la confianza ya no en él sino en Jehová, David no tenía idea que ruta habían seguido los Amalecitas, pero Dios le pone una pista en el camino, un egipcio en el camino.

Quiero que noten esto; David tenía prisa, tenía urgencia de encontrar lo robado, mas él se detiene para hacerle bien a este hombre, le da de comer y beber y cuando él se recupera es cuando lo interrogan y para sorpresa de David éste es quien le lleva al campo enemigo a recuperar lo perdido.

18 Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres.

19 Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David.

20 Y volvió David a los del arroyo Besor.

21 Y vino David a los doscientos hombres que habían quedado cansados y no habían podido seguir a David, a los cuales habían hecho quedar en el torrente de Besor; y ellos salieron a recibir a David y al pueblo que con él estaba. Y cuando David llegó a la gente, les saludó con paz.

22 Entonces todos los malos y perversos de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Porque no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y se vayan.

23 Y David dijo: No hagáis eso, hermanos míos, de lo que nos ha dado Jehová, quien nos ha guardado, y ha entregado en nuestra mano a los merodeadores que vinieron contra nosotros.

24 ¿Y quién os escuchará en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el bagaje; les tocará parte igual.

Volvamos a nuestro Besor a nuestra Iglesia Besor, donde como ya mencionamos hay personas cansadas, a punto de dejarlo todo, de no seguir adelante un día más por rescatar su matrimonio, sus hijos, por no tratar un día más para que esa relación con tu ser querido funcione, por estar cansado de pelear y hacer que las cosas sean mejor en tu trabajo, a punto de tirar la toalla.

No es en tu tiempo que Dios te dará la victoria, Dios lo hará en el momento oportuno, no antes, ni después.

¿Quién de nosotros sabe que nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar? (1 Pedro 5:8)

¿Cuántos de nosotros sabemos de esta batalla? Levanten la mano por favor.

En la siguiente pregunta que haré por favor no levanten la mano, la intención no es avergonzar a los que están en el arroyo Besor.

¿Cuántos atienden al llamado cada miércoles? No levanten la mano. A la vigilia el pasado viernes 19. A instruir los niños en el camino correcto, en la escuela dominical, etc.

La Biblia dice: -Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12)

¿O ustedes creen que les diremos: -Iremos al frente de batalla a pelear y rescatar lo que es mío, y lo tuyo, pues como no te importa, menos me importará a mi.

Déjenme decirles a los que descansan en el arroyo Besor que esta Iglesia a optado por ir a la batalla a por lo que se les ha robado, cada miércoles vamos al frente de batalla, y al igual que a David, nuestro Dios nos ha dicho que vayamos y que de cierto rescataremos lo perdido, lo mío y lo vuestro, y aún más.

¿Te sientes cansado? Descansa en el arroyo Besor. ¿Te sientes fuerte? No menosprecies al cansado, déjalo descansar en el torrente Besor, no sea que un día quieras venir al torrente Besor y descansar también un poco.

La Biblia no lo dice, pero yo creo que los 200 hombres que se quedaron en el torrente Besor, después que David los trató con misericordia, ellos llegaron a ser los guerreros más valientes que él haya tenido.

Sé obediente cuando Dios te dice que pelees la buena batalla (1 Timoteo 1:18), que aunque no sepas el camino a seguir, Dios pondrá una pista en el camino. Así como Dios le dio a David un egipcio en el camino, a mí me puso un puertorriqueño, que me indicó el camino a Betel. Ahora tú y yo debemos ser guías en el camino de otros, e indicarles el camino correcto.

Yo te exhorto a que acudas al Dios de amor, al Dios de misericordia, al único Dios, el creador de los cielos y de la tierra, en todo momento, aún después de haber confiado en tu propio entendimiento. El no rechazó al rey David. El no te rechazará a ti.

La palabra de Dios dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33)