Hermanos, yo creo que con lo que se ha escuchado han podido procesar por algunos segundos que de veras el ministerio de niños está dando resultado, y que está dando resultado porque están siendo pioneros. Hermanos, esa palabra me gustó mucho, pioneros de la palabra de Dios. Esas criaturitas pequeñas están saliendo evangelistas, ¿verdad? Están saliendo personas que están llevando a sus padres, que no conocen al Señor, la palabra, y ese es nuestro llamado. Yo les invito a todos aquellos que nos visitan por primera vez a que puedan subir al tercer nivel y puedan ver los salones, y puedan ver los dibujos que hay en las paredes y todo, y todo mis hermanos que está ahí, se ha programado, se ha tomado tiempo para que no solo los niños disfruten de ellos, sino también los padres. Cuando usted suba al tercer piso, hágame el favor de bajar a la edad de su niño y así sentir también lo que su niño siente allá arriba. Así que cada vez que suba, baje a ser un niño que es lindo, ¿no?, porque baja al nivel de él. Y les quiero decir también que no voy a dar un testimonio, voy a leer una cosita, una notita rápida y se llama “quisiera ser televisión”. Esta fue la oración de una niña de 6 años y dice así:
Imagínese usted de 6 años. Bajemos todos a esa edad, ¿verdad? 6 años. "Señor, esta noche te pido algo especial. Conviérteme en televisor, quisiera ocupar su lugar para poder vivir lo que él vive en mi casa. Tener cuarto especial para mi, congregar a todos los miembros de mi familia alrededor, ser el centro de atención al que todos quieren escuchar sin ser interrumpido ni cuestionado, que me tomen en serio cuando hablo, que se crean todo lo que digo, sentir el cuidado especial e inmediato que recibe el televisor cuando algo no le funciona, tener la compañía de mi papá cuando llega a casa aunque venga cansado del trabajo, que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida en lugar de ignorarme, que mis hermanos se peleen para estar conmigo, divertirlos a todos aunque a veces no les diga nada, vivir la sensación de lo que dejen todo por pasar algunos momentos a mi lado. Señor, no te pido mucho. Todo esto lo vive cualquier televisor así que espero ser respondida”.
Mis hermanos es una niña de 6 años que quisiera ser un televisor. Yo creo que no solo un niño, o una niña de 6 años quiere ser un televisor, a veces un adulto quisiera ser un televisor para que le pusieran atención. Así que mis hermanos, es nada más una notita para que tomemos en cuenta qué tan importante quiere ser un niño, y yo creo también que también un adulto quiere ser un televisor. Ahora mismo usted quisiera ser un televisor, ¿verdad?, porque quiere comunicar tanto y que si el televisor se para, nosotros nos quedamos...... y si un botón se arruina queremos arreglarlo así..... A quien le guste el deporte, sus novelas, y todo, mis hermanos, les digo.... haga de su niño la importancia y haga por favor del ministerio de niños la importancia. Yo no se si decirlo así, pero vamos a ver: yo creo que si fuera una niña yo pediría que el ministerio de niños fuera un televisor para tener la atención de todos ustedes siempre, y sus oraciones y sus ayudas. Así que el Señor les bendiga y sigamos adelante entonces.
Gracias, Carlota. Dios te bendiga. No se vaya porque vamos a orar por ti. Puede sentarse pero vamos a orar por ti después. Eliana también tiene testimonio. Que sea un poquito breve porque el tiempo va corriendo. Una pareja nueva lleva un año aquí, son un familia linda, linda, así que les damos la bienvenida y por favor adelante.
Buenas tardes, pues mi testimonio es de gran bendición, quiero contarles que en nuestra familia nosotros somos pioneros en el Señor, somos los primeros cristianos. Entonces no se si a ustedes les pasa, pero en mi caso mi familia no quiere oír nada del Señor, porque nos lavaron el cerebro, porque nos están sacando todo el dinero y por miles de cosas más. Entonces el llegar a ellos y el poder compartir es.... hay una barrera bien grande que solos nos admiten como familia pero no como una nueva creencia, una nueva familia, aunque ven que nuestra familia es de testimonio. Entonces algo pasó muy particular con nuestros hijos porque ustedes saben que los abuelos y los tíos quieren mucho a los niños, y entonces lo que nosotros no pudimos hacer como adultos y como hijos, lo hicieron nuestros hijos. Entonces mi hija, que es tan querida por mi mamá y por sus abuelos y por su tíos, ella llega y le dice: abuela, el rencor no es bueno. Si hay rencor en tu corazón Jesús puede sanarte. Al tío le dice: tío, si tu estás tomando, ese no es el camino, Jesús puede ayudarte. Entonces mis hijos pudieron entrar más fácil a esa área tan dura que fue para mi esposo y para mi y poder llevar un testimonio de Jesús a nuestros hogares. Amen.
Solo quiero agregar algo, y Nelson si puedes saludar desde allí, el esposo Nelson que está ahí. Y gracias a Dios. Solo quiero decir que me gustó que ella usó la palabra pionera y pionero. Hay muchos gracias a Dios, hay muchos en esta iglesia que son los primeros cristianos en su familia, los padres o los abuelos no eran así. Hay un montón de cosas generacionales que vienen y lo que Dios hace es que salva una pareja que se ponen en la brecha y dicen que ahí para los patrones malos. ¿Cuántos saben que hay pecados que corren en familia? Puede ser alcoholismo, abuso, lo que sea, y lo que Dios quiere son pioneros para decir yo y mi casa serviremos a Jehová. Y cuando se hace, cuando se hace así comienza una cadena de bendición generacional, los niños crecen bajo la sombra del Altísimo y tienen la bendición del espíritu santo desde su niñez, y sus hijos mejor, mejor, cadenas de bendición. Así que muchos de ustedes están en la lucha pero espero que se vean como pioneras y que no se cansen en educar sus hijos en los caminos del Señor. Gracias, Eliana, Dios te bendiga. Amen. Gracias.
Ahora me toca compartir mi testimonio breve y después lo vamos a pasar al pastor. Quiero compartir con ustedes mis primera Biblia de niños. Yo jamás pude olvidar este libro y ni es mío, fíjate. Yo estaba en la casa de mi esposa, en California desde su niñez, y estaban limpiando la casa y yo vi ese libro y me di cuenta de que era la misma Biblia de niños que yo había tenido cuando niño, y eso fue como.... tengo ya 37 años que algo por ahí, 36, 37. soy más viejo de lo que aparento, así que ....... y así que hace 30 años y yo recuerdo los colores y los dibujos y las historias y casi siento como si he encontrado un amigo. Está gravado en mi mente, en mi conciencia, la Biblia que se compartió conmigo cuando yo era niño. Hermanos, las cosas que sembramos en los niños siguen con ellos el resto de sus vidas y aunque se extravían por un tiempo ellos tienen eso ahí gravado y es una semilla y es una semilla poderosa. Una semilla que da fruto y con tiempo el espíritu santo los persigue y los trae otra vez donde tienen que estar. Quiero animarles, ustedes son ministros y ministras de niños. Mi mamá me regaló esta Biblia, mi mamá me ministró. Yo recuerdo queríamos una vez ver una película de horror ...... con todos los demonios y mi mamá, que casi nunca, ella no era muy estricta con nosotros, era como tranquila, pero ese día ella dijo: “No. Esa película en mi casa, no”. Y yo, “mamá estás en serio, eso solo es una película”. “No, No, No, Satanás no tiene lugar en esta casa”. Yo le doy gracias. Mi papá, que ni es cristiano, yo recuerdo una vez, yo me robé un diente de tiburón que yo encontré en una tienda. Me lo robé y lo dije a mi papá y después lo devolví, solo por el gozo de robar. Tenía como 7 años y yo lo comparto con mi papá como si él iba a decirme: ¡Ay, bien hecho mi hijo! Yo pensé: ay, qué chistoso, ¿no papá? Y se enojó conmigo. Yo, cómo va a ser. Y yo jamás olvido su reacción y su ira pero su ira muy santa, su ira buena conmigo. Y yo.... ¡guau!, no robé más dientes de tiburones. Lo que se siembra en un niño sigue con ellos. También yo iba a escuela dominical, con los católicos y también con los protestantes. Me enviaron a escuela dominical protestante, “nursery school”, cuando tenía 5 años. Me enseñaron a orar ahí, y yo volvía a la casa como un pentescostalito, con los ojos cerrados: Señor. Y mis padres, como riéndose de mi, pero qué lindo ¿no? Yo aprendí a orar. Yo creo, yo siempre digo que acepté a Cristo a los 16 años, pero ¿sabes qué?. Yo creo que no es así, yo creo que acepté a Cristo a los 5 años en nursery school y olvidé y después el espíritu santo me persiguió hasta yo aceptarle a los 16 años. Lo que sembramos en ellos sigue con ellos para siempre.
Padres, ustedes son ministros. Saben que el ministerio de niños es una extensión del ministerio del padre y de la madre. Ustedes tal vez, no sabrán dónde comenzar, alguien recién llegado. Ellos envían a la casa un versículo, estudia el versículo con el niño, ora con el niño, te vas a sorprender lo que Dios puede hacer a través de ti porque todos somos ministros y ministras de niños levantando una nueva generación, una generación Josué que va a conquistar la tierra.
Voy a invitar al pastor y vamos a orar una vez más a dedicar todo este asunto al Señor y yo te invito, vamos a hacer ejercicios este día. Póngase de pie una vez más y una vez más les animo después de este culto, es más si usted es papá no tiene opción, súbase, tiene que subir al tercer piso, sus maestros de niños están esperando y van a ver adornos lindos que han puesto en las paredes, ganamos a Disney con eso, OK.
Saben qué hermanos vamos a cambiar un poquito el programa para fluir con lo que está diciendo Gregory y simplemente voy a pedir que permanezcan de pie mientras yo leo una porción de la palabra, voy a ser bien breve y entonces vamos a terminar para no mezclar demasiados mensajes, porque yo creo que este mensaje que se ha compartido hoy es lo suficientemente importante para que lo retengamos y así no se van ustedes con una cantidad de diferentes cosas y diferentes ideas porque es tan importante esto. Así que voy a leer la palabra y entonces voy a compartir un pensamiento y cerramos y entonces quizás nos puedes despedir con una oración, Greg.
Dice aquí en Mateo, Capítulo 19, versículos 13 al 15, pasaje muy conocido de todos ustedes. “Entonces fueron presentados unos niños para que Jesús pusiese las manos sobre ellos y orase. Y los discípulos les reprendieron pero Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mi y no se lo impidáis porque de los tales es el reino de los Cielos” y habiendo puesto sobre ellos las manos se fue de allí”. Bendiga el Señor su palabra.
Tomen asiento un segundito. Esta mañana yo estuve predicando y lo que creo es que voy a hacer es que voy a compartir eso más adelante con ustedes, quizás el domingo que viene para que recibamos la misma enseñanza acerca de podar y estamos todavía abundando en ese pasaje de Juan 15, donde el Señor habla de que El es la vid y nosotros los pámpanos y permanecer en El, etc. Fue un mensaje que, creo que fue de bendición para muchos y por eso me habían pedido que lo diera otra vez, aunque no era el plan original, porque queríamos dedicarlos a esto, pero en ese mensaje hay algo muy importante en esta idea de que Dios invierte en nosotros. Dios no meramente nos llama a su Reino, y entonces dice: bueno, ya tu estas salvo, ya te vas al cielo, así que bueno, no tengo que entenderme más contigo, simplemente ya se hizo lo más importante que es salvar tu alma. Ahora siéntate a esperar hasta que llegue tu día para reunirte conmigo en la eternidad. Dios no hace eso, sino que Dios invierte en nosotros y nos cuida y nos trabaja.
En esa imagen que yo leí de Juan 15 está la idea de un.... bueno, está Juan 15, está Lucas también. Leí un pasaje de Lucas, el conocido pasaje de la higuera que no está dando fruto y viene el dueño de la tierra y dice: mire, esa higuera no está dando fruto así que córtala, para qué inutiliza la tierra. Y hay un personaje allí que es muy interesante que se llama el viñador, y el viñador me imagino que es como un tipo de jardinero, de trabajador agrícola cuya función es trabajar esta viña, trabajar esta planta y asegurarse que de fruto y el viñador le dice al dueño: Por favor espera un tiempecito, dame un año, déjame que yo cave alrededor de esa viña, déjame que yo la abone y entonces vamos a ver si da fruto. Y si no da fruto entonces, bueno, hagamos como tu pides. Y yo creo que a la existencia meramente que haya un viñador en esa tierra, es importante y es indicio del estilo de Dios de tratar con nosotros. Fíjese que Dios no simplemente crea cosas, sino que Dios las nutre, Dios las trabaja, Dios pone personajes, por así decirlo, en este caso, en el caso de cada creyente es el espíritu santo. Cuando nosotros entramos a los caminos del Señor, cada uno de nosotros recibe el espíritu santo que viene a morar con nosotros y que se convierte en un viñador que trabaja en nuestra vida y que poda, y cava y hace todo lo necesario para que la planta de fruto.
¿Y hermanos no es así también con los niños, que debemos nosotros hacer como padres? Nosotros damos a luz vida. Yo veía estas criaturas aquí tan bellas. Cada uno de ellos es un drama, cada uno de ellos es una historia, cada uno de ellos es una película maravillosa por desarrollarse todavía. Y usted los ve allí cada uno con su carácter, uno jugando con una barajita, que tiene que venir el maestro y quitárselas, otro por allí queriendo ser baterista, otra niñita por allí, dulce y tierna, otra inquieta y ... cada uno tiene.... ya hay cosas escritas dentro de ellos de lo que van a hacer un día en su vida. Y son vidas preciosas. Gregory decía, ciertamente su alma no es menor que la de un adulto. El alma nace en su totalidad. Y son cosas preciosas que nosotros no podemos darnos el lujo de simplemente, como creían los filósofos teístas, el teísmo es una filosofía del siglo 18 y 19 que profesaba que cuando Dios creó el universo, simplemente le dio cuerda como se le da a un reloj y lo lanzó al espacio a flotar y se desentendió de él. Ellos creen que Dios existe pero lo ven como un Dios desentendido de su creación. Y nosotros sabemos que no es así. Dios es un Dios tremendamente involucrado en su creación. ¿Y saben qué? Yo pienso que así debe ser cada padre y cada madre. Nosotros damos a luz vida, creamos en un sentido porque Dios nos ha dado esa capacidad creativa y generamos algo maravilloso, misterioso, rico en potencialidades y no podemos, como el Dios del teísmo, darle cuerda a esa criatura y pensar que esa criatura va a desarrollarse en algo precioso, armonioso, creativo simplemente por magia. ¿Cuándo ha visto usted un hermoso jardín compuesto de flores de diferentes colores, texturas, que florecen en diferentes etapas de la temporada, que se complementan en su forma, y en su tamaño, y pensar que ese hermoso jardín con sus espacios bien planificados, se dio por arte de magia? Inmediatamente que usted ve eso, usted sabe que detrás de ese bello jardín hay una mano cuidadosa, que se ha dedicado a atender ese jardín. ¿Si o no? Y usted sabe que allí ha habido horas invertidas en esa tierra quitándole las yerbas malas y cuidando que los insectos no se coman la tierra, fertilizándola, podándola, apartándolas unas de la otras para que no se abrumen y se destruyan unas a otras, para mantener la armonía de todas esas diferentes plantas. Y asimismo es la vida humana. La vida humana está compuesta de diferentes facultades, diferentes emociones, diferentes posibilidades, diferentes impulsos. Hay impulsos negativos, impulsos positivos, y toda esa maza de creatividad que es la criatura cuando nace tiene que ser ordenada también, tiene que ser manejada, tiene que ser irrigada y abonada. Y eso es la parte que le toca a cada padre o cada madre. El Señor valoró a los niños.
Fíjese que los discípulos se parecen tanto a nosotros, tanto en nuestra capacidad como padres, como también como la iglesia de Jesucristo porque esos discípulos representan esa iglesia que cree que el maestro es importante o demasiado importante para atender a esos mocosos insignificantes. No, eso es para los inferiores. ¿Cómo vamos a preocupar al maestro para tomar un momentito para cuidar esos niños? El Señor les dijo: No, no, no, espérense un momento señores. Déjenme decirles algo, si ustedes no se hacen como uno de esos niños, ustedes no van a ir al Reino de los Cielos. Y entonces detuvo su grupo de gente, paró toda su importante misión y pasó tiempo con cada uno de esos niños. Les impuso las manos, oró por ellos, los bendijo y entonces siguió su camino. Hay una lección allí hermanos, la iglesia y nosotros los padres tenemos que invertir en nuestros hijos. Amen. Tenemos que valorar la niñez, hay que sacar tiempo.
Ayer Gregory y yo tuvimos un momento de crisis pastoral mientras hablábamos porque nos preguntamos ¿qué hacemos hoy? Lo que pasó fue que ayer invitamos a los padres, como ustedes recuerdan, para venir y visitar los salones, que de hecho, enfatizo que después de aquí, suban un momentito allá y vean lo que han hecho los maestros, nuestra hermana Sara Naranjo, la hija de nuestro hermano Naranjo, hizo un trabajo excelente en decorar mucho esos salones. Han pasado horas y los maestros estuvieron allí un tiempo grande. Invitamos a los padres y vino un grupito lindo, pero no eran todos los que nos hubiera gustado ver. Entonces Gregory estaba hablando conmigo allí, y yo le dije: Mira, Gregory por qué no mañana tornamos el servicio en un tiempo para celebrar el ministerio de niños. Saben que tuvimos que decidir si lo íbamos a hacer o no, porque uno piensa muchas veces como que hacer eso es interrumpir el curso normal de las cosas. Fíjense a donde hemos llegado, hermanos, nunca nos tomamos tiempo para celebrar los niños, y un día que escogemos es como que estamos haciendo algo malo. Gloria al Señor que tuvimos la lucidez espiritual de decir: no, vamos a hacerlo en el nombre del Señor, vamos a hacerlo y vamos a concientizar al pueblo. Es importante que la iglesia detenga su camino para valorar a los niños y bendecirlos y extender la mirada hacia ellos y dedicarles atención. Gracias, hermanos. Yo creo que el hacer eso solamente ya es inherentemente de bendición para nuestros niños. Lo que nosotros hemos hecho esta tarde aquí es un acto profético, no es solamente lo que se ha dicho, no, no yo creo que hay una energía espiritual que es liberada con solamente una congregación reconocer la importancia de la niñez.
Déjenme decirles otra cosa, ya voy terminando, que está en mi mente aquí y es algo muy importante: saben no solamente Jesucristo valora a los niños, sino, voy a decir algo estremecedor, Satanás valora a los niños. Satanás y sus demonios no cometen el error que comete la iglesia. Satanás invierte en la niñez. Da pena decirlo, pero es cierto, hermanos. Vivimos en un mundo en el que el diablo ha recibido libertad inclusive para entrar en la dimensión más noble, más inocente de la vida y vemos en la televisión ya anuncios que sexualizan la mente de los niños, ya usted ve las intimaciones de sexualidad en los anuncios de cosas para los niños. Vemos el consumerismo con que están siendo llenados nuestros niños de apetito por esta marca, esta ropa, ese juguete. Vemos la violencia en los juegos digitales, de computadoras. Vemos la rebeldía contra la autoridad ya metida sutilmente en algunos de los programas infantiles. Y vemos ya la semilla de la rebeldía siendo metida en los programas, la homosexualidad está siendo infiltrada en muchas maneras en los programas de televisión educativos de niños. Ya eso es una realidad y las autoridades de esta nación están muchas veces cooperando con la desensibilización de nuestros hijos en el área de la homosexualidad también. ¿Por qué? Porque Satanás valora a los niños. No solamente Jesús valora a los niños, las fuerzas del infierno que piensan estratégicamente, saben que si pueden alcanzar el corazón frágil de una criatura y meterse en su mente, así como esas imágenes de ese libro se quedaron allí plantadas como una bomba de tiempo en el corazón de Gregory, el pastor de 36 años, así mismo Satanás planta imágenes, impulsos, energías, actitudes que como una bomba de tiempo se plantan como una semilla maldita en la sensibilidad de nuestros hijos, esperando el día para explotar. ¿Qué va hacer la iglesia y qué vamos a hacer los padres?
Hermanos, ser padre es una cosa de 24 horas al día, 7 días a la semana. Diga amen y recíbalo. Hermanos, esa criatura que usted tiene ahí a su lado, o que está allá arriba, es una cosa tan preciosa que usted debe dedicarle tiempo, debe dedicarle atención, debe apagar el televisor de vez en cuando y más que de vez en cuando, esa es su prioridad. Debe sentarse a conversar con esa criatura, debe sentarse a veces a ver algún programa de televisión e interpretarle lo que está viendo para que aprenda a criticar lo que se le está tratando de vender en esa pantalla. Usted debe sacar tiempo para compartir con ellos los asuntos de la vida, para compartir la palabra de Dios. No escatime, hermanos, oportunidades de usted sembrar una semilla en la sensibilidad de sus hijos. Meche y yo muchas veces tenemos que correr de un sitio para otro, no digo esto para que digan: Oh, que gran.... ,pero a veces Meche el viernes llega de estar aquí en consejería o en otras cosas, Abigail llega de la escuela, un rato después tiene que venir aquí para el tiempo de los niños, mejor dicho de los jóvenes, el servicio de jóvenes. A veces tiene que quedarse aquí porque no vale la pena venir y volver entonces a la casa y volver a regresar, y ya 10 y pico o algo así de la noche está regresando. O el lunes para que venga... para nosotros es un gozo que esté ensayando con el grupo de alabanza y otras cosas y que invierta tiempo en la escuela, y tenemos que invertir en su educación también. Gloria a Dios que puede asistir a una escuela cristiana y que allí hay hombres y mujeres que están invirtiendo en esa niñez. Yo le doy Gloria al Señor por proyectos como el de Boston Trinity Academy y ojalá que corran otros, porque la iglesia de Jesucristo necesita invertir en la niñez. Nosotros tenemos que dedicarle tiempo a nuestros niños. Hermanos, que hoy nosotros tomemos una renovada conciencia de la importancia de valorar a nuestros hijos. Invierta tiempo en ellos. Desvélese por ellos. El tiempo de los desvelos no es solamente cuando esa criatura está gritando a los dos o tres meses por una botella de leche, es también cuando tiene 11, 10, 9 años. Algo pasa en la mente de nuestros niños cuando llegan a la edad de 7, 8 años. Algo pasa, yo hace un tiempo atrás fui a una reunión con el superintendente de escuelas de Boston y nos enseñaba una.... él mismo ni sabía lo que estaba enseñándonos en un sentido espiritual, pero nos mostraba cómo hasta cierta edad había una curva que mostraba que los niños funcionan bastante bien académicamente aquí en la ciudad de Boston, pero cuando llegan a una cierta edad esa curva comienza a bajar y a descender. ¿Qué está pasando? Que esos niños ya entran en interacción con el mundo, comienzan a ver la televisión, el mundo les comienza a hablar a ellos, porque ya pueden pagar dinero, ya pueden ser consumidores, ya el diablo sabe que su sexualidad se está despertando, su conciencia está comenzando a funcionar, su adultez está comenzando a desarrollarse en ellos y ese es el tiempo preciso, esa es la primavera para esos niños y hay que, en ese tiempo, hay que aprovecharlos, y el diablo usa ese tiempo de florecimiento para meter cosas y para dañar esa tierra.
Hermanos, nosotros tenemos que contrarrestar eso. Y usted tiene un hijo, una niña, un teenager saque tiempo, valórelo como hijo Jesucristo al orar por ellos, ore por sus hijos. Entienda que usted es un ejemplo para ellos, bueno o malo pero es un ejemplo para ellos. Entienda algo, que si usted quiere que una verdad se grave en su niño, usted va a tener que repetírsela como unas 500 veces en diferentes maneras, por lo menos 100 ó 200 veces. Ese niño va a tener que observarlo a usted en alguna manera para que esa verdad traspase a su conciencia y se convierta en algo constitutivo, algo estructural en su personalidad. No es un trabajo para cobardes ni para gente haragana, ni para gente con bajo nivel de atención. Usted tiene que hacerlo continuamente y ese es su llamado, esa es su misión, esa es su visión como hombre o mujer de Dios. Entonces hermanos vamos a cultivar nuestro jardín, vamos a atender nuestra tierra, vamos a valorar a nuestros hijos porque hay un enemigo que no duerme y él quiere esas criaturas, y usted es la única línea de defensa ahora mismo que tiene. La iglesia no es la primera línea de defensa. Quítese eso de la mente. La iglesia puede complementar lo que usted hace, pero no podemos hacer el trabajo de usted. Usted tiene que... esa criatura que Dios le ha dado valorizarla, orar por ella, imponerle mano, sacar tiempo para ella, salir de su rutina y ponerle atención como hizo el Señor Jesucristo. Amen. Gloria a Dios. Recibamos esa palabra de Dios en esta tarde y renovemos nuestro compromiso como iglesia de valorar la tierra y las plantas que Dios nos ha dado. Amen. Amen.
Hermanos, ahora pongámonos de pie. Saben que yo todavía no tengo hijos, pero tengo sobrinos y todos los hijos suyos no se... yo siento amor por ellos. Uno no tiene que ser mamá o papá para ser una mamá o un papá espiritual. Uno puede tener nietos o animar a familias jóvenes a orar por los niños. Todos aquí tenemos una responsabilidad sagrada con el Señor de cuidar los hijos que están, los niños que están en la iglesia de Jesucristo. Si están en la iglesia de Jesucristo son mis hijos y siento esta responsabilidad por ellos, así que vamos a entregarnos al Señor, vamos a encomendarnos a El, que El afirme nuestro llamado en el nombre de Jesús. Oremos juntos y yo te invito a repetir esta declaración conmigo.
Señor Jesús, yo soy un ministro o una ministra de niños. Yo voy a ser responsable, Señor. Voy a cuidar tus niños por el poder de tu espíritu santo en el nombre de Jesús. Amen.
Y padre, yo bendigo a todos los que están aquí, Señor, y yo bendigo en el nombre de Jesús los hogares de esta iglesia, Señor. Oro especialmente por padre, por madres que están solas en educar a sus hijos, te pido que les des fuerza, Señor, que les des unción, que proveas todo lo que necesitan para cumplir, Señor, el trabajo que tu le has dado, Señor. Te pido por padres, Señor, que puedan ser el ejemplo del corazón de Dios Padre, Señor. Padre te pido por parejas que están luchando, que tu les des fuerza, Señor. Y que ellos sepan que no están solos en cuidar sus hijos y educar sus hijos. Que tu les poder y unción en hacerlo. Te pido por padres que tus hijos están extraviados en este momento y ellos lloran, día y noche, no sabiendo qué hacer. Señor, tu sabes qué hacer. Señor, yo te pido que esas mamás y papás puedan confiar en ti, Señor, que puedan dejar sus hijos en tus manos, Señor, que veamos milagros, el milagro del hijo pródigo porque vivimos en la última generación cuando tu vas a estar volviendo los corazones de los hijos hacia los padres y los corazones de los padres hacia los hijos, Señor. Tu lo prometiste, que en los últimos días será una señal profética de tu venida. Hazlo aquí en esta casa, Señor. Hazlo aquí te pido, Señor y bendice el ministerio de niños una vez más. Te lo pedimos Señor, y sabemos que todo está en tus manos en el nombre de Jesús. Amen. Amen.
11 octubre 2009
Celebración Ministerio de Niños
Categorias
# Sermones
Soy FRIAS Antonio Vicente - Capellán y Pastor Evangelico
Bienvenido a mi sitio web. Soy Antonio Frías, Capellán y Pastor, apasionado con la predicación del evangelio dentro y fuera de la web.
Etiquetas:
Sermones
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario