05 julio 2009

La verdad os hará libres

El pastor Kris Kile es un siervo del Señor. El trabaja en un ministerio de enseñanza y lo conocemos de hace muchos años. Hemos siempre hablado de que de alguna manera haya una conexión con nuestra iglesia con el ministerio que él encabeza y en una conversación que tuvimos hace unas semanas atrás, acordamos que él viniera, nos trajera la palabra de Dios y que nos dejara saber algo también acerca de su ministerio y que esa unción que Dios le ha dado a él de hablar de procesos transformadores pueda llegar a nuestra iglesia también.

Hola. Es tremendo estar con ustedes en este día. Tengo varios amigos cercanos que están aquí en esta congregación. Uno está sentado aquí mismo delante de mi, Patricia, y estoy tremendamente entusiasmado con la visión que ustedes han sostenido aquí durante los años. De mi perspectiva de lo que ustedes están haciendo, no solamente está teniendo un impacto aquí entre esta congregación, sino que creo que Dios está haciendo y continuará usando lo que ustedes están haciendo aquí en este lugar para cambiar y transformar el mundo. Amen. Más allá, mucho más allá. Por lo tanto me siento muy entusiasmado de poder ver lo que ustedes están haciendo y es un gran privilegio estar con ustedes hoy y un gran gozo también. Así que gracias.

Quiero hablarles hoy acerca del amor, la transformación y la libertad, la liberación. Y quisiera invitarles hoy a participar plenamente en este mensaje. Ahora, piensen ¿qué se tomaría para que ustedes puedan participar plenamente en este mensaje? Hablemos de eso por un momentito. Habrá tiempos en que yo voy a hacer preguntas y les voy a pedir que levanten la mano, y que ustedes puedan entonces responder a esas preguntas y esa será una manera que ustedes podrán participar hoy. Y otra manera de participar plenamente es considerar lo que les estoy diciendo como más que simplemente conocimiento útil. El conocimiento en sí no produce resultados así que consideren lo que estoy diciendo a la luz de su vida personal, considérenlo a la luz de lo que usted es para las personas a quienes usted ama y con quien usted pasa el tiempo. Otra forma en que puede participar es escuchando con un corazón y una mente honesta y abierta. En otras palabras consideren honestamente lo que les he de decir. A veces lo que yo les diga podrá ser un reto para sus opiniones acerca de la vida, del mundo. Y si yo tengo éxito eso va a suceder esta mañana, van a ser retados. Mi meta es llevarlos a reconsiderar en maneras diferentes lo que es el amor, la libertad y la transformación, formas nuevas de ver estos conceptos.

Mi invitación es que sean valerosos, que tengan valor moral para considerar las cosas en lo que quizás sea una forma nueva y diferente de verlas. Y lo único que les estoy diciendo que hagan es que consideren estas cosas con el corazón de un discípulo, o una discípula. Un discípulo es una persona que están en continuo aprendizaje, alguien quien está muy consciente de que no siempre tiene las respuestas correctas. A veces pienso que tenemos las cosas como tergiversadas. Creemos que la meta es tener siempre la respuesta. Yo diría que como discípulos la meta es permanecer en la pregunta no en la respuesta. ¿Saben ustedes que Jesús en la Escritura hizo más preguntas que las respuestas que dio? Y muchas veces cuando daba la respuestas las daba en forma de parábolas lo cual en algunas maneras era simplemente una invitación para que la gente considerara nuevas preguntas. Así que la meta de ser cristianos es no tener siempre las respuestas, o creer que se tienen las respuestas. Es más bien continuamente reinventar la posibilidad de estar en relación continua con Aquél que si es la respuesta, el Señor Jesucristo.

Así que es en ese espíritu de inquirir, de buscar que yo les pido que consideren mi mensaje en este día. ¿Cuántos de ustedes le gustaría poder amar más poderosamente y más atrevidamente? Así que vamos a hablar acerca de eso hoy. ¿Cómo sabe usted que usted está amando más poderosamente? ¿Dónde busca usted para determinar cómo usted está amando? ¿Busca usted dentro de si mismo? ¿O busca usted hacia aquellos que usted dice que usted ama? Muchas veces me gustaría convencerme a mi mismo que yo estoy verdaderamente amando a la gente me preocupa y que yo amo, pero si en realidad escojo ser honesto tengo que mirar y preguntar a aquellos que yo digo que amo y permitir que su experiencia me instruya a mi sobre cómo amarlos verdaderamente, de otra manera probablemente pasaría toda mi vida viviendo en un mundo de fantasía. ¿Cuán frecuentemente ha fallado usted en comunicar su amor a aquellos que usted supuestamente ama? Yo noto que fracaso frecuentemente. Mi esposa, su nombre es Katie, muchas veces, aunque siempre digo que la amo noto que muchas veces no produzco en ella esa experiencia de amor que yo pienso que estoy efectuando. Ahora, ¿eso es buenas noticias o malas noticias? Yo digo que es buenas nuevas, es bueno darse cuenta de eso. Ahora no necesariamente es buena nueva de que yo fracaso en este cometido, pero Dios nos ha instruido que muchas veces vamos a errar el blanco, no vamos a llegar a la meta. Entonces la pregunta es si mi deseo es tener una experiencia consistente de amor con aquellos que amo, entonces cómo puedo yo vivir de manera que yo pueda transformar lo que yo pienso que es posible en amar y ser amor viviente y amarlos vivamente a los demás.

Miremos a lo que Dios dice acerca del amor. En Lucas, Capítulo 10. versículo 25, les invito a buscar ahí en sus Biblias. Aquí dice: “he aquí un intérprete de la ley se levantó y le dijo (está hablando acerca de Jesús), diciendo para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Y Jesús le respondió a ese abogado de la ley, le preguntó: ¿Y bueno, qué está escrito en la ley, cómo lees? Y aquel respondió diciendo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo corazón, alma y con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo. Y el Señor le dijo: has respondido correctamente, has esto y vivirás.

Ahora, esto es algo importante porque tenemos aquí el intérprete de la ley preguntándole ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna, Señor? ¿cuántos quisieran la plenitud de la vida eterna ahora y en el futuro? ¿Cuántos quieren esa herencia? El le da la respuesta, El le dijo “ama a Dios y ama a tu prójimo”. Suena sencillo ¿verdad? Pero yo creo que estos dos actos de amar a Dios y amar a mi prójimo están inescapablemente conectados uno con el otro. Yo creo que muchas veces estamos bien seguros de nuestro amor por Dios pero no tan seguros acerca del amor hacia nuestro prójimo. Y el prójimo es aquel con quien estamos cercanos, aquellos que nos acompañan en la vida. Saben que en la Escritura también dice que amarás a tu enemigo también. Yo no se acerca de tu experiencia pero a veces me siento que la gente que yo amo más y con quienes me siento más cercano, a veces me siento como que son mis enemigos inclusive ...... ¿Pero cuál es tu problema? ¿Por qué estás diciendo eso? ¿Por qué estás haciendo ese tipo de cosa? ¿Han sentido alguna vez así acerca de la gente aún que usted ama? Así que Dios dice: no importa cómo la gente se aproxima a ti, cómo actúan en tu vida. no importa eso, está siempre claro acerca de tu compromiso con cada uno de ellos que yo te mando. Y Dios define eso un poco más.

En Primera de Juan, Capítulo 4, versículo 20: “si alguien dice Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso porque quien no ama a su hermano a quien ha visto, cómo puede amar a Dios a quien no ha visto.” Y nosotros tenemos este mandamiento de El, que aquel que ama a Dios ame también a su hermano. ¿Cuántos de ustedes han oído gente que siempre están hablando de su amor por Dios y sin embargo muchas veces actúan con indiferencia y hostilidad hacia su prójimo? Dios dice que cuando hacemos ese tipo de inconsistencias, somos en efecto, mentirosos. Así que yo puedo decir que amo a Dios todo lo que quiera, pero en resumen lo que verdaderamente cuenta es según Jesús es que mi amor por Dios se reflejará en cómo yo me comporto contigo y con los demás. Entonces si yo quiero verdaderamente saber si verdaderamente amo al Señor debo examinar en qué forma yo amo a aquellos que yo supuestamente amo y los que me preocupan y cómo yo estoy amando a aquellos que no me importan. Hay una conexión muy poderosa entre esas dos cosas, entre el amor y la libertad. ¿A cuantos le gustaría tener más libertad?, levanten su mano. Ahora, yo puedo decir que Dios no está en el negocio de simplemente dar más libertad, no está en el negocio de más amor, ni está en el negocio de amor diferente o libertad diferente. No está en el negocio de más amor o libertad o diferente amor o libertad. Yo diría que ni siquiera está en el negocio de mejor amor o mejor libertad. A Dios le interesa sobre todo el amor completamente nuevo, amor nuevo. A El lo que le interesa es una experiencia completamente diferente de lo que es la libertad.

Miremos esta conexión entre el amor, entre amar y ser libre. En Primera de Juan, Capítulo 3, en el versículo 18, dice allí: “mis hijitos, no amemos de palabra solamente”, estoy leyendo aquí de una versión diferente, y en esta versión particular dice “simplemente no hablemos acerca del amor, practiquemos verdadero amor. Esta es la única manera de que en efecto amaremos, que estamos viviendo auténticamente, viviendo en la realidad de Dios. Es la manera también de cerrar el camino a la crítica debilitante, aún cuando hay razón para ser criticados, nosotros, porque Dios es mucho mayor que las preocupaciones y las culpabilidades de nuestro corazón y El conoce mucho más acerca de nuestro corazón que lo que nosotros mismos conocemos de nosotros mismos. Amigos, una vez que eso ya se ha arreglado entonces dejamos de acusarnos y de condenarnos a nosotros mismos, tenemos denuedo y tenemos confianza delante de Dios. Así que si yo me encuentro preocupándome más con amar a aquellos con quienes estoy en vez de enfocarme más sobre mis propias necesidades y faltas y estoy preocupado entonces no tanto en amarlos a ellos, sino en lo que ellos deben hacerme a mi y darme a mi vida, y yo me encuentro más preocupado en amar a aquellos que están alrededor de mi, a tener la razón en todo momento, entonces puedo comenzar a experimentar y a producir la libertad que se hace posible cuando vivimos en la realidad divina.

Ahora, muchas veces cuando hablo con parejas, aconsejando parejas ya he perdido la cuenta de cuántas veces la conversación comienza alrededor de: “Oh, si él simplemente hiciera aquello, entonces nuestra relación funcionaría”. Dios dice: mira, salte de eso. El dice: más bien está tu convencido de lo que Dios espera de ti con respecto a ello, lo que tu tienes que hacer con respecto a esa persona y trata de vivir responsablemente acerca de cómo tu puedes contribuir a la relación, vive en esa realidad y eso entonces producirá libertad. Porque piénsalo por un momento, si mi vida depende de cómo la otra persona va a actuar hacia mi, entonces me encuentro en realidad dependiente, esclavizado a sus acciones y a sus circunstancias para poder entonces llevar a cabo mi compromiso, experimentar mi compromiso. ¿Creen ustedes que hay poder en ese tipo de poder? Eso en realidad es debilitante, no te da poder. Ni tampoco tiene mucho que ver con lo que Cristo dice de “ama a Dios y ama a tu prójimo”. Así que mi pregunta para ustedes es la siguiente: ¿Qué quiere decir vivir en la realidad de Dios? Dios esencialmente nos ha dicho que no podemos ver por nosotros mismos, no podemos ver la vida basada en su realidad por lo menos no podemos ver su plena realidad divina.

En Primera de Corintios, Capítulo 13, en el versículo 12, dice: “por ahora vemos por espejos oscuramente, más entonces veremos cara a cara, ahora conozco en parte, pero entonces conoceré aún como soy conocido”. Y ahora quiero leérsela de una traducción diferente de la Escritura. En esta traducción dice: “todavía no vemos las cosas claramente, estamos simplemente mirando así, esforzando por ver en la oscuridad, mirando a través de la neblina, pero no pasará mucho tiempo antes de que se aclare el tiempo y que brille el sol brillantemente, y entonces veremos claramente, lo veremos con la misma claridad con que Dios nos ve, conociéndolo a El directamente como El nos conoce. Ahora, ¿cuándo es que vamos a ver claramente? Cuando Jesús regrese, cuando lo veamos a El cara a cara. Y entonces qué es lo que dice aquí: ¿es la realidad que vivimos entre el ahora y ese más tarde? Mientras tanto experimentamos la vida como a través de una neblina. Así que Dios dice ámame a mi y ama a los demás, vive en mi realidad, sin embargo El nos dice, pero aún así vas a experimentar mi realidad como a través de una neblina. Suena como una contradicción casi.

Pero en Juan 8:32 el Señor les dijo: conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Ahora, por muchos años, cuando yo leía este versículo la manera en que yo lo interpretaba, era que si yo llegaba a comprender la Escritura entonces sería libre. Y ciertamente la Escritura es una parte esencial para entender el corazón de Dios, pero yo diría que hay mucho más que involucra tener libertad que esto. ¿Cuánta gente que ustedes conocen que saben mucho de la Escritura, sin embargo no experimentan la libertad en sus vidas como ellos quisieran? Así que de hecho es una cosa importante conocer la Escritura, pero no es lo total.

Dios dice: “la verdad producirá libertad”. Ahora, la palabra verdad es muy interesante. El significado original de esa palabra que traducimos verdad es realidad, en el griego. En el griego original la palabra que se usa para aludir a la verdad en este versículo se traduce mucho mejor como realidad en vez de verdad y quiere decir como descubrir, quitar el velo, traer a la luz aquello que anteriormente había estado oculto. Así que, realidad es descorrer el velo, ver las cosas en una manera que antes no las veía igual. Es eso lo que produce libertad. Entonces yo diría que hay una conexión directa entre lo que Jesús aquí les dice acerca de la libertad y lo que El le dijo al intérprete de la ley acerca de lo que era más importante que todo en la vida. El le dijo “ama a Dios y ama a tu prójimo” y en realidad lo que pasa es que miramos a aquellos que decimos que amamos para determinar si verdaderamente se está dando el amor que creemos que estamos produciendo.

Romanos, Capítulo 12, hay otra pieza del rompecabezas allí. En el versículo 1 dice “ no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que podáis comprobar lo que es bueno y aceptable, la perfecta voluntad de Dios. Así que en Romanos 12 el Señor nos ofrecer la posibilidad de ser transformados. ¿Y que quiere decir transformación? Piénsenlo por un momento. ¿Qué quiere decir transformación? La palabra que se usa aquí para transformación en el griego es la misma palabra que se usa cuando una lombriz, un gusano, se convierte en una mariposa. Es algo dramático. Completamente nuevo. Así que aquello en lo cual Dios está involucrado es en dar vida completamente nueva, en base a momento tras momento. ¿Así que cómo llevamos a cabo esa transformación? Si estamos caminando, deambulando como si estamos en una neblina y de momento la neblina se levanta y desaparece instantáneamente, ¿sería esa una experiencia completamente nueva?

Considere por un momento su corazón, la Escritura dice que del corazón salen los asuntos de la vida, dice que la boca habla de la abundancia del corazón, sin embargo también dice en el Libro de Jeremías, no tienen que buscarlo, simplemente se los voy a dar.

Jeremías 17:9 dice, que el corazón es engañoso más que todas las cosas y desesperadamente maligno y pecador. ¿Quién lo podrá entender y conocer? Así que Dios dice que de nuestra vida todos los asuntos, el anhelo de amar por ejemplo sale del corazón y a la misma vez dice que nuestro corazón está lleno de autoengaño y malicia, maldad. ¿Creen ustedes que esa malicia que hay podría producir una neblina en nuestras percepciones? Suena como una paradoja, una contradicción pero en realidad eso es lo que sucede. Así que si los asuntos de mi vida emanan de mi corazón y mi corazón entonces tiene esa maldad inherente, entonces ¿qué puedo hacer? ¿Hay una respuesta, una salida?

Yo diría que no se trata tanto de una respuesta como en una pregunta en la cual debemos permanecer y vivir. Y en el compromiso que hace posible ahí vivir en esa tensión, es aquello de lo cual venimos hablando hasta aquí. Mantener el deseo de amar a otros, vivir en ese compromiso, vivir atado a ese compromiso y continuamente analizar si en realidad estamos llevando a cabo ese amor.

En Segunda de Corintios, Capítulo 10, versículo 4, dice allí que las armas de nuestra milicia no son carnales.... (Dice que ustedes han oído ese versículo anteriormente) ..... sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas espirituales derribando argumentos y contra todo lo que pretende exaltarse contra el señorío de Dios tomando todo pensamiento y llevándolo cautivo a la obediencia a Cristo Jesús, y estando dispuestos a castigar toda desobediencia cuando su obediencia sea plenamente realizada. De nuevo en la versión que estoy usando quiero dar una traducción más coloquial, más sencilla.

Dice: las herramientas de nuestro oficio no son para mercadeo o para manipulación humana, por lo tanto son capaces de demoler esa cultura masivamente corrupta. Dice, usamos estas herramientas poderosas para destruir filosofías mundanas, para derribar barreras que han sido levantadas contra la verdad de Dios, tomando todo pensamiento suelto y rebelde y todo impulso nuestro y en las estructuras de la vida y encajándolo en Cristo Jesús. Nuestras herramientas están listas, preparadas, para aclarar el suelo de toda obstrucción que pretenda erigir maldad y mentira y que se oponga a la obediencia y a la madurez. Eso es lo que el ministerio en el cual yo estoy involucrado trata de hacer. Está diseñado para apoyar a la gente para que puedan construir las disciplinas y las prácticas de que habla aquí en Segunda de Corintios de llevar todo pensamiento cautivo a Cristo Jesús.

Muchas veces la neblina de la vida, de cual hablamos, se produce por los filtros personales a través de los cuales yo examino distorsionadamente la vida. Cada uno de nosotros tiene un punto de vista completamente diferente a los demás, y esa perspectiva está compuesta de toda la suma total de nuestras experiencias pasadas. Todo lo que hemos escuchado, aprendido, y lo que hemos decidido que vamos a hacer con respecto a esas experiencias. Y mientras que hay algunas cosas que creemos que todos tenemos la misma opinión acerca de ellas, yo diría que no hay dos seres humanos, tengan el mismo filtro a través del cual interpretan las experiencias de la vida, y nosotros inconscientemente, estamos inconscientes acerca de muchas cosas y que hemos decidido acerca de la vida, no sabemos, no las tenemos conscientes. Simplemente hemos decidido que así es y que no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Simplemente así son las cosas. Sin embargo lo que yo escojo y lo que yo decido hacer acerca de mi realidad, muchas veces difiere de lo que aquellos a los que yo supuestamente amo como ellos interpretan y ven la vida, hay una diferencia de percepciones entre ellos.

Yo se que muchas veces cuando estoy hablando con alguien yo entro en competencia. Está lo que yo le estoy diciendo a esa persona y entonces está lo que usted está diciendo acerca de lo que yo estoy diciendo. Esa conversación interna que todos tenemos, ¿cuántos saben a qué me refiero? La gente normalmente habla como 150 palabras por minutos normalmente, los caribeños hablan más, pero la mente es capaz de pensar en términos de 600 a 700 palabras por minutos así que nosotros siempre estamos llenando esos vacíos allí, siempre estamos llenándolos con nuestra propia conversación interna. ¿Y qué es lo que le da fuego a esa conversación interna? Bueno, ahí habla en Segunda de Corintios, Capítulo 10 acerca de esto.

Dice: pensamientos sueltos, rebeldes, emociones, impulsos, evaluaciones, juicios, todo el paquete, ahí está todo. Y la mayor parte del tiempo no estamos conscientes de lo que estamos verdaderamente pensando. Es automático, no nos extrañemos que la Escritura dice que experimentamos la vida como a través de una neblina, hay interferencia. Así que ¿cuál es la solución? Bueno, ¿qué dice Jesús? El dice ama a Dios y ama a tu prójimo, y entonces si tu dices que me amas a mi, dice Jesús, pero no amas a tu prójimo, entonces eres un mentiroso. Así que la solución para comenzar a determinar cómo mi conversación interna, los pensamientos rebeldes, emociones y diferentes sentimientos si en realidad soportan o en realidad impiden que lo que yo digo que estoy comprometido a hacer, es decir amar a la gente constituye verdaderamente lo que dice Dios de que entregue mi vida para aquellos que en realidad yo digo que supuestamente amo. Es decir si hay consistencia entre lo que verdaderamente yo estoy pensando, lo que dice la palabra y lo que yo estoy en realidad haciendo en mi acto de amar a los demás. En la Escritura dice que debemos entregar nuestra vida por nuestro prójimo. Eso es mucho más que simplemente morir físicamente por alguien.

La realidad mayor para aquellos de nosotros que estamos viviendo es estar dispuestos a interrumpir la forma en que yo pienso que son las cosas que la Escritura dice que de todas maneras está distorsionado y lleno de neblina, y vivir en comunidad con los demás, en relación y estar abierto a su forma de ver la realidad. Por ejemplo cuando yo diga que yo amo a mi esposa, Katie, yo pueda estar abierto a cómo ella percibe mi amor y cómo ella siente como yo la estoy verdaderamente amando en vez de decirle: no, estás equivocada, cuando lo que ella me está diciendo de cómo ella percibe mi amor no coordina con lo que yo supuestamente pienso que es verdad. Hay tremenda libertad en esto. Piénsenlo.

Si cada vez que usted ama a una persona, por lo menos aquí en su mente según usted lo piensa, entonces porque usted le da la libertad a ellos para expresarse, usted descubre de momento que no los está amando como usted piensa, o su experiencia de su amor no es lo que usted piensa que es. Entonces esto constituye una invitación directa para que usted entre la realidad como es, en vez de permanecer en la fantasía, la distorsión personal que usted se ha construido. Y Jesús dice que ese hecho, esa honestidad produce libertad, porque entonces usted está libre para vivir con lo real, lo que es y actuar entonces dentro de su compromiso de vivir en la realidad, en lo honesto, lo verdadero. Hay grandes recursos, grande poder en esa postura. Así que la clave entonces es vivir responsablemente, inquirir y analizar responsablemente. Se claro con respecto a la visión que animará tu relación con los demás. Se abierto. Vive en honestidad, en autenticidad con respecto a los demás para que ellos puedan creer entonces que tu eres una apertura, que tu estás abierto a que ellos también te informen, te instruyan acerca de lo que es verdaderamente tu relación con respecto a ellos. Esto requiere valor moral, y es una invitación continua para vivir en el filo de la fe, porque las relaciones auténticas no son posibles de controlar continuamente de manera que siempre estemos en control y que resulten ser lo que nosotros queremos que sean esas relaciones.

¿Cuántos de ustedes han notado que la vida generalmente nunca termina siendo lo que nosotros queremos que sea? Yo diría que eso es parte del plan de Dios porque entonces tenemos la oportunidad de descubrir qué es lo que El tiene para nosotros verdaderamente y Jesús dice que esa realidad será entonces experimentada en términos de mi compromiso de amar a los demás genuinamente. Yo diría, es más, lo siguiente: yo diría que si yo estoy genuinamente comprometido a vivir la realidad auténticamente yo tengo que mantenerme en relación con los demás.

Ama a Dios, ama a tu prójimo. Esa realidad y vivir en ella producirá libertad. Mientras que aquellos a quines tu amas y que te aman a ti te instruyen y se sienten libres para dejarte saber acerca de su percepción personal de la realidad, entonces eso te permitirá no estar controlado, esclavizado a la neblina y a las distorsiones mentales de la vida. La claridad en la vida se produce por un compromiso inalterable de amar a otros y un compromiso de actuar siempre en fe, de lanzarte a los desconocido de lo que esa realidad nueva, interactiva, ha de producir, y eso produce gran esperanza en la vida de manera que no tengas ya que vivir en la desesperación y en la resignación a las circunstancias.

Entonces, eso es lo que nosotros hacemos en los entrenamientos en los cuales nosotros estamos involucrados porque nosotros apoyamos a los demás y los ayudamos a procesar sus relaciones con los demás, y siempre estamos involucrados en una conversación continua con el liderazgo aquí en su iglesia acerca de cómo podemos trabajar juntos para que esa transformación, esa libertad se de en formas nuevas y creativas aquí en su congregación. Así que si a usted le interesa saber más acerca de cómo usted puede vivir esa vida auténtica, vamos a tener dentro de poco un seminario de tres días en enero y este jueves, apunten esto para los interesados, 15 de diciembre a las 7.30 de la noche, aquí en la iglesia vamos a tener una reunión informativa si le interesa saber más sobre esto para hablar un poco más acerca de esto. Para que ustedes puedan aprender un poco más acerca de los diferentes recursos que tenemos disponibles para ustedes, esta reunión será en inglés pero vamos a tener traducción si se necesita también.

Y me gustaría ahora cerrar en oración. Gracias Señor por tu amor, tu fe, tu fidelidad, tu gracia y tu misericordia. Y Padre, te pido que derrames una bendición especial sobre esta iglesia, sobre sus líderes, la congregación en su totalidad. Y Señor guíanos, muéstranos tu camino. Gracias Señor en tu nombre. Amen. Denle un aplauso al Señor. Gracias.

Es esa libertad que Dios quiere para nosotros que vivamos en esa autenticidad. No vivamos engañándonos a nosotros mismos. Es tan importante, hermanos, lo que dice nuestro hermanos aquí de que hay tanto..... estoy de acuerdo con Chris en que la mayor fuente de los problemas de los cristianos no es tanto a veces el pecado horroroso, los grandes excesos, sino esa tendencia que tenemos a engañarnos a nosotros mismos, a imponer nuestra percepción de las cosas sobre los demás. Esos pequeños defectos morales, éticos, en las relaciones matrimoniales, con nuestros hijos, entre los amigos, los compañeros de la iglesia, es ahí donde muchas veces se da el escape de la bendición de Dios. Es como que, si ahora mismo abriéramos 3 ventanas aquí en este santuario, no importa cuanto calor hubiera adentro y cuando todo estuviera muy preparado para calentarnos, si hay escapes de aire, si entra el aire frío, por más que queramos siempre va a estar frío. Muchas veces nosotros somos así, damos dinero, servimos, hacemos esto, hacemos lo otro, pero hay esos escapes sutiles en nuestras relaciones, oprimimos, engañamos, criticamos, murmuramos, nos imponemos, explotamos a los demás, de maneras sutiles, entonces todo lo que hacemos no vale nada porque hay un escape de la presión, del sello que debe haber en la vida cristiana. Esas pequeñas zorras que echan a perder la viña de las cuales habla el escritor.

Dios nos llama: Examínate, examínate. ¿Y dónde estás tu dejando que se escape la presión divina de tu vida? ¿En qué área de las relaciones humanas estás tu permitiendo se vaya la bendición, se escurra la bendición de Dios? Yo creo que esa es la gran frontera del pueblo de Dios, no es tanto que hablemos lengua o saltemos o recemos, gloria a Dios por esas cosas, las amamos, pero todo eso si hay escapes de justicia en nuestras relaciones y de verdadero amor con que debemos amar a los demás, entonces neutraliza el provecho de todas las demás cosas. Estamos abiertos a las penetraciones del enemigo y al sufrimiento así que Dios nos llama a ser auténtico, se verdadero. Vive en la verdad, aunque sea incómodo. Gracias al por su palabra. Amen. Gloria de Dios por su palabra nos da libertad. Amen. Nos liberta, como dice el Señor “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

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